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Dedocracia, la eterna normalización del IUPA


23 de marzo de 2024

Primera parte de una serie de tres notas. El movimiento estudiantil en el Instituto Universitario Patagónico de las Artes -IUPA- (General Roca, Río Negro) tiene un objetivo principal: la democratización de su universidad con espacios de representación para el estudiantado.

Francisco Amusategui

El Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA) con sede principal en la ciudad de General Roca, Río Negro, se encuentra en un proceso de normalización universitaria desde su creación. Con títulos que gozan de validez nacional, 29 carrera y centenas de ingresantes cada año, se posicionó como una de las primeras opciones para jóvenes que buscan perseguir una carrera de artes.

En esta serie de notas se abordará las perspectivas de tres claustros del IUPA respecto a su normalización: el claustro docente, el claustro no docente y el claustro estudiantil. Esta semana, nos ocupa este último. 

“En IUPA tenemos un nuevo rector normalizador, que viene con una clara consigna de acomodar las cuestiones económicas. Con eso se puede ver que vienen recortes por todos lados. Toda la comunidad educativa esperaba que hubiera despidos”, declaró Jimena Jimenez, presidenta del Centro de Estudiantes de la institución.

En diciembre de 2023 el abogado Félix San Martin fue designado por el gobernador Alberto Weretilneck para asumir el cargo de rector normalizador. El IUPA no cuenta con consejo superior o con un rector democráticamente electo desde su creación en 1999. El rol de normalizador fue ocupado por Norberto “Tilo” Rajneri desde su creación hasta el 2013; lo siguió Gerardo Blanes, designado por Weretilneck durante sus dos primeros mandatos, hasta 2019; luego ocupó el puesto Armen Grigorian, designado por la ex gobernadora Arabela Carreras hasta el 2023.

Las sospechas de la comunidad educativa del IUPA se confirmaron cuando el 28 de febrero, dos docentes con más de diez años de trayectoría en la institución, fueron desvinculados de sus puestos sin justificación. “A partir de hoy, 29 de febrero me han desvinculado de la universidad y no me van a renovar el contrato”, contó Gustavo Lesgart en una publicación de la cuenta de Instagram del gremio docente ADIUPA.

Tras los despidos, el centro de estudiantes del IUPA convocó a acompañar una medida colectiva de protesta con los gremios ADIUPA y CITRAIUPA, donde elevaron una nota pidiendo respuestas al rectorado por las desvinculaciones sin justificación.

 

La democratización y sus trabas

Según las representantes del centro de estudiantes, el mayor objetivo del movimiento estudiantil del IUPA es la conformación de un consejo superior. Este no ha sido un proceso sin dificultades. “Las dos principales trabas con las que nos encontramos son una de clave burocrática y otra económica”, contó Keila Beinaravicius, vicepresidenta del CDE. Explicó que ambas trabas tienen que ver con los concursos docentes. Burocráticamente, hay información que el IUPA no le está brindando al estudiantado, tal como padrones docentes y estudiantiles, actas de contrataciones. Además, las tres representantes afirmaron que no se están realizando concursos formales.

La traba económica que mencionó Beinaravicius tiene que ver con la falta de fondos asignados para que la universidad funcione formalmente como tal y pueda diferenciarse de un instituto terciario. Para eso es necesario la asignación de horas de investigación pagas y ayudantes de cátedra entre otros cargos.

 

Un auge de politización

En una entrevista con InfoNativa, la presidenta, vicepresidenta y secretaria general del centro de estudiantes contaron que el contexto nacional se refleja en IUPA y cómo eso implicó un “auge de politización” del claustro estudiantil. “El contexto nos está empujando para involucrarnos más. De pronto sentís que te zarandean y te dicen organizate, defendé lo tuyo”, dijeron.

El IUPA, a diferencia de otras universidades, tiene dos particularidades: en primer lugar, es una universidad financiada por el Estado provincial de Río Negro. En segundo lugar, su edificio no pertenece a la administración de IUPA o al Estado, sino que un tercer actor es su dueño: la Fundación Cultural Patagónica. La fundación tiene un convenio a cien años en el que ceden la administración del edificio a la gestión de IUPA, además de que prestan un porcentaje importante del equipo de trabajo que la universidad utiliza (instrumentos musicales, cámaras. iluminación). Según el discurso oficial, la Fundación no tiene peso en la toma de decisiones respecto al manejo de la infraestructura de la universidad. 

Las tres miembros de la comisión directiva del centro de estudiantes, también comentaron sobre las complicaciones que les representaron algunas reglas que la Fundación tiene al momento de organizar las elecciones del centro de estudiantes y al estudiantado en general: “...entra mucho lo político. Si queremos pegar carteles en las paredes de los pasillos hay que pedir permiso a la Fundación. Ellos no quieren que se peguen carteles. Lo mismo si queremos pintar algún espacio. Hay cuestiones básicas para nosotros como poder pegar un cartel con libertad y ahí entran las decisiones políticas.”

 

Coordinación entre universidades

Desde hace tiempo, estudiantes de las tres universidades presentes en la ciudad de General Roca, se esfuerzan de manera conjunta para lograr los objetivos particulares de las distintas universidades y también fines colectivos.

En la Universidad de Rio Negro, estudiantes coordinan activamente con las organizaciones estudiantiles de la Universidad del Comahue y del IUPA para conformar su propio centro de estudiantes. Al mismo tiempo, estudiantes del Instituto de Artes dialogan con estudiantes de la UNCo y la UNRN para que los acompañen en la conformación de su consejo superior y destacan la importancia de la colaboración entre estudiantes de todas las universidades para la defensa de la educación pública.

Francisco Amusategui

Estudiante de Lic. en Comunicación Social de la Universidad Nacional del Comahue. Periodista de oficio.

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