20/1/2021
Política
Acuerdo YPF-Shell-Equinor: “No hay lugar para negociados con piratas y ladrones”
Así lo aseguran Juan Francisco Natalizio y Belen Ennis, directora del observatorio especializado en energía OETEC, en una columna de opinión que reproducimos en InfoNativa.
Publicado el 20 de Enero de 2021

El interés de Shell por la exploración y explotación de los hidrocarburos en el Mar Argentino es de vieja data, comenzó a principios de la década del 70 y desde entonces no se detuvo. Debemos remarcar que es una empresa inglesa, la misma bandera de quienes usurpan ilegítimamente tres millones de kilómetros cuadrados de nuestro territorio, saqueando los recursos naturales y siendo una amenaza militar para Argentina y Sudamérica. La asociación de YPF con dicha firma equivale a rubricar un acuerdo con nuestro enemigo geopolítico número uno, quien hace uso y goce ilegal del mar adyacente de Malvinas y ahora también del mar donde Argentina ejerce su soberanía plena.
Es importante resaltar que, además,
esta asociación sería una continuidad o un renacer de aquella
política impulsada por el ministro de economía de facto, Martínez
de Hoz, que como funcionario de la última dictadura genocida viajó
varias veces a Londres para avanzar sobre el tema. En uno de sus
viajes, en junio de 1980, declaró: "creo que podríamos avanzar
en lograr acuerdos de exploración petrolera conjunta".
La
capital de la pérfida Albión ya tiene en su poder el Informe
Griffiths y el Informe Shackleton, ambos estudios sobre las riquezas
del mar argentino, adyacente a Malvinas. Por lo que este tipo de
"pseudoacuerdos" sólo terminan beneficiando a los
intereses económicos de Londres, ahora también por intermedio de
Shell.
Desvincular a la cuestión Malvinas de
los negocios efectuados con esta y otras empresas británicas,
justamente en Mar Argentino, es un error y una falta de compresión
de la disputa. Recordamos que del reciente acuerdo YPF-Shell
participa Equinor, empresa que tiene entre sus directoras a una ex
asesora de los kelpers, quien también trabajo para Tullow, otra gran
ganadora del proceso de licitación del offshore argentino en tiempos
de Macri.
Respecto a Tullow, queremos destacar que esta
empresa operó en 2007 licencias de exploración otorgadas por el
ilegítimo gobierno colonial isleño. No se trata de una empresa
británica solamente, sino de una empresa británica que reconoció
como legítimo al ilegítimo gobierno que usurpa nuestra provincia de
Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur.
Estas licencias,
ubicadas sobre la cuenca sedimentaria que rodea a las Malvinas,
fueron vendidas a Rockhopper, otra petrolera inglesa que está a muy
poco de conseguir financiamiento para comenzar la fase de extracción,
o sea, de desarrollo de pozos para la producción comercial de
hidrocarburos en la Cuenca Malvinas Norte.

En consecuencia, Rockhopper ya cuenta con el estudio de la geología circundante a las islas, y debido a ello, cualquier descubrimiento o avance al que arribe será clave para el futuro prospectivo de la Cuenca al Sur de las Islas por la continuidad de los sedimentos. Pero todavía hay más.
Se trata de un dato neurálgico que vincula a Rockhopper con Shell. Como este Observatorio halló, la primera de estas empresas adquirió en 2005 las áreas que habían sido propiedad de Shell en los años 90 (Cuenca Malvinas Norte). De modo que la firma anglo-holandesa le vendió a Rockhopper información clave de sus perforaciones para que esta última diera finalmente con el pozo descubridor de Sea Lion en 2010, el prospecto más importante en la citada cuenca y uno de los más destacados del mundo
De ser así, toda la logística portuaria de las Malvinas deberá
readaptarse porque pasará a haber en los próximos cinco años una
presencia de entre veinte y veintisiete buques petroleros
extranjeros, por año, fondeándolas. De hecho, está en vías de
construirse un nuevo puerto que, se prevé, funcione a partir de
2024. En suma, las aspiraciones colonialistas del Reino Unido y la
OTAN en el Atlántico Sur, la región patagónica y la Antártida
argentina darán un estratégico e histórico paso si los planes de
Rockhopper se cumplen.
Estamos esperando hace 55 años que los
ingleses cumplan con la Resolución 2065 de las Naciones Unidas pero
con el control total del mar usurpado donde venden licencias de pesca
a otros países -y Argentina no toma medidas-, patrullan militarmente
la zona, avanzan en la exploración y explotación de hidrocarburos y
ahora extienden sus intereses económicos en otros sectores del
Atlántico Sur… ¿Por qué se sentarían a dialogar?
Es hora
de entender, de una vez por todas, que el Reino Unido de Gran Bretaña
e Irlanda del Norte es quien sigue usurpando ilegalmente nuestro
territorio en pleno siglo XXI. La Argentina debe ponerse firme: no
hay lugar para negociados con piratas y ladrones. Tenemos 649 razones
que lo impiden.
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