4/12/2020
Política
Calles verdes camino a la legalización del aborto
Se espera una masiva movilización a favor de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) para el 10 de diciembre, jornada en la que se votará el proyecto. La “ola verde” planea colmar las calles para demostrar que la mayoría pide la legalización del aborto y eso debe reflejarse en los votos de las y los representantes de la ciudadanía.
Publicado el 4 de Diciembre de 2020

Entrando en la recta final del debate del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en la Cámara de Diputados, los votos terminarán de decidirse en los próximos siete días, plazo crucial para el proyecto, que de aprobarse representaría un gran avance en materia de salud pública para las millones de mujeres y personas con capacidad de gestar.
Tras las sostenidas amenazas, persecuciones y ataques violentos del sector contrario a la legalización del aborto hacia las y los diputados “verdes” y los que aún no han definido su voto; el movimiento feminista baraja la posibilidad de volver a inundar las calles, aun más masivamente que en 2018 pero con los recaudos necesarios ante la pandemia de Covid-19; para demostrar que “la ola verde” sigue presente y cada vez más amplia y que la aprobación del proyecto es una urgencia y un reclamo de la gran mayoría de las mujeres y personas gestantes de la Argentina.
Desde el martes, el proyecto de legalización del aborto presentado por el Poder Ejecutivo, se encuentra en tratamiento en el Congreso. El cronograma contempla una serie de 70 exposiciones totales, con igual cantidad de voces a favor y en contra de la iniciativa, que concluirán el día de hoy para pasar a votar en el pleno del cuerpo de Diputados el 10 de diciembre próximo. En paralelo a la discusión del aborto, el Gobierno también envió al recinto el Plan de los 1000 días, que busca garantizarle el acceso a la salud y una asistencia a quienes decidan maternar y a sus hijos en los primeros años de vida. De esta forma ambos proyectos complementan una línea política, cuidar desde el Estado a las mujeres y personas gestantes, velar pos su seguridad y garantizar su salud, su vida y sus derechos ya sea que elijan continuar o interrumpir su embarazo.
Ambos proyectos, celebrados por el movimiento feminista, son una discusión en torno a la salud pública y el derecho colectivo de las mujeres a poder planificar sus vidas. No obstante, los sectores que prefieren mantener los embarazos no deseados en la clandestinidad, muchas veces porque están involucrados en la violencia por la cual llegan a surgir esos embarazos, o porque son parte del enorme negocio de abortos clandestinos, que no se preocupa ni por las personas gestantes ni por los fetos, sino únicamente por el dinero; desde hace décadas intentan torcer la discusión al ámbito de las creencias religiosas y la moral. Las presiones que reciben los, y sobre todo, las diputadas son tales para que voten en contra del proyecto que la Cámara debió disponer de un equipo de abogados penales para intentar garantizar la intimidad y libertad de las y los legisladores.
Para poder contrarrestar la presión de los poderes concentrados tras los pañuelos celestes, los pañuelos verdes esperan una gran movilización al Congreso en vísperas y durante la sesión de votación del proyecto, que todo indica que será el próximo jueves 10 de diciembre. Las masivas vigilias y movilizaciones del 2018 habían logrado por primera vez en la historia la media sanción del proyecto de legalización del aborto, la presencia masiva de mujeres en la calle demostró que no solo era un debate de interés público, sino que es una urgencia poner fin a las muertes y al sufrimiento de 500 mil mujeres y personas gestantes por año que deben someterse a la clandestinidad por estar penalizada y obstaculizada aun en los casos legales la practica de interrupción del embarazo. Por la pandemia esas movilizaciones se trasladaron a las redes sociales y a pañuelazos con distanciamiento social; pero ante el peligro de que las presiones de los sectores que pretenden perpetuar la clandestinidad del aborto, logren torcer las voluntades en el Congreso mediante amenazas y persecución; el movimiento feminista, las organizaciones políticas y sociales, los colectivos artísticos, cientificos, filosóficos, deportivos que ya se han posicionado en pos de salvar las vidas de miles de mujeres; esperan poder llenar las calles de verde la semana que viene, en defensa de la democracia, de la libertad de las y los diputados, y del proyecto de legalización del aborto.
Con pañuelo y barbijo como regla general, se espera que en los próximos días se difundan los detalles de la convocatoria y que la masividad de la “ola verde” logre equilibrar la balanza para que pese más la democracia y la salud pública, que el negocio de los abortos clandestinos y el silencio ante la violencia y la vulneración de derechos.
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