El jueves 22, previo al clásico de Avellaneda, Diego Milito anuncio en un video que será candidato a presidente en las próximas elecciones de Racing. Con la tonalidad y vestimenta de los “políticos profesionales” el príncipe hablo de grupos de trabajo, dar el salto de calidad y llevarlo a un nivel mundial.

Milito estuvo ligado a la conducción dirigencial en el periodo de 2017 al 2020 como responsable del futbol profesional. En ese lapso, su representante tenía dos jugadores en las divisiones inferiores y cuando el ídolo dejo su cargo, contaba con la representación de dieciséis juveniles, cuanto menos sospechoso.

En estos momentos, desde la asunción de Víctor Blanco como máxima autoodiad de club hace 10 años, la academia goza de una estabilidad económica importante, habiendo salido campeón en varias oportunidades y con un peso importante en la AFA. No es casualidad la incursión de Milito en estos momentos ni de quienes lo secundan.

Atrás de este armado político se encuentra Fernando Marín, quien se mantiene en las sombras porque es mala palabra en el mundo albiceleste dado que fue gerenciador diez años del futbol profesional de la institución, bajo el nombre de Blanquiceleste S.A.

Todos saben que no puede formar parte de ninguna lista dado que es una figura oscura para los hinchas que lucharon por volver a recuperar su club. También se encuentra la figura de Hernán Lacunza, el exministro de economía de Macri.

Cabe destacar que este armado está bajo la órbita de Mauricio Macri en particular, para seguir avanzando en su sueño húmedo de la privatización de los clubes de futbol. Los famosos grupos de trabajo son puestos por la estructura del PRO donde cuenta con gran ayuda de Horacio Rodríguez Larreta que, además de ser hincha de Racing, es el hijo del expresidente de la academia Horacio Rodríguez Larreta (padre).

Esta forma egoísta de expresar su voluntad por sobre los intereses de Racing no es nueva en el ídolo con dorsal veintidós en su espalda. Cuando definió su salida como manager de la institución, lo hizo antes del partido contra Flamengo por Copa Libertadores. En esta ocasión, fue previo al clásico contra Independiente. Mientras Gustavo Costas y Víctor Blanco estaban preparando todo para ese cotejo, la noticia fue una bomba para el mundo racinguista.

¿Por qué nos referimos a la candidatura de Diego Milito como presidente de una forma negativa para el club? Primero, porque es secundado por personajes oscuros para Racing que hicieron de un club social y deportivo una empresa gerenciando el futbol profesional. Segundo, porque el sector al que adhiere el príncipe es quien propone el modelo de las SAD para nuestro futbol y, en tercer lugar, por la falta de credibilidad que tiene Milito en sus acciones.

Un ex jugador millonario -como es el caso- prometió en su retiro que, con el dinero recaudado en ventas de entradas de su partido despedida, iba a construir un “Cilindrito” para las divisiones inferiores del club que iba a ser patrimonio de Racing. El ex jugador del Inter de Italia, faltó a su palabra argumentando que la empresa con la que organizó su evento de despedida lo había estafado. Una persona que quiere a su club y que está “salvado” económicamente podría haber respondido con su patrimonio a la promesa realizada al pueblo racinguista, pero prefirió mantener el billete antes que cumplirle a los socios e hinchas.

Para Claudio “Chiqui” Tapia, es un problema el desembarco de Milito en la política de Racing. No porque el Presidente de AFA este a favor de las asociaciones civiles sin fines de lucro y vea esto como un peligro para Racing, sino porque en el mundo de la rosca, con Independiente tomado por el PRO, esto le generaría una disputa de poder ya con los dos clubes de Avellaneda en sintonía con el sector privatizador. Recordemos que, más allá de que se hable que en la Asociación del Futbol Argentino no se permiten las SAD, tenemos clubes híbridos que funcionan como sociedades anónimas deportivas encubiertas en los casos de Talleres (Fassi) y Riestra (Stinfale) por citar dos ejemplos.

Será tarea de los socios de la academia abrir los ojos con respecto a esta nueva elección que tendrán en la institución, saber que el club debe cuidarse por encima de los nombres propios. Milito seguramente gane las elecciones porque es uno de los ídolos contemporáneos del club (aunque el nacido en 1979, desde 1992 hasta 1999 era socio e hincha de Independente, su archienemigo) y hasta el día que se escribe esta nota no tiene nadie en frente que le pueda hacer fuerza a nivel electoral. Mirar la vereda de en frente puede ser una posibilidad para los hinchas, sobre lo que quieren y no quieren para la institución. Hoy Racing se encuentra bien en lo económico y lo futbolístico, pero la incursión de los antiguos gerenciadores no significa que el éxito esté garantizado. Los socios que no conocen su historia, están condenados a repetirla.