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Así la vemos: Vení que te cuento una historia


07 de diciembre de 2024

"Los jubilados vivimos la peor Historia de nuestras vidas"

Alberto Gomez

Los jubilados vivimos la peor Historia de nuestras vidas.

En el sistema Previsional Argentino, el universo de 12millones de adultos, estamos sujetos a los delirios de un grupo de facciosos, que perturban nuestra quietud, y la de toda una sociedad, que solo desea vivir en paz, y con su vida medianamente organizada.

Hoy, tratemos de distendernos, apelando a la maravillosa poesía popular; que refleja la actual semblanza de los viejos; de una canción del siempre recordado Rubén Juarez, la cual pareció escribirla para romantizar nuestros padeceres, con estrofas que reflejan el dolor, pero que invitan a soñar.

 

Vos que tenés labia, contame una historia.

Metele con todo, no te hagas rogar.

Frename este absurdo girar en la noria

Moliendo una cosa que llaman "verdad"...

 

No queremos, como todas las semanas, aburrir con datos, números y políticas que atentan contra el mundo de los Adultos Mayores. Solo explicar que conformamos la base de la población más sufriente, producto del cúmulo de medidas que implementa el irracional Presidemente, desde hace casi un año.

 

Contame una historia distinta de todas,

Un lindo balurdo que invite a soñar.

Quitame esta mufa de verme por dentro

Y este olor a muerte de mi soledad...

 

La historia de los viejos, no es distinta a la de muchos conciudadanos; que la están pasando mal; sufriendo el ataque sistemático de un asesino inhumano, conformado por un puñado de individuos; individualistas, que solo aspiran a acumular para sí, sin reparar en el daño que ocasionan a los demás.

Nada más, ni nada menos, una caterva de egoístas insolidarios que nunca han hecho caso de una vieja película, “La mortaja no tiene bolsillos”, sin detenerse a pensar que hay otra vida.

Solo nos queda soñar que un balurdo, un lío, que surja como reacción popular, nos despierte de la larga pesadilla que sufrimos los argentinos y argentinas.

 

Contame una historia

Vos, que sos mi hermano,

Volcame en la curda que me haga sentir

Que aunque el mundo siga girando a los tumbos,

Aún vale la pena jugarse y vivir...

 

En la actual realidad, no hay hermanos en la dirigencia que luchen por nosotros, los sufrientes de la plutocracia. Menos guiarnos a evitar los altibajos de este desquicio organizado. No nos permiten soñar que algo, ó alguien estallara, y hará volar por los aires el estado oprobioso en el que vivimos.

Hemos vivido bastamente, involucrados en muchas peleas ó barullos a las que nos expusieron; los mismos insolidarios de los que hablábamos; y hemos salido con dolor, muerte, y profundas cicatrices, pero pensamos, como cantaba el poeta, que valió la pena jugarse y vivir. Y acá estamos, para seguir luchando.

 

Batime que existen amigos derechos,

Mujeres enteras que saben querer.

Y tipos con tela que se abren el pecho,

Si ven que la vida te puso en el riel...

 

No nos rodean amigos derechos, se entregaron; por el odio que les inocularon; a esta cruel caricatura de democracia, máscara de un gobierno de ricos.

Menos aún nos representan compañeros, los que muy por el contrario, eligieron el bando contrario, traicionando ideales y principios, y a nosotros.

Si existen mujeres enteras dispuestas a luchar, pero están muy solas, muy acosadas, perseguidas, estigmatizadas, porque nunca se han hecho “amigas del juez”, como si lo hicieron enorme cantidad de machistas, que salieron debajo de sus polleras, para esconderse bajo el escritorio de algún Cortesano.

No existen más, quienes se abran el pecho, por vernos en el riel, o en la vía de salida. Gozan su mundo de bolsillos propios, de supremacías irreales, de falsos nacionalismos, mientras ejecutan la execrable entrega de la soberanía, y vacían su país rico, para venderlo, y que, a pesar de todos ellos, aún subsiste.

 

Contame la justa de un lecho de rosas.

¡Estoy tan cansado de andar por andar!...

Contame una historia con gusto a otra cosa,

Y en la piel del alma poneme un disfraz.

 

Uno es experimentado, tiene muchos años en esto, sabía lo que se venía, cuando escuchábamos al irreal burócrata que nos pusieron, por esto no podemos contar otra historia que no sea un camino de espinas, y menos a aquellos que lo votaron por odio a la Historia, que, sin ser un lecho de rosas, podíamos vivir en una medianamente organizada.

Lo único de lo que tenemos que estar orgullosos los verdaderos peronistas, es que no nos cansamos de andar, seguimos los designios de nuestro líder, y la enorme Evita, gozamos los períodos de Néstor y Cristina, disfrutamos todos los derechos que esos peronistas nos legaron, y hasta toleramos a aquellos que los odian, que no dejan de gozar los mismos derechos, como nosotros.

 

Contame una historia...

Mentime al oído

La fábula dulce de un mundo querido, soñado y mejor...

Abrime una puerta por donde se escape

La fiebre del alma que huele a dolor...

 

No podemos contar historias mentirosas los jubilados. No fabularemos con un mundo querido y mejor, no obstante seguiremos gozando con el arte que nos dejó el desaparecido negro Juarez.

La historia es una sola desde hace casi un año. De una crueldad mortal, tanto que lideramos el plan de Miseria Planificada, impuesto desde ese mundo financiero, tan alejado a nuestros sentimientos.

 

CONCLUSIONES

Decía Néstor Kirchner en el año 2009, en Santa Fe: “Tengan en claro que cuando nos atacan, nos atacan no por las cosas que hicimos mal o las que no hicimos todavía, nos atacan por las cosas que hicimos bien, no nos perdonan haber devuelto el principio de justicia en la Argentina y haber terminado con la impunidad”

Néstor hace 15 años nos decía porque nos odian a los peronistas, pero nunca sabremos porqué nos odian a los Adultos Mayores, a sus viejos, abuelos, padres, debido a qué tanto resentimiento los consume. Que mal habremos hecho para que vivan buscando la solución final a nuestras existencias.

Porqué, (como toda la sociedad) sufrimos un mentiroso efecto devaluatorio, sin contemplar las necesidades de los ancianos, licuando más los escasos haberes. O congelan ayudas (bono) hasta eliminarlos, ó sacan y encarecen medicamentos, y nos denigran a “demostrar” nuestra pobreza para mantener el derecho a sobrevivir. Además, con estigmatizantes gestiones burocráticas.

Porqué, los estafadores / fugadores se mofan del jubilado, cuando mienten con una pobreza del 11%, y su Indec, dice que, el 4% de los mayores de 65 años son indigentes, y el 26% pobres, totalizando un 30% que en realidad, desconfiamos de sus informes, a los que denuncian truchos ellos mismos.

Terminamos, rememoraremos en memoria del inolvidable negro Rubén Juarez, la hermosura de su poesía en “Contame una Historia”.

Alberto Gomez

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