30/7/2022
Sociedad
Fuego en Animana, a 50 años del primer piquete en los Valles Calchaquíes
En julio de 1972, después de meses de no cobrar su salario, los trabajadores de la Bodega Michel Torino, ante la falta de respuesta, deciden en asamblea tomar la bodega, ocupar la delegación municipal y cortar la ruta, en lo que puede considerarse el primer piquete. Acompañados por el pueblo, inician una pueblada que se conocería como Animanazo.

Silvio Schachter
Publicado el 30 de Julio de 2022

“¿Cómo se puede asustar a un hombre que no solo carga con el
hambre de su vientre sino también con el de sus pobres hijos? No se le puede
atemorizar porque este hombre ha conocido un miedo superior a cualquier
otro”. Viñas de ira - John Steimbeck
En julio de
1972, después de meses de no cobrar su salario, los trabajadores de la Bodega Michel
Torino, ante la falta de respuesta, deciden en asamblea tomar la
bodega, ocupar la delegación municipal y cortar la ruta, en lo que puede
considerarse el primer piquete. Acompañados por el pueblo, inician una
pueblada que se conocería con el nombre de Animanazo.
Las puebladas de 1969-1972
El golpe de
estado de 1966 que dio lugar a la dictadura autodenominada Revolución
Argentina(1966-1973), tuvo en la figura del ministro de economía de Juan Carlos
Ongania, Adalver Kriguer Vasena, el ejecutor del plan de corte liberal que vino
a favorecer los intereses de las principales corporaciones extranjeras y a
sus socios locales. Entre sus medidas se destacaron, la suspensión de los
convenios colectivos de trabajo,la congelación de los aumentos de los salarios
por el término de 2 años, la sanción de una ley de hidrocarburos, que permitía
la participación de las empresas privadas en el negocio del petróleo, la sanción
de la ley de alquileres que facilitaba los desalojos, y la ejecución de obras
públicas que dieron nacimiento a la llamada patria contratista. Krieguer
Vasena había sido también ministro en el gobierno de Aramburu, y durante su
gestión patrocino el ingreso del país al FMI del que después fue funcionario.
Entre los
principales perjudicados estaban los trabajadores de la ciudad y el campo, y
los pequeños productores rurales y de la industria. Cayó abruptamente el nivel
de vida, aumentaron los precios, se redujo el PBI, se devaluó la moneda, y se
avanzó con la apropiación por parte de los monopolios extranjeros en áreas
claves de la economía. Como parte del mismo proyecto el alineamiento con EEUU,
en el marco de la Guerra Fría, impuso la doctrina de Seguridad Nacional, se
prohibió a los partidos y la actividad política en general , y desarrollo una
línea represiva y oscurantista que abarco todos los aspectos de la vida social
y cultural. La situación desencadeno una multiplicidad de acciones de resistencia
y rebeldía, que tuvieron como epicentro las puebladas que atravesaron casi todas
las llamadas porteñamente provincias del interior y a las que después del
Cordobazo (1969) se les incorporo el sufijo “azo”. Entre ellas se destacaron
los dos Rosariazos (1969, los Tucumanazos (1969 y 70), el Viborazo cordobes
(1970), el Choconazo (1969/70), el Mendozazo (1972) y el Rocazo (1972)
Los partidos burgueses presionados y temerosos de que esta
rebeldía desemboque en un Argentinazo plebeyo, apuraron el pacto de la Hora de
los pueblos, para forzar a la dictadura de Lanusse a una salida electoral. El intento militar de perpetuarse
camuflado en un modelo bipartidista, al que llamaron Gran Acuerdo Nacional (
GAN) fracaso y debió llamar a elecciones que, celebradas en este contexto y con
el triunfo de Campora, dio inicio a la breve primavera del 73, que empezó su
fin a partir de la Masacre de Ezeiza en junio.
El Animanazo
A partir de la década de los 50- 60, la industria
vitivinícola, como en otros sectores del agronegocio, comenzó un proceso de
concentración de la riqueza y de la propiedad de la tierra. Las fincas mantenían desde el siglo XIX una
estructura patronal de carácter familiar y funcionaban con una relación casi
feudal con los trabajadores y sus familias, a quienes a cambio se les cedía
alguna pequeña parcela para su sustento, en ese periodo pasaron a convertirse
en sociedades anónimas. La fuerza de trabajo se canalizo de más en más
en la relación capital-salario, y de a poco las familias debieron dejar sus
pequeñas parcelas en las fincas para pasar a dependen exclusivamente del
sueldo.
La crisis
generada por la dictadura también afecto a la vitivinicultura, pues en esa
época el grueso de la producción se destinaba al consumo interno que se redujo,
aún no había llegado la época de la exportación del vino gourmet y la moda de
los sommeliers. En el caso de la finca Aimana, se sumó una disputa entre
los socios. Como siempre los principales afectados fueron los trabajadores; la
sociedad dueña de la bodega dejo de pagar los salarios a partir de enero de
1972, situación que se mantuvo sin variantes ni perspectiva de solución durante
seis mes. Los primeros tres
meses la empresa les pidió y consiguió la colaboración gratuita del personal y
después se presentó en quiebra.
La bodega tenía 80 trabajadores, la principal y casi única
fuente ingresos para un pueblo que contaba con 500 habitantes. Ante la situación desesperante generada
por el prolongado incumplimiento patronal, el 18 de julio el Sindicato de
Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (SOEVA) llamó a una asamblea a la
que se sumó todo el pueblo. Allí decidieron tomar preventivamente las
instalaciones de la bodega mientras reclamaban por su expropiación, ocupar
temporalmente la municipalidad y hacer una olla popular que daría alimento a
una población hambreada por el lockout patronal. El día 19 la asamblea popular
decide nombrar intendente provisional al delegado de SOEVA de Animana,
Inocencio Ramirez y decide cortar la ruta 40, en lo que podría considerarse
como el primer piquete, cobrando un impuesto de paso para un fondo que permitía
sostener la olla. Comenzaba el Animanazo, que se inscribiría, junto a las otras
puebladas, entre las más memorables rebeldías populares de nuestra historia.
El 31 de julio la empresa empezó a pagar parte de los
salarios comprometiéndose ante el sindicato a completar lo adeudado. Pero el 6 de agosto la policía
detiene a Ramirez, al delegado gremial de Cafayate, Pablo Ríos, acusados de
usurpación de propiedad privada, la asamblea decide marchar a Cafayate, a lo
largo de los 15 km de distancia se fueron incorporando otros trabajadores, que
al llegar a la plaza exigieron y consiguieron la libertad de sus compañeros.
El
Fuego de Animana, su legado
Ese mismo
año el poeta mendocino, uno de los fundadores del influyente Nuevo Cancionero
Latinoamericano, Armando Tejada Gomez, escribe la letra del tema, al que Cesar
Isella le puso música, en un homenaje al pueblo de Aimana, Fuego en Aimana,
que luego se conoció en todo el mundo a través de la maravillosa voz de
Mercedes Sosa.
“Sepan lo que no han sabido/que no estoy de sólo estar,/que
estoy parado en el grito/Bagualero del Pujay./Ayer nomás ardió el pueblo/por la
tierra y por el pan, y la fogata en el valle/no estaba por sólo estar…”
La revancha de los empresarios bodegueros y la policía,
llego con la dictadura cívico militar de 1976, el mismo día del golpe, el 24 de
marzo, fueron detenidos los tres referentes del Animanazo, Pablo Salomón Rios,
Inocencio Ramírez y Nital Díaz. Estuvieron encarcelados y mantenidos vendados
durante 23 días, donde fue brutalmente golpeados y Rios torturado.
Recién en 2012, 38 años después, fueron detenidos los
responsables de estos actos, los ex policías Felipe Cuacota y Jacinto Ramón
Vivas, que en 2013 fueron condenados a 7 y 5 años de prisión respectivamente.
Estos testimonios pueden verse en el documental homenaje Donde hubo fuego que realizaron en 2016 Santiago Álvarez, Carlos Muller y Ricardo Bima,
Pasadas dos
décadas y media del Animanazo, en 1997, también en Salta, pero en el norte de
la provincia y retomando esta experiencia, los pueblos de Gral Mosconi y
Tartagal, vuelven a cortar las rutas, convirtiéndose junto a las movilizaciones
en las localidades neuquinas de Cutral Co y Plaza Huincul en las referencias
iniciales de la constitución del movimiento piquetero, constituyendo un acto
fundacional de un nuevo sujeto social y político
Pero hoy en
un contexto diferente, hegemonizado por la cultura y la ideas de la derecha,
ese sujeto expulsado del sistema productivo por el avance de la robotización,
la tercerización, la deslocalización fabril y las practicas expulsivas del
agronegocio y el extractivismo, el trabajador desocupado es empujado a la
economía informal, desprovisto de todos sus derechos sociales y a diferencia de
las puebladas como las Animana o Gral Mosconi, es víctima de la insolidaridad
de una sociedad atravesada por el individualismo, es estigmatizado y peor aún,
criminalizado por rebelarse ante la injusticia.
Pero el fuego
se reavivara: como finaliza el poema-canción de Tejada Gomez “Dejenme estar, de
solo estar viendo el sol volver, yo quiero ver en mi pais el amanecer”.
Silvio Schachter es arquitecto y escritor. Publica en la revista Herramienta y en su blog personal