17/7/2021
Opinión
#HistoriaNativa La banda de los entregadores. Caso 1: El clan Martínez de Hoz
La estructuración de la Argentina dependiente tiene su origen en las acciones de una minoría social que ha dado pasos conscientes en la búsqueda de beneficios y privilegios a costa de la subordinación nacional y la explotación del pueblo. Son “La Banda de los Entregadores”. A lo largo de una serie de notas, empezamos a contar su historia.

David Acuña
Publicado el 17 de Julio de 2021

Foto: Familia Martínez de Hoz, Mar del Plata 1941 - Revista Life-Hard Preston
El historiador y filósofo italiano
Benedetto Croce sostenía que “toda
historia es contemporánea porque, por remotos o remotísimos que parezcan
cronológicamente los hechos que entran en ella, es, en realidad, historia referida
siempre a la necesidad y a la situación presente”. A fin de cuentas, la
historia no es más que el espejito retrovisor de las acciones políticas,
económicas y sociales del hoy.
La estructuración de la Argentina
dependiente tiene su origen en las acciones de una minoría social que ha dado pasos
consientes en la búsqueda de beneficios y privilegios a costa de la
subordinación nacional y la explotación del pueblo. Esta minoría son “La Banda
de los Entregadores”, la cual está conformada por individuos, clanes familiares
y grupos económicos que operan coordinadamente.
A lo largo de una serie de notas, empezamos
a contar su historia.

Caso 1. “El Clan Martínez de Hoz”
José Martínez de Hoz fue el primero de su
prosapia en llegar a Buenos Aires en el siglo XVIII junto a su esposa María
Josefa de Castro Almadoz. Comerciante, posiblemente de esclavos, no tuvo
empacho en ser funcionario a cargo de la Aduana bajo las órdenes del Brigadier
General William Beresford, quien condujo la primera invasión inglesa sobre el
entonces Virreinato del Río de la Plata (1806). Es que Don José, al igual que
Mariquita Sánchez de Thompson, sentía esa ambivalencia entre serle leal a su
patria de origen o inclinarse por la del invasor y las retribuciones que éste
le podía dispensar por su traición y entrega. Luego, Josecito reaparece a las
crónicas de Buenos Aires durante las jornadas de mayo de 1810, donde no tuvo
empacho en el Cabildo del 22 de apoyar al virrey (institución que había
traicionado cuatro años antes) en contra de los patriotas. Los Martínez de Hoz
pertenecía al sector comercial-monopolista, el cual tenía mucho que perder con
una avanzada criolla en los lugares de decisión gubernamental. Parafraseando al
historiador Halperín Donghi, podemos señalar que la Revolución habría la
carrera del talento por sobre los meros privilegios heredados…. Y bueno, los
movimientos políticos de José entre 1806 y 1810 no abundaron en talento patrio.
José va a morir sin descendencia propia en
1819. Pero lo va a heredar su sobrino Narciso de Alonso Martínez quien había
sido adoptado por José otorgándole su riqueza, contactos y moral para llevar
adelante sus negocios.
Sarmiento esbozó sobre los ganaderos que
conformaron la Sociedad Rural Argentina que la oligarquía tenía olor a bosta de
vaca. Efectivamente, en el caso de Narciso fue así, no solo se dedicó a la
actividad agropecuaria, sino que fue parte de la primera SRA. Sociedad que
había obtenido del gobierno de Rivadavia unas 100 leguas de tierra que iban
desde la actual Mar del Plata hasta Quequén Grande y desde la costa atlántica
hasta cierras de Balcarce por el oeste. Al respecto de este acontecimiento, la
película “Awka Liwen” (2010) realizada por Osvaldo Bayer, Mariano Aiello y
Kristina Hille, da cuenta del proceso de cómo las tierras pertenecientes a la
primera SRA terminaron en propiedad de los Martínez de Hoz y como éstos fueron
acrecentando las dimensiones de sus campos de acuerdo se iba consolidando el
Estado Nacional conservador y oligárquico en el país.
De la segunda SRA, José Toribio, hijo de
Narciso, llegó a ser miembro fundador y presidente entre 1866 y 1870 de la
actual SRA. José Toribio, al igual que su abuelo José, supo aunar negocios y
política, sumando a su cargo de presidente de la SRA el de Senador Nacional por
la ciudad de Buenos Aires, el de Convencional Nacional de 1860, el de Presidente
del Banco de la Provincia de Buenos Aires y el de Presidente de la Comisión de
Reconstrucción de la Aduana.
Así como en el mundo animal el mejoramiento
de la carne vacuna se va logrando con la cruza de razas y manipulación
genética, en los sectores oligárquicos se logra con emparejamientos de
matrimonios. Así, la posición económica y política de los Martínez de Hoz fue
consolidándose con cruzas de parentesco con los Ortiz Basualdo, los Ramos
Mejía, los Acevedo, los Casares y los Bullrich, entre otros.
José Toribio fallece joven, pero su viuda
contaba con los recursos necesarios para mudarse a Europa. En Londres se casa
en segundas nupcias con el agregado naval de la legación portuguesa ante Gran
Bretaña, Juan Fonseca Vaz, conde del Sena, por lo cual se transforma en
condesa… a diferencia de los culebrones de las novelas latinas o turcas que
vemos por TV, los culebrones oligárquicos siempre terminan con títulos
nobiliarios, títulos profesionales o títulos públicos.

Contradiciendo al apotegma sarmientino que
dice “el mal que aqueja a la Argentina es la extensión” (cuestión bien
analizada por Arturo Jauretche en su “Manual de Zonceras Argentinas”), la
llamada Conquista del Desierto garantizó no solo más extensión y consolidación
territorial bajo el Estado Nacional, sino, el sometimiento definitivo de los
pueblos indígenas, la restauración de la esclavitud indígena, y la confiscación
de sus tierras para ser entregadas al núcleo de la oligarquía argentina, la
cual había patrocinado económicamente la campaña militar. Para esta época, y
tan solo cien años después de haber llegado a estas tierras, la familia
Martínez de Hoz contaba con 2,5 millones de hectáreas en propiedad… no
cualquiera, no?
El golpe de Estado de 1930 contra el
gobierno popular de Hipólito Yrigoyen inaugurará la Década Infame, período
caracterizado por crecientes desigualdades sociales, el fraude electoral, la
represión sobre el movimiento obrero y la concentración de la riqueza. Es en
esta época que encontramos nuevamente a los Martínez de Hoz llevando adelante
negocios y política. Efectivamente, Federico Lorenzo Martínez de Hoz, miembro
de la organización ultraderechista Liga Patriótica y presidente de la SRA, asumió
apoyado por el Partido Conservador la gobernación de la Provincia de Buenos
Aires… pero no llegó al final de su mandato porque debió dejar el cargo el 16
de marzo de 1935, luego de un juicio político por mal desempeño de sus
funciones. ¡Qué paradoja!, en plena Década Infame, en plena época de
negociados, Fede es depuesto de su cargo por acciones que ni la caterva de
golpistas y fraudulentos, pudo tolerar.
En 1946, el gobierno de Juan Domingo Perón
expropia el inmueble y parte las tierras de los Martínez de Hoz en la zona de Chapadmalal
para luego construir en ellas un sector de hoteles y colonias de vacaciones.
Parte de esas tierras serán recuperadas por los Martínez de Hoz luego del golpe
de 1955.
La saga del Clan Martínez de Hoz se va
completando con el más reputado de sus miembros. Nos referimos a José Alfredo,
“Joe” para los amigos, y jefe de la fracción civil de la última dictadura que
se hizo del poder del Estado entre 1976 y 1983 asesinado a 30 mil personas.
Fue Secretario de Agricultura y Ganadería y
Ministro de Economía durante el gobierno de José María Guido (1962-1963). El
último de los cargos los volvería a detentar entre 1976 y 1981.

Su actividad agropecuaria la desarrolló,
principalmente, en las estancias Comalal y Malal Hue. Fue presidente de
Petrosur S.A., titular de Acindar Industria Argentina de Aceros S.A., director
de la Buenos Aires Compañía de Seguros, director de la Edificadora S.A.,
director de la Compañía Italo Argentina de Electricidad S.A. (CIADE),
presidente de la financiera Rosafín S.A., y miembro de los directorios de The
Western Telegraph Co., Pan American Argentina, Constructora Columbus Argentina
y Paraná S.A. de Seguros. También llegó a ser presidente del Centro Azucarero
Regional del Norte Argentino y presidente del Consejo Empresario Argentino.
Bajo su dirección, la dictadura genocida,
impuso un plan económico destinado a la reprimarización económica, aumento el
endeudamiento externo con fuga de capitales, la valorización del sector
financiero, la concentración del capital y la fuerte integración del capital de
origen nacional con grupos económicos transnacionales. Su gestión estuvo
plagada de fraudes, estafas y aprietes, como fueron los casos de la compra de
Austral Líneas Aéreas, el de la Italo que nacionalizó por 394 millones de
dólares cuando estaba quebrada, el de Papel Prensa, entre otros.
La política económica impuesta por la
dictadura y dirigida por “Joe” Martínez de Hoz fue el inicio de la etapa
neoliberal en la Argentina. Políticas convalidadas por los gobiernos
democráticos a partir de 1983 hasta el estallido del 2001.
La política en la Argentina actual se sigue
debatiendo entre una minoría social capaz de llevar adelante las políticas más
nefastas y criminales en pos de sus beneficios de sector, y aquellos sectores
que siguen sosteniendo tozudamente que sólo el concurso organizado de las
mayorías populares puede garantizar un real desarrollo con justicia social al
mismo tiempo que se construye un Estado fuerte y soberano a los embates del
capital trasnacional.
Es necesario construir un NUNCA MAS
económico y condenar para siempre a la Banda de los Entregadores para no seguir
padeciendo la actual democracia de baja intensidad y las políticas cíclicas de
ajuste, desindustrialización y remate de la soberanía nacional.
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