Falta de referencia de precios y la constante disparada de la inflación confluyen a una gran disparidad de precios que desestabiliza a cualquier consumidor. Es la síntesis que marca el último reporte de precios (RePre) publicado por Fundación Colsecor, que compara el valor promedio del cemento, la nafta y el gasoil en localidades del interior profundo y la Ciudad de Buenos Aires.

Se trata de relevar el valor de estos tres elementos que están relacionados a la producción, la construcción y el transporte o logística.

En este informe, se ha registrado que, en 30 localidades de distintas provincias, en el mes de febrero, la nafta, el gasoil y la bolsa de cemento sufrieron incrementos que no siguen un patrón común. “Ni el dólar oficial, ni el paralelo o “blue”, ni mucho menos el reporte de inflación -oficial o privado-” indican.

El precio de la nafta y el gasoil

Es considerable la brecha de precios que se encuentra si se compara el valor del combustible líquido en CABA con lo que se cobra en alguna localidad del interior.

Mientras el aumento en las provincias que marcaron las petroleras Axion, DAPSA, Puma, Shell e YPF fue del 11,3% en febrero, se registra que en la Ciudad de Buenos Aires fue del 6,4%. Para poner un ejemplo claro: mientras el litro de gasoil registraba un precio de $1352,54 en Camilo Aldao (Córdoba), en la CABA, durante el mes de febrero se lo encontró a $784.

Es decir que, hacia el interior del interior, inclusive el valor del litro llega a poder multiplicarse por dos.

“Durante el mes de febrero se completa la convergencia en el aumento de precios entre los combustibles en las localidades y CABA que, en los últimos meses, producto de los altos aumentos, había tenido un comportamiento por fuera de lo normal. Si se observa el acumulado de los últimos 12 meses de ambos combustibles es similar. Así, teniendo en cuenta el aumento del gasoil del mes de febrero, en las localidades se registró un incremento del 334% y en CABA del 348%”, indicó el economista Gerardo Sánchez, asesor de la Fundación COLSECOR.

¿Qué pasa con el principal insumo para la construcción?

En el caso de la bolsa de cemento de 50kg, cuyo valor promedio se encontró en $7.629, sufrió una variación en las provincias del 6,9% promedio -en relación a enero-. Una cifra que quedó bastante por debajo de la inflación del 13,2% que reportó el Indec.

Al mismo tiempo, indica el informe que el alza del interior se ubica por debajo de la que registró la bolsa de cemento de 50 kg en la Ciudad de Buenos Aires, que fue del 17,4% intermensual, y llegó a encontrarse a $10.120. Es decir, se observa un fenómeno similar al de los combustibles líquidos: la disparidad de precios según la localidad, puede llegar a multiplicarse por dos.

“Con respecto al precio del cemento, durante el mes de febrero se produjo un distanciamiento del precio de CABA con respecto al precio promedio de las localidades. Así, la diferencia de precios, que suele estar alrededor del 15% más barato en las localidades, pasó a ser del 25%. En segundo lugar, persiste un alto nivel de diferencia de precios entre las localidades, que se viene acrecentando hace seis meses, y se encuentran diferencias de hasta un 100%, cuando las que se encontraban previamente eran cercanas al 50%. Estos dos fenómenos se explican por un lado por el contexto de alta inflación, pero por otro lado por la caída en la actividad de la construcción. Durante el mes de enero se registró una baja del 19,9% del despacho de cemento según el indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) que publica el INDEC, con lo cual se prevé que dispersión de precios (entre CABA y las localidades y al interior de estas últimas) continúe, ya que la remarcación para recuperar la pérdida frente al resto de los precios de la economía va a ser proporcional a la caída de la actividad a nivel local”, aseguró Sánchez.

Vuelve a resonar entonces aquel consejo que hasta el cansancio repetía “Lita” de Lazzari en ATC, entrados los ‘90, “Camine, señora. Camine”, haciendo referencia a la necesidad de recorrer y buscar los precios que sean más convenientes para la economía familiar.