La calle no es un lugar para vivir, tampoco para las mujeres
30 de noviembre de 2024
Esta semana fue el DÃa Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer, el primero durante el gobierno de Javier Milei, a casi un año de su asunción. Los datos son alarmantes, incluso si se los cruza con otras variables como el aumento de la pobreza. Las mujeres, travestis y lesbianas en situación de calle también sufren la discriminación machista.
Foto: AnalÃa Cid @analia.cid
Este 25 de noviembre, una vez más, estuvo atravesado por Ãndices y datos alarmantes, incluso si se los cruza con otras variables como el aumento de la pobreza. Las mujeres, travestis y lesbianas en situación de calle también sufren la discriminación machista.
Hasta octubre de este año la asociación civil La Casa del Encuentro tiene registrado que en 2024 en el paÃs fueron perpetrados 217 femicidios, 5 travesticidios y 3 lesbicidios. Al menos 22 de las vÃctimas tenÃan indicios de abuso y 5 de trata o trabajo sexual. Por estos asesinatos, motivados en razones de género, 276 niñeces perdieron a sus madres.
La violencia de género es ejercida por todas las clases sociales, y la pobreza no exime, recrudece. El documental “La cicatriz de la calle” realizado por la agrupación Aconcagua relata esa realidad a través de los testimonios de mujeres y otras identidades feminizadas sin techo. En el cortometraje filmado en una plaza en Temperley, las protagonistas señalan que a la violencia institucional y económica se suman los abusos y las agresiones patriarcales que suceden tanto en la vÃa pública como en los paradores y hogares.
El último Relevamiento Nacional de Personas en Situación de Calle, RenaCalle, indica que una de cada dos (el 52,3%) de las mujeres y personas trans y travestis entrevistadas “declararon haber sufrido violencia de género”. Si se tiene en cuenta que la indigencia se duplicó en sólo un año, pasó del 9,3% en el primer semestre del 2023 al 18,1% en el mismo perÃodo del 2024, el número de las feminidades sin acceso a la vivienda que sufren violencia por su condición de género es mayor.
Foto: AnalÃa Cid @analia.cid
El triple lesbicidio ocurrido en Barracas es un claro y lamentable ejemplo. Las cuatro vivÃan en situación de calle o riesgo de estarlo en el hotel familiar las Canarias. No sólo fueron hostigadas previamente en los paradores de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que habÃan realizado las respectivas denuncias, sino también en el hotel. La única sobreviviente del ataque realizado por un vecino de la pensión pidió ayer la remoción del juez que lleva la causa, Edmundo Rabbione. El pedido se basa, según el comunicado que emitió la querella de SofÃa Castro Riglos, en la falta de aplicación de perspectiva de género y revictimización.
La querella patrocinada por la abogada Luciana “Luli” Sanchez expresa que el magistrado “desconoce los derechos de SofÃa Castro Riglos como pareja conviviente de Andrea Amarante”. Además señala que la experta en criminalÃstica Silvia Buffalini descubrió que el juez no puso en marcha los protocolos adecuados para investigar femicidios. Entre las fallas denuncian que Rabbione no preservó el cuarto ni los objetos que resistieron al fuego para su protección como medios de prueba y que tampoco citó a los testigos que en los medios de comunicación habÃan manifestado que las atacaron por ser lesbianas.
El DÃa Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer fue establecido por la ONU en conmemoración de la lucha y por el asesinato de las hermanas Minerva, MarÃa Teresa y Patria Miraval por la dictadura de Rafael Trujillo en República Dominicana. Fue un hecho icónico de violencia polÃtica y de género. Como si esa realidad no existiera en nuestras tierras, el Gobierno eligió eliminar el Fondo Fiduciario para Asistencia a las VÃctimas de Trata en esta misma semana. Medida que se suma a la larga lista de recortes en programas, presupuesto y violencia simbólica diaria.