Jujuy, la crisis inevitable y el futuro de la Patria como sueño intacto
01 de julio de 2023
En una entrevista con Alejandro “Coco” Garfagnini, coordinador de la Tupac Amaru y el Frente Milagro Sala, abordamos esta compleja coyuntura, alertada por la crónica de una crisis anunciada en Jujuy. Ocho años de desvarÃos autoritarios de Gerardo Morales evidencian un resquebrajamiento inocultable. Milagro y sus padecimientos exhibidos por Morales y Larreta como vulgar campaña electoral. Una Patria que demanda respuestas militantes y los sueños intactos como semilla de futuro.
Ocho años de persecución polÃtica, de injusta prisión de Milagro. Ocho años que el gobernador Gerardo Morales la mantiene cautiva. ¿Cual es la razón profunda de semejante barbarie?
Jujuy es tal vez la provincia más latinoamericanizada de Argentina. Quizás porque está más próxima al norte de Chile, a Bolivia y a Perú que de Buenos Aires.
Por lo tanto hay que evaluar, digamos, culturalmente lo que significa la sociedad jujeña, que tiene una influencia, dirÃa, determinante de sus pueblos originarios, casi central.
En Jujuy la conquista no es un tema que se descubre en el manual de alumnos bonaerenses, no es una abstracción, sino que es parte de la historia familiar de la gran mayorÃa de los jujeños. No de todos, pero de la gran mayorÃa. Ahà la rebelión de Tupac Amaru, Tupac Katari y Bartolina Sisa, esos nombres tienen una vigencia quizás superlativa con respecto a otros patriotas nacionales que uno tiene como intocables y, bueno, incuestionables, que lo son.
En Buenos Aires no es común escuchar los nombres de patriotas como Tupac Amaru, Tupac Katari, Bartolina Sisa en Buenos Aires, o en Córdoba, o en Mendoza. Sin embargo en Jujuy es muy común, eso indica la influencia cultural de estos gigantes de la historia nacional.
Digo esto para entender un poco los parámetros culturales con los cuales hay que analizar al pueblo jujeño. Si no somos capaces de contextualizar esto, uno puede empezar a entender las razones por las que fue una de las provincias que iniciaron luchas y rebeliones. De los pueblos que se alzaron contra el sistema económico que se impuso en la Argentina en la década del 90.
Yo no quiero hacer paralelismos antojadizos, pero simbólicamente, Milagro expresa al conquistado. Milagro es colla, es negra, organizó su pueblo desde abajo, nunca quiso salir de su comunidad, que podrÃamos definir Jujuy. Siempre le costó, le esquivó a ser una dirigente nacional, por lo menos del prototipo de dirigentes que se tienen en la dinámica que pretende dirigentes nacionales en personas que desarrollan su referencia en el ámbito porteño.
La relación de Milagro con el sistema polÃtico siempre fue difÃcil, áspero, forzado. Siempre vio a los dirigentes polÃticos de palacio y sillón como ajenos a su pueblo. Yo me animarÃa a decir que con el único dirigente polÃtico que conectó fuerte, fue con Néstor Kirchner. No sé por qué, pero conectó, conectó muy rápidamente. Con Néstor no habÃa desconfianza, que con toda habitualidad Milagro tenÃa con las relaciones que mantenÃa los “polÃticos gringos”, como los define ella. La desconfianza era una cuestión ahÃ, estaba presente siempre cuando ella se tenÃa que relacionar con dirigentes polÃticos y gringos, como les decÃa. Con Néstor tenÃa una confianza genuina, natural.
En ese paralelismo que mencionaba antes, Morales claramente ocupa el rol del conquistador. En lo simbólico, Morales es eso. Es el jujeño que se regodea, le encanta, las reuniones de los cÃrculos polÃticos porteños, que se ofrece casi sumisamente a empresarios, y si son extranjeros mejor, que le hable al pueblo jujeño con esa soberbia del esclarecido que trata de evangelizarlos y si no entiende, palo y látigo, para que entiendan.
Morales reproduce simbólicamente la relación conquistador y conquistado. Ahà hay una semblanza fuerte en el vÃnculo entre Morales y Milagro. Milagro es la negra indómita. La que supo ser caudilla de su gente. Si Morales abandonara su cobardÃa, y se enfrentara cara a cara con Milagro, quizás la flaca le dÃrÃa las mismas palabras que le dijo Tupac Amaru al enviado del rey de España antes de morir: Solamente tú y yo somos culpables. Tú por oprimir a mi pueblo y yo por tratar de liberarlo de semejante tiranÃa. Ambos merecemos la muerte”, le dijo Tupac Amaru al enviado del rey de España antes que lo descuarticen y lo maten junto a toda su familia.
Con toda su familia, ¿no? Lo mismo que está haciendo Morales con Milagro.
Esos retazos de legado histórico, indelebles en el sentido historico del pueblo jujeño, cargan de densidad el estallido social y la persecución a Milagro. Pero imagino que hay puntos de tensión y crÃticos en la coyuntura que otorgan particularidad a la profundidad y permanencia en el tiempo de la lucha. ¿Cuánto de hartazgo con Morales, cuánto con el sistema polÃtico y cuánto con esta democracia hay en lo que sucede en Jujuy (teniendo en cuenta que se voto hace apenas dos meses)? ¿Y cuánto hay de fragmentación en los reclamos que marcan la crisis de representatividad?
A ver, la dinámica que viene llevando adelante Morales hace ocho años, ponÃa en evidencia que el pueblo jujeño en algún momento iba a explotar, era inevitable. Lo que uno nunca puede responder o saber es cuándo.
Jauretche decÃa que lo que piensa la gente no está dicho por lo que proclaman en voz alta, sino por lo que se dice en voz baja, y aún más, por lo que no se dice y está en el subconsciente. Y Jauretche tenÃa razón.
Ocho años de persecución y hostigamiento contra Milagro y la Tupac, están en ese subconsciente que seguramente no se expresó por el famoso “le pasó a otros y no a mÔ, porque el testimonio fue impuesto por una mixtura entre polÃtica de terror y campaña de estigmatización. Y además se focalizó la persecución en Milagro y los tupaqueros. La Tupac Amaru era una organización poderosa, que asustaba al poder económico y al poder polÃtico, y no pasaba desapercibda para nadie. Claro que siempre se cometen errores en ese permanente aprender mientras “inventamos o erramos” como enseñaba MartÃ. Pero no fueron nuestros errores las razones de nuestra persecución. Fueron nuestros aciertos en clave de legitimidad popular.
Con la Tupac Amaru diezmada, con la cabeza de Milagro en una pica y un discurso aterrorizante, Morales empezó después a extender negocios y acuerdos polÃticos, a colonizar las instituciones y depredar la Justicia. Y con eso en la mochila, extendió la persecución a otras organizaciones populares, y después a los trabajadores y sus organizaciones sindicales, y después a las comunidades originarias.
Además hay otros factores, claro. Y tiene mucho que ver la relación natural del que vive en nuestras provincias con los recursos naturales. Yo conocà y vi por primera vez un pozo petrolero de niño a través de una serie televisiva que se llamaba Dallas, que narraba los devenires de una familia millonaria petrolera norteamericana. Supongo que el pibe que vivÃa en ese mismo momento en Chubut o Santa Cruz tenÃa una relación cotidiana y distinta con esos pozos petroleros. Sus familias, obviamente, no eran millonarias.
En Añelo, ahà donde está la riqueza de Vaca Muerta, no hay gas de red. Y asà como pasa ahÃ, en Jujuy las comunidades viven arriba del Litio. Claro que tienen teléfonos celulares, pero el drama es que empiezan a tener escasez de agua que se usa para extraer ese litio. No es un texto académico o ecologismo porteño. Es abrir la canilla y que no salga agua, no tener para darle a tus animales, en familias crianceras. Y además, están parados arriba de una riqueza que se relata por el mundo, y ellos siguen siendo pobres. Pobres de toda pobreza.
Mientras Morales publicita en el extranjero las ventajas de explotar el Litio en Jujuy, y se saca fotos en Purmamarca con la hija de Donald Trump, y twitea con Elon Musk, y recibe la visita de funcionarios norteamericanos, los pueblos siguen sin agua y sin un mango. Mientras Morales hace su casamiento farandulesco y glamoroso también en Purmamarca, que es el portal del litio, y todo eso se incorpora al subconsciente, la mecha se pone cada vez más corta.
No es casual que una de las principales y más violentas represiones haya sido en Purmamarca. Un dÃa la chispa apareció, un conflicto docente que decide salir a la calle. La arrogancia del patrón de la provincia que reprime y les pega a esos docentes que le enseñan a leer y a escribir a sus hijos, muchos haciendo kilómetros en mula para llegar a las escuelas. Esos maestros se plantan y resulta que son tan pobres como las comunidades. Y los estatales también son tan pobres como los docentes y esas comunidades, porque ganan, algunos menos que un plan social.
Pero Morales se siente el patrón de la provincia. Es asÃ, no es un eufemismo. Y en una provincia plagada de conflictos, el tipo hace aprobar de manera vergonzosa una Constitución Provincial en forma exprés. El chabón quiere establecer como ley fundamental de la provincia que las riquezas no son para los jujeños, que las riquezas son para otros. Ofreciendole a los jujeños casi un sistema de esclavitud.
Entonces la pregunta se responde sola. ¿Cómo no iba a rebelarse el pueblo jujeño? ¿Quién no se rebela ante la esclavitud como destino? Si además ya no hay más nada que perder. Si no tenés ni siquiera la garantÃa de tener la tierra de tu comunidad, ¿qué más te queda? Eso es lo que está pasando, estaba en el subconsciente, y se está expresando.
Y claro que hay hartazgo con la polÃtica. La clase polÃtica quedó tan lejos de estos problemas que votar casi es un trámite administrativo obligatorio donde las ofertas son salame o mortadela, nunca jamón. Y además en el mismo pan, porque el sistema polÃtico jujeño es vanguardia del consenso del cipayismo. No es un hecho aislado que el presidente del PJ, que votó la reforma, siga siendo parte de la oferta electoral de Unión por la Patria. Por eso digo que es vanguardia del cipayismo, obviamente.
A veces escucho amigos del peronismo decir que lo peor que nos puede pasar es que la gente se aleje de la polÃtica, pero no pueden dejar de decirlo ante otros dirigentes. Son gente piola, incluso dirigentes que son compañeros. Pero hay muchos dirigentes en el peronismo que se solidarizan con Milagro, con las vÃctimas de la represión, y además tienen en sus manos las herramientas institucionales, jurÃdicas y polÃticas que otorga el Estado Nacional que podrÃan resolver esta tortura que lleva ocho años, no lo hacen. Eso sÃ, aprovechan que el salvaje de Gerardo Morales la exhibe ahora a Milagro para alertar sobre los peligros del retorno de “la derecha”. Ocho años de padecimientos. Ocho años, loco.
El problema no es que la gente se aleje de la polÃtica, el problema es que los dirigentes polÃticos se alejan de la gente. La rebelión y la lucha del pueblo jujeño es profundamente polÃtica. No sé cuánto se va a sostener en la calle frente a un Estado represivo, no sé si todos esos cortes de ruta que parecÃan ser la retaguardia del conflicto se podrán sostener. No pareciera que hubiera articulación entre ellos. Quizás la semana que viene vuelva la calma de los cementerios, pero a no confundirse, porque las luchas dejan saldos organizativos y elevan la conciencia del pueblo. Habrá ensayos de prueba y error, pero eso en algún momento se va a articular y va a ser invencible.
Jujuy está gritando, por más que nadie quiera escuchar, ese grito retumba en el subconsciente del pueblo argentino. Ese grito dice que no nos podemos acostumbrar a ser un paÃs plagado de riqueza y con un pueblo condenado a un destino de miseria.
"El problema no es que la gente se aleje de la polÃtica, el problema es que los dirigentes polÃticos se alejan de la gente"
Te escuché decir varias veces que si habÃa una caracterÃstica común entre Néstor Kirchner y Milagro Sala es la "Fe en el Pueblo". Que es como un fuego sagrado. Y algunas otras veces sobre cómo la democracia debilitada cuando la polÃtica no pasa por las unidades vecinales, las facultades, las fábricas o los colegios. Ya en una perspectiva general, o nacional, ¿como crees que estos factores inciden en ésta crisis de representación polÃtica?
Es un momento donde hay que recuperar el valor de la militancia. Si la militancia polÃtica es el puente que une nuestra ideologÃa con las luchas reivindicativas, deberÃa ser un instrumento fundamental para transformar la situación de sometimiento de nuestro paÃs, a través de la organización de nuestro pueblo.
También hay que darse una discusión más profunda sobre qué significa el poder. Porque el poder no se puede reducir al resultado de alcanzar la conducción del Estado. Con esas premisas se articuló una militancia durante la década ganada que resultaba una mera polea de transmisión de la polÃtica pública. Sin pensamiento crÃtico. Funcionó durante la década ganada porque la conducción del Estado estaba en manos de una fuerza polÃtica permeable a los intereses del pueblo y a las reivindicaciones de sus organizaciones. Pero cuando no tenes esa conducción del Estado, ¿qué haces? Y si analizás la historia, muy pocas veces tuvimos el Estado durante tanto tiempo como en esa decada de conquistas populares.
El poder afinca en la organización popular. En la capacidad que tiene nuestro pueblo de procesar polÃtica en sus genuinos lugares de articulación colectiva. En los sindicatos, en los clubes, en la sociedades de fomento, en las universidades, en las fábricas necesita volvera procesarse polÃtica. Necesita volver a parir militancia que tenga la capacidad de representar los intereses de los suyos.
Hay mucho poder en ese fenónmeno colectivo aglutinado por la solidaridad, por el debate, por la reivindicación, por la contención de los problemas comunitarios y la conquista de sus soluciones o la invención de la producción que le otorgue respuestas colectivas.
Siempre digo que si algo le aportó al movimiento popular la Tupac Amaru fue justamente haber demostrado que si te organizás, si sos solidario, si discutÃs y planificas, podes resolver las cuestiones básicas de tu comunidad, como la salud, la educación, el trabajo, la recreación y ser un poco más felices. Pero para eso hay que hacerse cargo del rol y el lugar que te toca en esta historia.
Una verdadera conducción es la que sintetiza toda esa rica producción polÃtica de la militancia y el pueblo. La dirección, en términos estratégicos, hacia la resolución de la contradicción principal, que a mi entender sigue siendo liberación o dependencia, y manteniendo unida a esa militancia, que es algo muy distinto armar unidad de proyectos distintos y contradictorios.
La conducción polÃtica no es una bolsa donde la militancia tira todas sus reivindicaciones y aspiraciones colectivas para que lo resuelva otro. Hay que hacerse cargo. Y también hay que saber que uno elige a quien quiere que lo conduzca. Y no al revés. No es una relación de dominación. Es una relación de reciprocidad y respeto. Por eso cuando aparece de las entrañas de esa militancia el elegido, nuestro pueblo se enamora con tanta facilidad que es inexplicable para la oligarquÃa.
No quiero dedicarle ni un renglón de esta nota a los profesionales de la polÃtica y a las disputas miserables y estériles de los palacios porque no quiero bastardearla. Ahà le echan la culpa al pueblo de sus pesares. Nosotros tenemos una profunda fe en nuestro pueblo. Somos muy distintos en eso.
¿Cómo salimos de este estado de crisis de representación que amenaza con profundizarse?
¿Y qué hacemos entonces? Es la pregunta, porque la respuesta tiene que estar en la militancia. Bueno, yo creo que lo que tenemos que hacer es promover mucha discusión polÃtica con la militancia, mucha irreverencia para no quedar atrapados en dispositivos posibilistas, y mucha acción, mucha lucha polÃtica en función de algunos ejes que nos permitan ordenar y acumular en el medio de la desertificación ideológica que vive el movimiento popular.
Hay que militar en la construcción de un gran frente contra el FMI que vino para quedarse, por lo menos, hasta el 2034. Y nada indica que las fuerzas en contienda electoral con alguna posibilidad de gobernar Argentina, estén pensando en desalojarlos antes de esa fecha. Esa tarea, es una tarea de construcción de poder de las fuerzas populares y va a requerir de mucha acción polÃtica permanente, por lo menos para que no impongan tan salvajemente sus planes de ajuste a nuestro pueblo.
Militar la construcción de un frente soberanista me parece la otra gran tarea. Nunca fue tan palpable y evidente el saqueo de nuestros recursos naturales, de nuestra tierra, de nuestro rÃo, de nuestro mar. Y nunca estuvo tan relacionada con la falta de trabajo. Antes discutir estas cosas, quizás, era entrar en terreno de debates meramente ideológicos y, por momentos, hasta abstractos.
Hoy la relación saqueo de bienes comunes y pobreza para los argentinos es una ecuación directamente proporcional. Somos un paÃs que produce alimento para 500 millones de seres humanos en el mundo y la mitad de nuestros pibes tiene problemas de alimentación. Somos un paÃs que va a resolver en el corto plazo la crisis energética de una Europa que padece el bloqueo yanqui a Rusia, pero tenemos tarifas dolarizadas, sin proyección de inyección en nuestra capacidad productiva e industrial.
Somos un paÃs que está entre las tres principales reservas mundiales de litio y no fabricamos ni una pila. Nuestra producción social está invisibilizada. La creatividad local para dar respuestas comunitarias no tiene impulso. No hay un plan estratégico de sustitución de importaciones, ni una polÃtica de arraigo y vivienda que dinamice rápidamente trabajo y producción.
Somos un paÃs biocéanico, bicontinental. Salen buques de nuestros puertos privados todos los dÃas y no fabricamos barcos. Tenemos una plataforma marina de las mas grandes del mundo, la mayor reserva de calamar, y la pesca ilegal y la legal extranjera termina poniendo nuestro pescado en los comercios de Europa.
En esta tierra existió el peronismo y sus planes quinquenales. No podemos vivir indiferentes a que nuestro comercio exterior esté monopolizado por multinacionales. Que vivan de joda fabricando importaciones y contrabandeando exportaciones para quedarse con la riqueza que se produce en el paÃs.
Es impensable en este paÃs, con tanta historia de organización polÃtica del movimiento nacional, que sigamos indiferentes a un sistema financiero moldeado por la dictadura. Bancos que se la pasan de fiesta con la deuda que garpamos entre todos. Un sistema financiero responsable de la fuga de capitales que caracterizó al macrismo, y que son los mismos empresarios que hoy siguen manoteando sectores completos de nuestra economÃa, como Marcelo Mindlin.
No podemos reducir estas discusiones a meras abstracciones. Son urgentes, en su debate está la clave para resolver el sentido de un proyecto nacional, hay respuestas urgentes a las necesidades mas dolosas de nuestro pueblo.
En nuestra militancia tiene que ser hegemónico el consenso que esas cosas nos pasan cuando el paÃs se administra con mentalidad de colonia próspera. No darse cuenta es ponerse tapones en los oÃdos cuando el embajador norteamericano lo dice a viva voz, cuando la generala de la cuarta flota, Laura Richardson lo expresa con tanta claridad. Los recursos naturales argentinos son un activo mundial, dicen. ¿Qué quiere decir? Son del imperio, son nuestros, no son de los argentinos.
Pero entonces, ¿cómo no vamos a poder construir un gran frente soberanista, que es más patriótico que eso? Y ahà hay que ir a buscar a todos, a las organizaciones de desocupados, a los sindicatos y a las pymes. Sólo sustituyendo importaciones con el actual aparato productivo que sobrevivió, se podrÃan generar 5 millones de empleo, explica, con datos objetivos, el economista Rodolfo Treber. La gran parte de ese aparato productivo son pymes o estructuras productivas locales y comunitarias.
Esta es otra gran tarea de la militancia que seguramente no veremos en la agenda electoral de estos meses. No somos locos, sabemos distinguir quienes son los mas malos de todos. Pero seamos honestos, éstos debates no están en la oferta electoral que nos propone el movimiento nacional.
Por último, hay que seguir cuidando a los compañeros. Y trabajar para que los compañeros construyan colectivamente en cada barrio, en cada territorio. Consolidando esa gran contención solidaria que son los comedores comunitarios, que permiten que todos los dÃas nuestros compañeros, mal que mal, puedan tener un plato de comida arriba de la mesa. Que permitió que sobrevivamos a la pandemia a pura solidaridad. Mirá si la solidaridad no es poderosa.
Seguir consolidando la representación en los sindicatos, que todavÃa les duele en las vÃsceras la situación de los trabajadores ocupados y desocupados, meter la discusión entre los intelectuales y los artistas populares. Hay que volver a poner en prioridad encontrarnos entre aquellos que seguimos viendo nÃtida la actualidad de la consigna que nos enseñó el peronismo sobre la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria.
Organización de la militancia, vocación de lucha, vocación de poder y fundamentalmente, mucha Fe en en nuestro Pueblo. Podremos perder muchas batallas, menos la última.
NdelE: A pedido del entrevistado y como corolario de ésta nota, un homenaje y un mensaje. Un poema y su potencia. “MarÃa Teresa Dri fue mi Vice directora cuando era docente en la escuela San MartÃn de Porres de Villa Hidalgo. Estuvo detenida bajo el PEN y liberada en 1975, abandonó los hábitos de monja y se exilió. A su regreso se dedicó a la educación. Una mujer de gestos duros y una sensibilidad extrema, nunca la volvà a ver y encontré este poema de ella sobre Milagro. En ella el homenaje a todos los docentes y a los que luchan toda la vida como Milagro.”
DÃas de intemperie
No son rentables dicen y ordenan el destierro.
Pero en dÃas de intemperie ancestrales
en esos dÃas
en que sorprende el silencio de tanto pobre y tierra usurpada
por ricos estancieros
hay mujeres que toman la palabra.
Hablan del trabajo, el esfuerzo y las ganas de vivir.
.
Ser testigo de su época- dice Ana - que dicen todas.
Ser testigo en dÃas de intemperie.
La libido inventa fantasmas y los devora
El odio, monstruos
Y los negocios and Company andan con neuronas averiadas.
Pero en esos dÃas de intemperie
la mujer dice:
Esta soy. Kolla. Nada más que kolla .
Estamos. Estos somos. Trabajo y dignidad.
En esos dÃas
la City escupe venganzas
festeja sus ganancias en Wall Street
y decreta hacer invisibles, kolla a kolla, pobre a pobre, uno a uno.
Pero
ese mismo dÃa de odios y de amores
la pantalla muestra
una mujer
menuda, pelo negro, pelo lacio, pelo corto,
testigo de tanta historia silenciada.
En dÃas de intemperie- dice Ana- en dÃas ancestrales
brotan
mujeres menudas, pelo negro, pelo lacio, pelo corto
Milagros y poemas.
Y el pueblo
de pié exclama:
¡Ã‰ste es el Poema.!
MarÃa Teresa Dri