Fe rabiosa en el vÃnculo sensible con el mundo; por qué defendemos la educación superior en las artes
20 de abril de 2024
¿Por qué es tan importante educarnos en las artes? Es la pregunta que se hace la autora en esta nota en la que reflexiona sobre la necesidad y la importancia de mantener vigente la formación artÃstica en las Universidades Públicas de la Argentina. Un llamado más a la lucha.
“Nuestra sensibilidad produce este efecto de romper en nosotros a cada instante esa especie de sueño que se concertarÃa con la monotonÃa de la vida profunda de las funciones de la vida.” (Valéry Paul, 1945: 87).[1]
¿Por qué es tan importante educarnos en las artes?
Tomo este fragmento de Paul Valery para reflexionar la importante de la vigencia de las formaciones artÃsticas en las Universidades Públicas de la Argentina.
Desde el sentido común más básico que pueda igualarnos como sujetos de una sociedad – el cual hemos perdido considerablemente estos últimos años- es más simple defender las universidades que destinan la mayor parte de su formación a carreras industriales, ciencia y tecnologÃa y medicina. Sin embargo, se vuelve difÃcil encontrar espacios de discusión para argumentar el por qué son necesarias las universidades de artes.
Soy graduada de la Universidad Nacional de las Artes, me vine desde una ciudad del interior de la provincia de Corrientes a estudiar la Lic. en Actuación. Actualmente estoy terminando mis tesis de dos posgrados en la misma institución, además soy docente universitaria y ayudante en materias de posgrado. Hablaré desde esa experiencia, desde una posición empÃrica que sabe mi cuerpo atravesar, pero también desde un punto metafÃsico y ontológico que habilitan las artes.
Las universidades que ofrecen formación en artes habilitan ni más ni menos la posibilidad de crear lo que sale de la lógica utilitarista que la industrialización y las nuevas tecnologÃas ofrecen en post de tener una existencia controlada que responda al funcionamiento de los aparatos de mercado esenciales para la conservación básica de la vida.
Pero mi pregunta es, ¿a qué llamamos vida? respirar y estar tirados en un sillón consumiendo lo que un algoritmo nos indique ¿es el proceso vital inacabado y original que denominamos existencia?
En ese embrollo de preguntas creo que es donde históricamente aparecen las artes, allà donde no hay respuestas entre el pasado y el futuro incierto junto con un presente mortÃfero es donde el tiempo se vuelve prismático y no hay respuestas binarias sino posibilidades creadoras a partir de la estimulación de la sensibilidad.
¿Por qué hablo de sensibilidad? Primero porque es una capacidad humana y el ejercicio libre de producir y absorber sensiblemente el mundo es un derecho humano y segundo porque sin sensaciones el mundo de la experiencia estética no podrÃa existir, pero no son sensaciones cualquiera, aunque sà las poseemos todes. Son dirá Valery el excedente de las sensaciones inútiles que el ser humano necesita para cumplir con el mandato utilitario del cotidiano capitalista –agrego yo-.
Es decir, detrás de la producción de bienes y servicios para el consumo, queda un resto que es único e intrasmisible, y es lo que gestemos con ese resto lo que nos hace singulares, lo que realmente nos hace humanos y proviene de nuestras capacidades cognitivas, afectivas, sensoriales y corporales sociales. Es decir, como trazamos nuestra vida en vÃnculo original con los ecosistemas; paisaje-tierra, cielo-cosmos, dioses-creencias y mortales-humanidad.
De ahà la importancia de trabajar a favor de estimular cada sentido que nos dará condición de posibilidad para crear nuevas miradas al mundo. Fomentar la formación superior en las artes nos habilita a relacionarnos de la expresión y el análisis crÃtico, porque la estética es polÃtica pero sobre todo se inscribe en un estado filosófico de las cosas al preguntarse sobre el ser y su capacidad máxima que es la de crear. Es por ello que sensibilidad no es tomado desde las artes como opuesto a inteligencia –las maquinas resuelven ejercicios numéricos y ni asà inhabilitan la pobreza o la guerra- más bien va ser su trampolÃn potencial hacia la real libertad.
Llamamos a estudiantes, artistas, docentes, no docentes, directivos y ciudadanes a la movilización por la defensa de la Educación Pública el miércoles 23 de abril.
La Universidad Nacional de las Artes hará su concentración en la sede de Bartolomé Mitre 1869 a las 15hs.
[1] Valéry, Paul. (1945) PolÃtica del espÃritu. Buenos Aires, Losada.