Lo que se viene: las promesas de Milei al FMI
03 de febrero de 2024
Mientras se empezaba a discutir la Ley Ómnibus en el Congreso el miércoles 31 de enero, el jefe de Gabinete Nicolás Posse estaba en Washington para tener una seria conversación con parte del directorio del FMI ¿Qué iba a discutirse? El Gobierno tenÃa la misión de convencer al Fondo de que el ajuste fiscal que no podrÃa hacer con el consenso del Congreso por la Ley Ómnibus lo iba a hacer de hecho.
Ajuste histórico
Cuando se habla de ajuste, hay que tener en cuenta la dimensión de la palabra en este caso. Ajuste de 6 puntos del PBI, es decir algo histórico nunca antes hecho bajo un Gobierno democrático.
Para esto, el Presidente anunció una combinación de “motosierra y licuadora”. Es decir, mientras reasigna y subejecuta partidas presupuestarias, deja que la inflación se coma un presupuesto que se arrastra desde el 2023 y que no tiene visos de tener ninguna actualización. Además, el Gobierno va a avanzar sobre los subsidios a las tarifas de transporte y energía.
¿Qué implicaría un ajuste de esta envergadura? Hay universidades como la del Nordeste que plantearon que, de seguir así, la casa de altos estudios tendrá que cerrar sus puertas en junio porque no podrá pagarles a sus docentes. Esta no es la única, hay otras en la misma situación. Es decir, vamos a asistir a un cierre de parte del funcionamiento del Estado, a centenas de miles de trabajadores en la calle y, por consiguiente, a una brutal contracción de la demanda.
Además, el Gobierno se comprometió a terminar con el cepo al dólar. Lo que en otros términos es otra importante devaluación que va a seguir licuando los salarios. Esto pretende hacerlo luego de una acumulación de reservas para el Central para hacer frente a la demanda. Lo que en otros aspectos significa una transferencia de dinero desde abajo hacia arriba. Lo que se saca de poder adquisitivo de trabajadores y jubilados, se utiliza para la compra de reservas y la venta de dólares a los especuladores que tienen instrumentos en pesos y en divisa estadounidense.
Las preocupaciones del Fondo
El organismo internacional emitió un informe luego de la reunión con el Gobierno y evidenció cuál es el compromiso de Milei y cómo ven el panorama. El FMI mostró su apoyo al oficialismo, razón por la cual le giró los 4700 millones de dólares correspondientes a este tramo para que se hagan frente a las obligaciones con el mismo Fondo. Sin embargo, mostraron cierto escepticismo sobre el triunfo de todos los objetivos de ajuste que se plantea el Gobierno.
“Existe el riesgo de que el paquete de políticas no pueda cumplir inmediatamente sus objetivos, lo que requiere una formulación de políticas ágil, planes de contingencia y la necesidad de ampliar aún más la asistencia social. Dicho esto, incluso si las autoridades no son capaces de cumplir plenamente sus ambiciosos objetivos políticos, aún se habrían dado pasos importantes para corregir la grave situación de los desequilibrios macroeconómicos. En este contexto, los riesgos empresariales siguen siendo significativos, aunque el potencial de que el programa incurra en grandes moras a corto plazo ha disminuido considerablemente”, sopesó el informe del organismo.
La traducción de estas palabras del Fondo es que quieren ver al Gobierno logrando derrotar al movimiento obrero organizado y los movimientos sociales, asambleas barriales y a la sociedad argentina, que es un ejemplo de sociedad movilizada a nivel mundial. En la última parte de la cita, menciona la posibilidad de abrir un poco el grifo de la ayuda social para descomprimir, dando cuenta que el Fondo acompaña al Gobierno, pero no termina de creer en su optimismo.
Al escribir estas líneas, el oficialismo se apresta a aprobar una limitada Ley Ómnibus. Sin embargo, los artículos de las privatizaciones de 26 compañías públicas y las facultades delegadas aún no cuentan con la totalidad de los votos necesarios. Si en la votación en particular, esos artículos centrales se caen, puede que se vea como una victoria con sabor a derrota para Milei.
Estas son las alarmas que observa el FMI para monitorear de cerca la situación y mientras escucha a Milei y le asiente, por un lado, desconfía y juega fichas con la oposición dialoguista por el otro. El FMI tiene historia con el país y lo conoce mucho mejor que Javier Milei.
Foto: Lucas Benévolo (Anccom)