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El dilema de los pacientes con HIV


03 de febrero de 2024

La Disposición 891/2024 prohibió durante 8 días comercializar el medicamento antiretroviral más utilizado del mercado por “problemas de documentación”.

Florencia Defelipe

La salud sigue siendo un Ministerio en el gobierno de Javier Milei, pero con eso sólo no alcanza. El jueves 25 de enero, los farmacéuticos se despertaron con una disposición insólita en el boletín oficial. El ANMAT prohibió el medicamento “EMTRICITABINA Y TENOFOVIR DISOPROXILO FUMARATO TABLETAS, 200 mg/300 mg” el más común de los antiretrovirales, que toman los pacientes VIH positivo.

Aproximadamente 140 mil personas viven con VIH en Argentina y más de 68 mil personas utilizan el tratamiento, que se entrega de forma gratuita en los hospitales públicos.

En el portal argentina.gob.ar nos explican que estos medicamentos forman parte del programa “‘Tratamiento Antirretroviral’ que consiste en una combinación de diferentes medicamentos. El tratamiento evita la replicación del VIH. No cura la infección, pero evita que el virus se multiplique y afecte la salud. Es crónico, es decir que una vez que se empieza el tratamiento es necesario tomarlo todos los días, toda la vida.”

Según la información aportada en el boletín oficial, el poder ejecutivo asegura que la Dirección de Gestión de Información Técnica de esta Administración, no cuenta con registros de inscripción de estos productos “en los rubros medicamentos, productos médicos ni productos cosméticos.”

Los pacientes se acercan todos los meses a buscar las dosis justas para mantener este tratamiento y desde la fecha que ese decreto salió en el Boletín oficial, nadie ha podido llevarse la medicación de los hospitales. Cualquier farmacéutico que entregue un medicamento que haya sido prohibido la Administración Nacional de Medicamentos, puede hasta ser despojado de su matrícula.

Desde la oficina de VIH de la secretaria de Salud, afirmaban que se trataba de un “error” por parte del ANMAT, mientras aguardaban la rectificación. Ocho días pasaron desde el 25 de enero y recién ayer – viernes 2 de febrero – se presentó una “aclaración” para que el personal de salud vuelva a hacer circular el producto. Mientras se esperaba que esto suceda, más pacientes se iban de los hospitales con las manos vacías.

En el mercado, el medicamento cotiza aproximadamente a 500 mil pesos, a pesar de que el gobierno de Milei hable de un “Estado empobrecedor” es imposible imaginar a algún paciente con la capacidad de comprar las tabletas de manera particular en una farmacia.

Así como Sandra Pettovello dejó de enviar comida a los comedores barriales ni bien comenzó su gestión; esta maniobra del ANMAT parece ir en consonancia con golpear a un sector vulnerable de los argentinos.

No alcanza solamente con que Salud siga teniendo su caracterización de ministerio, si los ciudadanos no pueden acceder a los derechos que les pertenecen. ¿El Estado es el problema o las personas que lo administran de manera irresponsable?

Florencia Defelipe

Florencia Defelipe es periodista y locutora. 

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