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Milei y la táctica del exabrupto: dejemos de caer en la jugada preparada


31 de agosto de 2024

En “Ingenieros del Caos” Giuliano Da Empoli desmontó la táctica de la extrema derecha mundial para que nunca discutamos de lo que ellos no quieren hablar.

Matías Rodriguez

Milei comparte un posteo en el que se burla del diputado radical Martín Tetaz que aparece abrazado de Sebastián Kiczka, el diputado libertario, detenido por formar parte de una red de pedofilia. El posteo se “burla” de Tetaz por ser de baja estatura y parecer una víctima de Kiczka. Una “broma” de muy mal gusto y una banalización de un crimen horrendo como es la pedofilia. Luego retuitea una foto en la que se ve un jubilado que se tuvo que poner leche en la cara tras ser reprimido con gas lacrimógeno por su policía, durante la protesta en la que pedían no cobrar haberes de indigencia. “Qué lindo ver a viejos cagados como este con toda la cara llena de leche”, dice textualmente el posteo que compartió Javier Milei, Presidente de la Nación. Antes había dicho que le dicen “vaca mala” porque tiene pocos orgasmos debido a su exitosa práctica de tantra y hace años, en una charla en México, dijo que todos los de izquierda (chairas) “tienen el pene pequeño”.

Quienes tenemos posiciones de izquierda, peronistas o progresistas compartimos indignados las palabras de Javier Milei, con algún tipo de ingenioso copy, se lo enviamos a nuestros libertarios conocidos y esperamos que la gente despierte de esta pesadilla absurda para volver a las discusiones que teníamos antes, en donde lo peor que nos podía pasar era que gobierne Horacio Rodríguez Larreta, porque había logrado instalar “que gestionaba bien” y “laburaba mucho”.

Sin embargo, eso no sucede. Exabrupto tras exabrupto, hacemos lo mismo y nadie reacciona. ¿Qué pasa? Pasa que estamos yendo permanentemente a donde Milei nos espera, pasa que este tipo de táctica y golpe de efecto está estudiado mundialmente, pasa que tipos como Fernando Cerimedo, quien montó la campaña digital de Milei, fue el mismo que instaló la denuncia de “fraude” en Brasil contra Lula y es discípulo de Steve Bannon, otro gurú digital de la derecha mundial.

 

Empecemos por el principio

Cuando en el 2018 o en los años siguientes, antes de que Milei sea electo como presidente, escuchábamos este tipo de cosas, daba la idea de que Javier Milei se estaba equivocando, que este tipo de cosas le restaba y que la sociedad no podía identificarse con alguien que decía este tipo de barbaridades. Sin embargo, los resultados de las PASO y luego del balotaje en el 2023 demostraron que estábamos frente a un fenómeno político nuevo.

Según libros como la “Guerrilla de la Comunicación”, publicado por dos autoras con los seudónimos colectivos de Luther Blisset y Sonja Brünzels, pertenecientes al marxismo autonomista europeo, la izquierda debía abandonar la solemnidad y servirse de prácticas de la comunicación que resultaran novedosas y pudiesen transmitir las mismas ideas con nuevas formas más descontracturadas.

En el libro se citan múltiples ejemplos que surgen de diferentes expresiones de la sociedad contra políticos conservadores como el movimiento de los pastelazos. En este tipo de protesta, activistas como el editor de la revista High Times, Thomas King Forcade, lanzó tortas, pasteles, contra diferentes políticos conservadores que se oponían a las escenas sexuales en el cine o a los derechos de la comunidad LGBTQ.

En la “Guerrilla de la Comunicación” también se dan ejemplos de acciones de la llamada Internacional Situacionista, en la que activistas de diferentes países de Europa realizaban obras de teatro ridiculizando a los políticos de turno que llevan adelante medidas de austeridad contra la población.

La irreverencia que supo tener el progresismo o la izquierda desde los años sesenta hasta el siglo XXI, parece haber sido apropiada por la derecha y utilizada a su favor con otro tipo de contenido.

En el libro “Los ingenieros del Caos”, del escritor, sociólogo y ensayista Giuliano Da Empoli, se muestra cómo los nuevos movimientos de extrema derecha en todo el mundo utilizan los disparates, golpes de efecto e insultos para instalar los ejes de la discusión pública.

Esta estrategia tiene un combustible, un sentido de ser que en otros contextos dejaría a dirigentes como Milei, Bolsonaro o Trump como personajes fuera de registro o desagradables.

Según Giuliano Da Empoli la derecha logró canalizar la ira, el hastío y la frustración de una sociedad que lleva años de malestar.

De esta manera, a través de insultos, gritos y exabruptos que rompen todo límite de convivencia democrática, estos personajes dirigen los ejes de la discusión pública. La mejor manera que tuvo Milei de que dejemos de hablar de su derrota en Diputados con el cambio de la fórmula jubilatoria, es haber compartido la foto burlándose de Tetaz y banalizando la pedofilia. La mejor manera de que dejemos de hablar de cuánto gana un jubilado, es compartiendo la foto en la que se ríe de cómo reprimieron a los jubilados y así sucesivamente. Nosotros caímos una y otra y otra y otra vez ¡Basta!

Cada vez que Milei quiere hacer una de estas jugadas le tenemos que contestar con la boleta de gas, con la boleta de luz, con lo que cuesta un alquiler, con nuestro recibo de sueldo, con fotos de los precios de los alimentos. Discutamos lo que él no quiere discutir, si nos dice “pito corto”, “viejos meados” o lo que sea, problema de él. A nadie le importa nuestro indignometro, todo el mundo está tratando de sobrevivir, discutamos sobre eso y por favor, dejemos de ir a donde él nos está esperando.

Matías Rodriguez

Matías Rodriguez es periodista, colaborador de infoNativa. 

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