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El vuelo de los cóndores


30 de septiembre de 2023

En una nueva entrega de Historia Nativa, el profesor David Acuña, nos propone honrar la memoria de los cóndores y la gesta patriótica que llevaron a cabo un 28 de septiembre de 1966 en nuestras Islas Malvinas.

David Acuña

Un año antes

Arturo Illia (UCR), presidente constitucional de una democracia amañada que proscribía al peronismo como expresión mayoritaria de la población, había logrado que el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas reconociera el derecho de nuestro país en su reclamo sobre los archipiélagos de Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, al considerar que desde 1833 el Reino Unido de la Gran Bretaña ejercía una situación colonial sobre el territorio. Con este trasfondo diplomático de fondo, el Gral. Juan Carlos Onganía, quien depone al gobierno de Illia y asume la presidencia de facto en el país, no tendría empacho tan solo diez meses después en recibir con honores al príncipe Felipe de Edimburgo y consorte de la reina Isabel II de Gran Bretaña. Sin embargo, la reunión pactada para el 28 de septiembre de 1966 entre el Gral. argentino y el usurpador inglés se vería frustrada por una gesta obrera de reafirmación soberana de nuestras islas.

 

Rumbo a Malvinas

El 28 de septiembre, el Douglas DC4 LV-AGG de Aerolíneas Argentinas despegaba desde el aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires con destino a la ciudad santacruceña de Río Gallegos. El vuelo llevaba un total de 42 pasajeros y 4 tripulantes de la aerolínea. Entre los pasajeros se encontraba el contraalmirante José María Guzmán, quien había sido nombrado gobernador del Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

Alrededor de las 06:05, 18 jóvenes que habían abordado como cualquier otro pasajero, se identifican como integrantes del Comando Cóndor y toman el control de la aeronave desviándola a Malvinas. Se iniciaba así la gesta de reafirmación soberana sobre nuestro archipiélago denominada “Operativo Cóndor”.

Su líder, Dardo Cabo, de tan solo 25 años, era afiliado de la Unión Obrera Metalúrgica, había pasado por las filas del grupo nacionalista Tacuara e integraba en ese momento el Movimiento Nueva Argentina quien articulaba con algunos grupos de la Juventud Peronista. Junto a Cabo en la conducción del operativo, se encontraban Alejandro Giovenco (21 años) y María Cristina Verrier (27 años y la única mujer del grupo). El resto de los comandos lo integraban jóvenes que iban entre los 20 y 32 años, mayormente obreros y empleados, aunque también había algunos estudiantes.

Una vez aterrizado el avión, los ejecutores de los cóndores llevaron a cabo la primera acción de reafirmación, que fue colgar siete banderas argentinas en postes y alambrados cercanos al avión, entonar las estrofas del Himno Nacional y rebautizar el lugar como Aeropuerto Antonio Rivero. Paradójicamente, el contraalmirante José María Guzmán, verdadera autoridad argentina sobre las islas, se negó a bajar del avión y entonar nuestra canción patria.

El operativo de reafirmación duró 36 horas, luego de las cuales los cóndores se entregaron ante

párroco local, luego de solicitarle que oficie una misa. La vuelta al continente se realizó a bordo del ARA Bahía Buen Suceso. En la embarcación, Dardo Cabo se dirige al contraalmirante Guzman con las siguientes palabras: “Señor gobernador de nuestras Islas Malvinas, le entrego como máxima autoridad aquí de nuestra patria, estas siete banderas. Una de ellas flameó durante 36 horas en estas islas y bajo su amparo se cantó por primera vez el Himno Nacional”.

La bandera de los cóndores

Los cóndores regresan al continente en calidad de detenidos. El juicio fue el 22 de noviembre de 1966, en Bahía Blanca. Los cargos principales de la fiscalía -entre otros- fueron "privación de la libertad", "tenencia de armas de guerra", "asociación ilícita", "intimidación pública", y "piratería". Los 18 cóndores fueron definidos como “facciosos” por la dictadura militar. Quince de ellos purgaron nueve meses de prisión y luego fueron dejados en libertad. Dardo Cabo, Alejandro Giovenco y Juan Carlos Rodríguez permanecieron tres años presos debido a sus antecedentes como militantes de la Juventud Peronista. María Cristina Verrier y Dardo Cabo se casaron en la cárcel.

Tras el golpe cívico-militar de 1976, varios de los cóndores fueron detenidos-desaparecidos y Dardo Cabo (quien era parte de la conducción de Montoneros) fue directamente fusilado.

Las banderas que los cóndores izaron en Malvinas se encuentran actualmente repartidas en el Mausoleo de Néstor Kirchner; la Basílica de Nuestra Señora de Itatí (Corrientes); en el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur (predio de la ex-ESMA); en el denominado patio Malvinas Argentinas de Casa Rosada; en la Cámara de Diputados; en el Museo del Bicentenario y en la Basílica de Luján.

Queda claro que, 18 jóvenes de origen obrero y popular, tuvieron mucho más coraje para llevar adelante una gesta de reafirmación soberana que la de todo un gobierno de facto que prefería codearse con el colonialista ingles entre té y masitas.

En la Argentina de 2023 honrar la memoria de los cóndores es asumir que todo aquel candidato o político que niega nuestros derechos soberanos sobre Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, es colaborador del usurpador británico, y como tal, enemigo de la Patria.

David Acuña

David Acuña, historiador, profesor y militante peronista. 

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