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8M y una marea que vuelve a golpear


09 de marzo de 2024

Otro 8 de marzo histórico. Un hecho político que se incrusta en el calendario, incomoda y exige una respuesta. Por la masividad, por la potencia que encarna la lucha colectiva. Por un freno al brutal ajuste y al destino de miseria planificada para un pueblo exhausto, que digitan hombres de traje en alguna oficina alejada de esta tierra. Para no retroceder ni un paso con aquellos derechos conquistados y por aquellos que aún nos faltan.

Melina Arnau

Paro internacional y movilización en todo el mundo, pero también en nuestro país. En un contexto tan adverso como complejo, en el que padecemos que 57,4% de pobreza y los indicadores no son optimistas. Un porcentaje que perjudica en mayor medida a infancias y mujeres trabajadoras, jubiladas desempleadas, jefas de familia, docentes, discapacitadas, víctimas de violencia, artistas, comunicadoras populares, periodistas, y la lista podría continuar...  

La situación económica se asemeja a un tobogán con fuerte picada, en el que no se para de caer. Poco más de 70 días de gobierno fueron los necesarios para desnudar el proyecto político de las corporaciones económicas y financieras. Tiempo necesario para activar medidas y llevar a cabo el tan mentado “reseteo” que profundiza desigualdades y del que será muy difícil poder salir.

Sin embargo, allí estuvo presente la advertencia al gobierno nacional, en las calles una vez más. “Contra el hambre y el ajuste”, “por el trabajo y contra los despidos”, “contra el DNU”, “en defensa del aborto legal”, “contra las violencias machistas” fueron algunas de las consignas que llevaron miles de mujeres y diversidades a las plazas de todo el país.

El epicentro del encuentro este 8M fue la plaza del Congreso, en la Ciudad de Buenos Aires, donde se leyó un documento unificado titulado “Fuimos marea, seremos tsunami”. Una fecha en la que “los feminismos populares vuelven a poner en escena los dramas centrales de la clase e identificando con claridad a los culpables”, destaca Emilia Trabucco desde el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico en esta nota.

“El salón de las mujeres. Fin.” Irónico, por supuesto, fue el tuit que difundió el colectivo Ni Una Menos, con la foto de la plaza del Congreso repleta y parodiando la particular y deficitaria forma de comunicar que utiliza el vocero presidencial, Manuel Adorni; a raíz de que este viernes, el gobierno -de manera provocativa- haya definido que el salón de las mujeres de la Casa Rosada, dejara de llamarse así para pasar a ser ahora “el salón de los próceres”.

 

El documento

“Con nuestra huelga reivindicamos y honramos las luchas de las trabajadoras que vinieron antes. Con esta jornada de lucha decimos que LA LIBERTAD ES NUESTRA Y NO DE LOS MERCADOS NI DE LOS GOBIERNOS” expresaba en sus primeras líneas el contundente documento leído pasadas las 18 horas, con la presencia de Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, en el escenario.

“Estamos frente a un gobierno autoritario que representa la reacción patriarcal, que habla de la motosierra para festejar un plan sistemático de saqueo y hambre y para destruir los derechos de la clase trabajadora y el pueblo, porque está al servicio de los capitales internacionales que vienen por nuestros bienes comunes y nuestra vida, y para poder hacerlo necesita un pueblo con hambre, sin trabajo, sin vivienda, sin educación y sin salud públicas” continuó.

Entre otros puntos, se marcó posición repudiando el “pacto de Mayo” que prepara Milei junto a los gobernadores “para entregar nuestro suelo y nuestras conquistas”. Además, se criticó el desguace del Estado y el protocolo antiprotesta que encabeza la ministra de seguridad, Patricia Bullrich.

También se cuestionó la no ejecución y subejecución del presupuesto en programas para la erradicación de la violencia de género, como es el caso de “Acompañar”; y aquellos destinados a protección social, infraestructura del cuidado, políticas alimentarias y de trabajo, como “Registradas” y “Potenciar Trabajo” en cuyo padrón figura que más del 60% de las personas inscriptas, son mujeres.

“Hoy más que nunca es necesario pensar colectivamente la Patria que soñamos, debemos construir una agenda patriótica y feminista que atraviese al movimiento nacional, levantando las banderas de la liberación”, expresaron las mujeres del Encuentro Patriótico, que fueron parte de esta jornada de lucha junto a un extenso arco de organizaciones sociales, políticas, sindicales, culturales, estudiantiles, autoconvocadas.

Una bocanada. Ante tanta encerrona de nicho que ofrece el algoritmo, ante tanta incapacidad instalada, ante tanta discusión berreta e inconducente, se vuelve a poner de manifiesto, una vez más en las calles, la potencia de lo colectivo, de la política y la necesidad de construir aquellas certezas que nos permitan reencontrarnos en un camino con algo más que felicidad, para paliar tanta miseria.

Melina Arnau

Estudiante de comunicación. Militante de la comunicación popular.

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