¿Cuánto tiempo más?
21 de septiembre de 2024
Después del discurso explÃcito de Milei en la convención de la UIA mientras instaba a los empresarios a masturbarse junto a él para ser parte del morbo placentero de un obseso desequilibrado, gritaba exultante: “Vinimos a achicar el Estado para agrandar el bolsillo de ustedes”.
Todo un éxito propio de un casting para Torrente 6. En base a dadivas y billetera logró frenar una recomposición miserable para los jubilados. Juntó una casta institucional de legisladores afines a este gobierno de cipayos y bandidos para festejar con un asado en Olivos que no hay aumento para los jubilados, tampoco remedios ni esperanzas. Se juntaron además para coordinar vetos, privatizaciones, persecuciones polÃticas y gremiales. Lo vemos sin anestesia en el conflicto de AerolÃneas, lo leemos en sus redes y las de los libertudos. Adorni todos los dÃas lo ratifica cuando habla en la rosada. Y lo constatamos con el ensordecedor silencio de algunos. De golpe se terminaron los denunciadores seriales.
“El 57% de los niños viven en hogares que no pueden cubrir sus necesidades no alimentarias, como la ropa y el transporte” sostuvieron desde el comité de la ONU, mientras confirmaron que hay altas tasas de pobreza y extrema pobreza entre las y los menores de edad y los sectores más vulnerables de la sociedad argentina. Una lectura externa brindada desde un organismo multinacional refuerza lo que vemos a diario en toda la Argentina cuando andamos un poquito las calles. El informe no termina ahÃ, la ONU denuncia también el protocolo comúnmente conocido como “antipiquetes”, que “restringen los derechos de los niños para participar en protestas” entre otras cosas.
Bueno, una que Milei cumplió: nos puso de vuelta en el radar de la opinión pública internacional.
Nada explica que un menor no pueda participar de una movilización o reclamo polÃtico por el solo hecho de ser menor de edad, mucho más si el supuesto delito es ese: ser menor de edad durante un gobierno que vocifera a los cuatro vientos la intención de bajar la edad mÃnima de imputabilidad para encarcelar menores. O sÃ, se explica. simplemente es parte del desquicio y maldad de funcionarios y opinadores cuando dicen que alguien es chico para protestar, movilizar o exigir derechos por sà mismo, pero es un adulto para ir preso. Que la policia gasee y reprima menores es culpa de los padres, de una madre que vive con 180 mil pesos por mes, ella y su hija en una pensión.
Pero no solo la ONU alzó la voz ante la represión y el hambre. El Papa Francisco también fue parte de un reclamo público: “En vez de pagar justicia social, el Gobierno pagó el gas pimienta” dijo el sumo pontÃfice ante la represión a niñas y viejos en la reciente movilización durante la aprobación institucional al veto de la ley que planteaba un insignificante aumento para los jubilados.
Cuando un gobierno hambrea y reprime jubilados, mientras gasea a una nena de diez años, es difÃcil establecer cuál será el lÃmite de un presidente que habla con perros muertos que le dicen que siga las instrucciones del FMI, Elon Musk o el espÃritu de Margaret Thatcher. Ya deja de ser un paso de comedia de un excéntrico panelista de televisión gritando con una motosierra. La obra pasa a convertirse en una tragedia. Una obra tan trágica como el discurso de la clase polÃtica apelando a la institucionalidad pidiendo tiempo. Cuánto tiempo tienen esos pibes y pibas bajo la lÃnea de la indigencia, los que no cenan nunca hace meses, los que no tienen ni la posibilidad de sonreÃr un ratito. Cuánto tiempo tienen los jubilados enfermos, también con hambre y sin remedios porque se los sacaron. Cuánto tiempo tiene el laburante que no solo no llega a pagar el alquiler o los servicios para su familia, sino que tampoco puede viajar al laburo en una Argentina donde el desempleo o la informalidad sin derechos empieza a ser más común que antes. ¿En serio nos dicen que hay que darle tiempo y dejarlo gobernar? ¿A quién le falta sensibilidad? ¿Al gobierno de mamiocos hijos de puta o a la clase polÃtica preocupada por sus prebendas y contratos? Al final, Milei nos confirma que hay una casta y no la terminó como prometÃa, solo se incorporó él y sus amigos a ella. Eran casta aspiracional y les salió bien el truco. ¿Será que nuestra Patria ahora tiene su propio Luis XVI con corte, nobles y todo? Todos sabemos que la historia no se repite tal cual, pero...