4/6/2022
Tendencias
El Amor Después del Amor, tres décadas y una pregunta necesaria
A 30 años del disco más vendido de la historia del rock nacional, ¿es necesario volver a grabar un álbum perfecto?

Nehuén Gusmerotti
Publicado el 4 de Junio de 2022

Cuesta imaginar un argentino que no haya sido atravesado, en
algún momento de su vida, por al menos una canción de El Amor Después del Amor.
Lanzado el 1 de junio de 1992, este disco no solo sacó a Fito Páez de la
oscuridad absoluta, sino que también marcó un hito en la historia de nuestro
rock. En sus catorce canciones el músico rosarino coquetea con la
perfección acompañado de un plantel deluxe y una confianza ciega de
Warner. Fito ya no era la joven promesa de años atrás, pero tampoco se había
convertido en la mega estrella que se esperaba a comienzos de los 80´.
Marcado por el asesinato de su abuela y su tía abuela, en
noviembre de 1986, Fito procesó durante cinco años ese hecho que cambiaría su
vida. Hubo discos en el medio, claro está. Todos esos lanzamientos estuvieron
cargados de la oscuridad y el cinismo que rodeó al rosarino tras ese hecho
fatídico. Fue Cecilia Roth, un amor platónico de hacía años, quien le trajo al
músico el amor después del amor. Conoció a la actriz en 1990 y esa luz fue
parte crucial de gran parte del icónico disco. Apuntalado emocionalmente por
esta nueva relación, estuvo en el lugar indicado y el momento justo para llamar
la atención de Andre Midani. El artista sirio fue clave para gestionar el
cheque en blanco que tuvo Fito cuando comenzó a trabajar en el álbum.
Con dos pilares, uno emocional y otro económico-profesional,
Páez tuvo todo a disposición para dedicarse exclusivamente a dejar fluir lo que
traía dentro. Fue sanador, sin dudas. Tras altibajos, El Amor Después del Amor
vuelve a ser un disco luminoso en la carrera de Fito. El plantel de músicos es
de ensueño. El cuarteto titular tenía a los mejores en lo suyo. Tweety
González, con sus teclas y una data adelantada a la época y a la región, Ulises
Butrón en la guitarra, Guillermo Vadalá en el bajo y Daniel
Colombres en la batería. Por si fuera poco, Páez contó con invitados de
antología. Charly García, Luis Alberto Spinetta, Mercedes Sosa, Gustavo
Cerati, Fabiana Cantilo, Andrés Calamaro, la lista sigue y sigue. El
marco perfecto.

El Amor Después del Amor fue el resultado de esa alquimia
que le abrió a Fito la puerta a la sala de los grandes. Luego de ese disco, el
músico se consagró entre los selectos iconos de nuestra música. Récord de
ventas, una gira titánica que internacionalizó a Páez, la fama total. Aún hoy
sigue estando en la cima de los álbumes más vendidos de nuestro rock. Además de
estar tremendamente reproducido en las plataformas digitales, porque el público
se renueva. Y la noticia es que el rosarino volverá a grabar sus catorce
canciones, con nuevos artistas y versiones diferentes. Y si bien el factor
nostálgico es poderoso, ante tanta perfección y altura artística uno debe
preguntarse: ¿Es necesario volver sobre esa época y ese disco?
Uno puede analizar esta posibilidad desde el riesgo o desde
la comodidad. ¿El riesgo? La vara inevitable con su versión original. Incluso
retomando ese “marco perfecto” que acompañó a Páez en 1992, el resultado puede
no estar a la altura. Las comparaciones serán realizadas, es un hecho. Lo peor
sería que, ante un resultado no logrado, las críticas no solo caigan sobre el
rosarino, sino también sobre esas nuevas voces que se sumen a la caravana. ¿La
comodidad? Con una carrera prolífica encima, retomar esos temas resulta
innecesario. Fito ha logrado grandes trabajos luego de El Amor… Volver
sobre el disco que te consagró suena a un rock que opta por mirar al pasado
antes que al futuro. Este aspecto no es exclusivo de Fito, todo el género
parece más ocupado en recordar sus laureles obtenidos más que en aventurarse a
nuevas propuestas, salvo honrosas excepciones.
Surgirán varios escritos repasando la excelencia de cada una
de las canciones de este álbum tan nuestro que hoy cumple años. No es necesario
volcar acá un desgrane sobre cada una de las canciones que lo componen. Sabemos
que se trata de una obra maestra. Si creo necesario preguntarse, entendiendo el
marco y el significado de El Amor Después del Amor en la vida de Fito y de
nuestra música, la necesidad de mirar al pasado para componer el futuro. Es una
pregunta que no toca solamente a Fito, sino a gran parte de la escena del rock
nacional. De algunas respuestas a estas preguntas puede que surja la
posibilidad de que el rock se renueve, o pase los días que le queden
versionando sus mejores épocas, cómo si contáramos anécdotas en una reunión
familiar.