Estrés energético

“Estamos en el otoño más frío desde 1980, no pronosticado y con fuerte demanda de gas.” Esto tuiteaba el 28 de mayo Eduardo Chirillo, secretario de Energía de la Nación cuando defendía la gestión energética de su gobierno.

Lo cierto es que el frío sí fue pronosticado. El 26 de abril el Servicio Meteorológico Nacional publicó su informe trimestral en el que advertían las bajas temperaturas. A pesar de esto, no se tomaron precauciones para garantizar el suministro del combustible. Julián Rojo, economista del IIEP y especialista en políticas energéticas, afirmó en los medios que “No hay gas porque no compraron. En los últimos años, durante mayo tenían fecha de amarre unos 7 cargamentos de GNL por unos 12-14 MMm3/día durante el mes. Con fecha de amarre en mayo-24 solo hay 3 cargamentos por 5 MMm3/día. Bolivia, además, no puede mandar más de 5MMm3/día”.

En el mismo hilo de la red social X, el secretario de Energía responsabilizaba a la anterior gestión por la demora en la finalización de las obras asociadas al gasoducto Néstor Kirchner que, según los especialistas, podría haber abastecido la totalidad de la demanda en caso de funcionar al tope de su capacidad. Según Chirillo, esta demora se debió al accionar de la anterior gestión que además de demoras dejó las obras con deuda.

Flavia Royón, ex secretaria de Energía, cruzó al actual secretario en su red social. La ex funcionaria aclaró que, si bien algunas obras se demoraron por cuestiones climáticas, el actual gobierno debería haber firmado una adenda para continuar las obras en 2024 y que así hubiesen finalizado para mayo. Aclaró asimismo que las obras no tenían deuda y que, si bien una de ellas se excedió en presupuesto, la misma fue entregada en condiciones para relicitar y ser finalizada.

La escasez

Producto del incremento en la demanda y del descenso en la oferta, la última semana llevó a la población argentina a una situación de fuerte estrés energético. Las estaciones de servicio vieron interrumpido su suministro, así como importantes sectores de la industria.

Para suplir el faltante de combustible, el Gobierno salió a buscar importaciones de emergencia. Actualmente, Argentina está importando gas de cuatro países limítrofes: Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay. Con el objetivo de poder abastecer la demanda, que actualmente se encuentra en 80 millones de metros cúbicos diarios y duplica prácticamente la del año pasado, se licitaron también importaciones de emergencia de 12 cargamentos de fueloil y gasoil.

Mientras que aquellos establecimientos y fábricas que tengan contratos “en firme” ven el servicio regularizado por el momento, aquellos que tienen contratos “interrumpibles” siguen afectados ante la posibilidad de una nueva ola polar. Para agravar la situación, el gobierno autorizó un tarifazo de hasta el 400% en las boletas de gas el mes entrante.

Con una situación de fragilidad extrema y un debate caliente en torno a la cuestión energética, el Gobierno autorizó licitaciones de exportación de gas a Chile. Una de las licitaciones se encuentra en efecto desde principio de mes con una modalidad de contrato interrumpible. La otra, sin embargo, se firmó con una modalidad de contrato “firme” a comenzar en octubre. Un contrato “firme” quiere decir que las cuotas de exportación deben ser cumplidas sin posibilidad de interrumpirse en caso de estrés energético.

Por lo pronto, el Gobierno nacional retomó las obras asociadas al gasoducto Néstor Kirchner para duplicar su capacidad en un invierno que promete ser especialmente crudo.