26/11/2022
Política
Economía de miseria y los milagros sencillos
Somos un pueblo de milagros sencillos. Y de Milagro Sala con 2507 días presa, como testimonio de la vitalidad de los pactos democráticos que son amables con el sistema político y duros con los humildes. Pueblo que anda en la búsqueda de un modelo económico que no lo pretenda llevar a los cachetazos al fondo de los consensos.

Fernando Gómez
Publicado el 26 de Noviembre de 2022

Una editorial en las vísperas de un partido
en el que la selección se juega demasiado para clasificar, tiene pocas
expectativas de reorientar prioridades. Y así todo, ahí va, como ilusión
intacta de ganar la tercera, de poder encontrar destellos de la inevitable
presencia de Diego en la cancha, justo ahora, que tanto lo andamos extrañando.
Nos enfrentamos a México en unas horas,
aunque el gobierno nacional decidió desencontrarse con López Obrador hace una
semana ya, justo cuando se definía el asiento presidencial del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID).
“El presidente mexicano lamentó que el gobierno argentino haya acordado con
Brasil la designación del nuevo presidente del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID). México había respaldado la candidatura de Gustavo Béliz
cuando éste había sido propuesto por Argentina, y esperaba que en esta
oportunidad se devuelva el favor para con el candidato mexicano. Sin embargo,
Alberto Fernández apoyó al brasileño llan Goldfajn, funcionario del FMI muy
cercano a Washington” sostiene Leila Bittar desde las
páginas de Radio
Gráfica.
“Ojalá que les cumplan” dijo López Obrador
en referencia a la decisión del gobierno nacional de alinear sus intereses con
Estados Unidos y el FMI para imponer al candidato de un Brasil que también
parece acercar posiciones al Norte del Río Bravo.
El fútbol es fútbol, y ahí hay que ganar.
Pero edificar un destino común en la Patria Grande requiere de decisiones
políticas que eviten semejante desencuentro, máxime cuando López Obrador
promovió que Alberto Fernandez presida la CELAC, justamente, para hacer todo lo
contrario a alinear intereses con Estados Unidos.
Bueno. En definitiva también fue votado
para desarmar las Leliq, dejar de pagar millonarias sumas de pesos a los Bancos
y con esa plata recomponer salarios y jubilaciones, y así andamos, con los
salarios y las jubilaciones en niveles de pobreza escandalosa y las Leliq
garpando 17.000 millones de pesos por día de intereses a diez bancos.

Hablando de eso, justamente
Después de tres años de gobierno, seguir
recordando que fue promesa de campaña reconstruir los salarios y las
jubilaciones, lejos de ser una noticia, es una certeza incólume acerca del
desvío de rumbo que asumiera el gobierno respecto a las promesas electorales y
la evidente defraudación de la expectativa social que depositó un voto para
modificar el rumbo de la alianza Cambiemos.
Pero no deja de sorprender que promediando
tres años de deterioro del poder adquisitivo, se pretenda seguir presentando
las recomposiciones a la baja de los salarios y las jubilaciones como una
victoria política que merece ser reconocida y celebrada. Un descalabro moral y
ético que acompaña confusiones, olvidos y desatinos ideológicos.
Esta semana se conoció que tras la reunión
del Consejo del Salario se establecieron nuevos aumentos al salario mínimo,
vital y móvil. 69.500 pesos se estableció recién para marzo de 2023. En octubre
una familia de 3 miembros precisaba 111.000 pesos para vivir. Ni metiéndole
magia a la calculadora se salva el análisis.
Le metieron el gancho al acuerdo los sectores
empresarios en su conjunto, la CTA y la CGT y la oposición de la CTA Autónoma.
Tras eso lo celebraron Sergio Massa, a cargo de economía, Kelly Olmos, a cargo
de Trabajo y el propio presidente Alberto Fernández. El tono celebratorio del
movimiento obrero y un gobierno que en los papeles está llamado a representar
al peronismo es una evidencia del tamaño problema que enfrenta nuestro destino
nacional en el tiempo porvenir.
Si las jubilaciones se anunciaron en medio
de sonrisas, el aumento en el salario mínimo, se celebró por la capacidad de
aglutinar consenso. El acuerdo que se va a pagar en marzo de 2023, a noviembre
de 2022, está un 50% por debajo de las necesidades para comer, vestirse y vivir
bajo techo. Y después se enojan si el pueblo los putea.

Alberto Fernández, Sergio Massa, Kelly Olmos y Juan Manzur, entre otros, en el anuncio del acuerdo, junto a empresarios y sindicalistas..
Menos mal que hay diálogo
Pacto democrático y consenso económico,
postuló Cristina Kirchner en los dos últimso actos. Mas allá de las
expectativas o el contenido de los discursos, una postal muy actual del
consenso económico y del pacto democrático es la foto que ilustra el acuerdo
que permitió alcanzar el miserable aumento del salario mínimo vital y móvil.
Nadie podría negar que las cámaras
empresarias, la mayoría de representación gremial y el Estado Nacional
asumiendo como desafío que los salarios tengan baja participación en la renta y
que exista acuerdo sobre el sendero de dependencia que traza la agenda
establecida por el FMI, es una muestra brutal de consenso económico y pacto
democrático establecido por las fuerzas sociales que componen el devenir
nacional.
El gran problema es que el Pueblo está
afuera, en pelotas y a los gritos. Y no hay sistema político que aguante mucho
con el pueblo viviendo para el carajo. Habitan ahí preocupaciones mayúsculas
para la salud democrática que los acuerdos partidarios que facilitan distribuir
cargos, alternancias y altisonancias discursivas para alimentar debates en los
que nunca nada se resuelve.
Y para el colmo los pobres
Los que parecen estar llamados a sentarse
de los pelos en la silla del pacto democrático y poner lo que tengan en el
bolsillo arriba del consenso económico, son los pobres.
Una vez conocido el aumento del salario
mínimo, algunas voces -incluso del movimiento obero- se alzaron en
responsabilizar a los beneficiarios del Potenciar Trabajo de la imposiblidad de
una recomposición plena del SMVyM.
El dilema, según narran los voceros ocultos
del Ministerio de Trabajo ante los romanceros de C5N y el Grupo Indalo, es que
al estar anclado el Potenciar Trabajo a un 50% del salario mínimo vital y
móvil, no sólo se discute con los empresarios a la hora de discutir salarios,
si no con el propio gobierno, que no quiere incumplir con las metas de ajuste
que le exige el FMI.
Para que se entienda, desde el Ministerio
de Trabajo andan instalando la idea de desanclar el ingreso popular establecido
en el Potenciar Trabajo del salario mínimo, decisión con la que parecen
comulgar un nutrido grupo de funcionarios de primera línea en el gobierno desde
un lado y el otro de las internas que habitan a la alianza gobernante.
Hace unos meses atrás, cuando Cristina
proponía “que el Estado nacional debe recuperar el control, la auditoría y la
aplicación de las políticas sociales que no pueden seguir tercerizadas” la
seguidilla de acontecimientos implicó el lanzamiento de una auditoría por
universidades nacionales, que se hizo a cuenta gotas y ya se suspendió para
darle paso a un relevamiento virtual de beneficiarios.
Luego de ello se inició un informe
reservado de la AFIP, al que tuviera acceso en exclusiva Infobae, en el que se
mintieron sobre cada uno de los elementos examinados por el organismo
recaudador, pero sirvió para que corrieran ríos de tinta estigmatizando a los
humildes y sus organizaciones popular.
Previo, por decreto, el Poder Ejecutivo
había suspendido nuevos ingresos, alegando que las bajas que se produjeran en
el programa servirían para financiar herramientas y proyectos productivos. Tras
ello el Fiscal de Comodoro Py Marijuan decidió tercerizar la asistencia social
y reclamar para sí el derecho de dar de baja a beneficiarios.
No hay jornada en la que los grandes grupos
económicos de la comunicación no destilen prejuicios y estigmatización sobre
los beneficiarios de programas sociales. Tergiversan las voces de sus
organizaciones y silencian a la comunicación popular. Prueba de ello es un
brillante informe realizado por Laura Vales en el Grito
del Sur, el cual no tuvo trascendencia en la dirigencia política que reclamaba
con vehemencia auditorías, y muy a pesar de la objetividad y contundencia de la
información procesada.
Según parece, en el marco de la
catastrófica desertificación ideológica que atraviesa este tiempo, los humildes
y sus ingresos populares serían la razón por la que los salarios son bajos y el
trabajo escasea en el país. Además, claro, de provocar un déficit fiscal en las
cuentas públicas que resulta inadmisible frente a la necesaria rentabilidad que
hay que asegurarle a los grupos económicos.
Si estuviera tan claro que el Estado debe
recuperar para sí el monopolio de la planificación económica y la formación de
nuestra riqueza como se proclama de la asistencia social. Si la AFIP tuviera
tan claro que además de inspeccionar a los pobres, tendrían que buscar las razones
por las que existe un festival de contrabando, evasión fiscal y fuga de
capitales a manos de grupos económicos. Si estuviera tan claro que habría que
auditar cada dólar que le regalan a los extorsionadores, en lugar de revisar la
maniobra que pudo haber hecho el 1% de los beneficiarios de un programa social,
otra sería el contar de nuestra Patria.
Y otro sería el cantar del pacto
democrático si Milagro Sala no arrastrara 2507 días de prisión por razones
políticas. Pero parece que el pacto democrático incluye al carcelero, pero no a
los presos.
En definitiva, los años y años que acumula
Milagro Sala en prisión parecen siquiera alcanzan para que recuperen la cordura
discursiva aquellos que estigmatizan a los humildes y sus organizaciones, como
quien le pone una manzana en la boca al chancho cuando ve a Cambiemos con el
cuchilo y tenedor en la mano.

Combatiendo
“Combatiendo ¿a quién?” se pregunta el
medio cooperativo “El Megáfono”
en su editorial de ayer. Y arremeten con agudeza “Parte del triunfo del
enemigo, es que la dirigencia transite por un medio. Poquito más allá, poquito
más acá. Cualquie consenso es mejor que el pleito, es lo que de arriba se
instala. ¿Cómo se sostiene la espera cuando este país tiene 9 billones de pesos
en Leliq y pases en manos de 10 bancos y los salarios básicos de los convenios
están lejos de la canasta básica? Lejos quedó el combate al capital.”
Pero el dolor del abismo ideológico al que
nos enfrentamos, no paraliza a los que arrancan cada mañana con la necesidad de
vivir en esta Patria, y llevar un plato de comida a la mesa de sus hijos.
Allí está la agenda política por consolidar
y edificar. Allí está la razón por el que necesitamos de la alegría de levantar
nuestra tercera copa.
Somos eso, en defintiva, un pueblo de
milagros sencillos. Que hoy le sigue rezando a ese D10S que con tan poco, nos
regaló tantas alegrías. Mientras otros que tanto tienen, nos traen siempre
tantas tristeza.