21/11/2020
Política
Fuga de capitales, deuda externa y sostenibilidad de la economía
Comercio exterior, rol de las multinacionales y grupos económicos que operan el sector, evasión fiscal, fuga de capitales y el permanente desgaste de la economía nacional en la lupa de Horacio Rovelli.

Horacio Rovelli
Publicado el 21 de Noviembre de 2020

Nuestro país no tiene un problema de restricción externa
clásico, esto es no es que necesitamos que crezcan las exportaciones para que
la economía lo haga en forma sostenida y compatible con la balanza comercial.
De hecho desde el año 2003 hasta los últimos datos oficiales a septiembre de
2020, demuestran que se acumuló un superávit comercial total (las exportaciones
superaron a las importaciones) en 155.746 millones de dólares, que es una suma
significativa en cualquier lugar del mundo.
El problema real es que esa suma se fuga casi en su
totalidad, es más, no solo se fuga ese superávit comercial, sino que incluso se
endeuda al país pero no para hacer obras de infraestructuras, para construir
viviendas, para hacer puentes, caminos represas, tener nuestra propia marina
mercante o una suficiente red ferroviaria, no, sino que nos endeudamos para que
una minoría fugue capitales al extranjero.
La economía Argentina es un importante exportador de
alimentos, según informa la Bolsa de Comercio de Rosario el nodo portuario del
Gran Rosario, que abarca al complejo industrial oleaginoso y portuario que en
70 kilómetros de costa sobre el Río Paraná que van desde la localidad de
Timbúes (al norte) y hasta Arroyo Seco (ubicada al sur de la ciudad) y donde se
encuentran localizadas unas 31 (treinta y uno) terminales portuarias que operan
distintos tipos de cargas, de las cuales unas 21 (veintiuno) despachan granos,
aceites y subproductos; se convirtió en la zona portuaria de exportación de
productos más importante a nivel mundial, le sigue después el distrito aduanero
estadounidense de Nueva Orleans, Luisiana, en Estados Unidos y en tercer lugar
por volumen exportado se ubica el puerto brasilero de Santos. En 2019, desde el
polo rosarino se despacharon 79 millones de toneladas granos, harinas y
aceites, mientras que del puerto norteamericano y del brasilero salieron 64,45
y 42,65 millones de toneladas respectivamente.
La magnitud que tiene el nodo del Gran Rosario se demuestra
que en el año 2019 se embarcó el 78% de las exportaciones de granos, harinas y
aceites de Argentina. El segundo lugar lo ocupa el nodo Bahía Blanca con el
11%. Durante el año pasado, a los puertos del Gran Rosario ingresaron 2.632
buques oceánicos, alcanzando la cifra más alta desde que se lleva registro en
los últimos 20 años. Se embarcó 41,43 millones de toneladas de poroto y
subproductos de soja, (87 % del total embarcado por Argentina), 29 millones de
toneladas de maíz en grano (81 % del total) y 6,9 millones de toneladas de
harina y grano de trigo (61% de los despachos de Argentina).
Son contadas con los dedos de las manos las empresas que
comercializan y tienen los puertos porque son propios y/o lo tienen
concesionados y realizan las ventas externas por declaración jurada, no existe
un control estricto de lo que exportan, si se pesa se lo hace deficientemente,
entonces las exportaciones son incluso mayores a las declaradas. Triangulan sus
operaciones, lo demuestra claramente el caso Vicentin, su asociación con la
multinacional Glencore en “Renova SA”, realizan contabilidad paralela ocultando
las ventas y ganancias reales. Como es posible que sobre el Río Paraná existan
más barcazas del Paraguay que de la Argentina, solo se explica para no pagar
impuestos y derechos de exportación. Esa y no otra, fue la verdadera y
principal razón porque esas grandes empresas comercializadoras de granos
torcieron el brazo al Decreto de intervención de Vicentin y su posible
transformación en una empresa mixta con la división YPF Agro.
Es más, Glencore posee el 50% de la explotación del
yacimiento de oro y cobre de Bajo La Alumbrera en Catamarca 1 y existen decenas
de denuncias presentadas ante la justicia, inclusive por la Universidad de
Tucumán (que es la que descubrió el yacimiento), que al hacerse las
exportaciones por declaración jurada no se sabe exactamente que exporta y qué
cantidad, pidiendo investigar sus ventas que las realiza del puerto de Rosario.
Puerto cuyo Administrador General es Gustavo Nardelli, socio de Vicentin.
Si debería aumentar el valor agregado de los productos que
vendemos, ¿cuánta mano de obra tiene una tonelada de soja?. Pero a las grandes
empresas no les interesa, lo que si les interesa es depreciar nuestra moneda
para que por cada dólar que declaran e ingresan le den mayor poder adquisitivo
en el mercado argentino. Presionan sobre nuestra moneda y con ello medido en
dólares bajan los costos nacionales incluido y principalmente el salario y, de
esa manera, deprimen el consumo de alimentos y con ello tienen mayores saldos
exportables.
El rol del BCRA
Pero no solo no hay control sobre la producción y su
exportación, sino que de lo que se declara, mayoritariamente se fuga. En la
gestión de Cambiemos se fugó todo el superávit comercial y además el país se
endeudó por más de 100.000 millones de dólares. De los cuales 86.200 millones
fueron comprados por más de siete millones de personas físicas y jurídicas,
pero los primeros 100 compradores lo hicieron por 24.679 millones de dólares en
menos de cuatro años, a razón promedio de 246,8 millones de dólares cada uno de
ellos. Nunca se comunicó quienes eran, pero es fácil deducir que son los mismos
que no quieren pagar el aporte solidario a una Administración Pública que
enfrentó sola de soledad absoluta, gracias al heroísmo de los médicos y
paramédicos de los distintos hospitales y programas de salud, muchos pagaron
con su vida, un porcentaje importante se infectaron con el covid y todos
trabajaron horas y horas poniendo en riesgo incluso a su familia en
cumplimiento del deber y cobrando sueldos miserables, pero más miserable y
egoísta de los magros ingresos que se la paga, son los ricos de este país y los
funcionaros que hacen la vista gorda y se desentienden de la fiscalización que les
corresponde como tarea principal.
La acción del BCRA es condenable bajo todo punto de vista,
por un lado tienen un marco legal heredado de la dictadura militar que es la
Reforma Financiera de 1977 que le permite a las entidades financieras, sobre
todo a los 10 –diez- bancos privados más grandes, ser la palanca central del
sistema económico y que los bancos deben desempeñar el papel de dirección
técnico-política de las políticas fiscales y monetarias. Y de la Ley 24.144 de
Carta Orgánica del BCRA que la hizo Domingo Felpe Cavallo para permitir que la
deuda externa contraída por el Tesoro de la Nación (El Estado Nacional) el que
se endeuda (deuda que pagamos los ciudadanos de a pie) y después le vende esos
dólares a los bancos (como operador cambiario de última instancia).2
De esa manera, por ejemplo, el superávit comercial de enero
hasta septiembre de 2020 que totalizó 11.562 millones de dólares, a lo que se
le debe agregar 4.008 millones de dólares que disminuyeron las Reservas
Internacionales en ese lapso, que suman 15.570 millones de dólares, de los
cuales se emplearon, unos 3.000 millones de la moneda norteamericana para pagar
los servicios de la deuda externa hasta el 22 de abril de 2020 que nos
declaramos en default. Unos 1.300 millones de dólares en la venta del llamado
dólar ahorro, al “chiquitaje” que compra hasta 200 dólares por mes. Pero los
11.270 millones de dólares restantes se vendieron irresponsablemente, más de
5.000 millones en pago de adelantos de importaciones, o sea productos que no
habían ingresado a la aduana del país, por eso el INDEC no los contabiliza
porque no están en la Argentina (a un precio de $ 70 a $ 80 desde enero hasta
septiembre 2020, asegurándole el cambio) y otros 6.200 millones de dólares a
supuesta deuda externa privada del Banco Galicia, del Banco HSBC, del grupo
IRSA (Eduardo Elsztain, dueños del Banco Hipotecario, de campos y de shopping
en todo el país), etc. que es probable que figure esa deuda, pero seguro que
tienen mayores activos en el exterior y que están entre los primeros 100
compradores de dólares en le gestión de Cambiemos.
Puede ser legal, pero es inmoral, máxime que dejan con muy
pocas reservas de libre disponibilidad al BCRA y de allí la corrida cambiaria,
saben, los grandes bancos y operadores del mercado financiero local, que en
algún momento el BCRA no va a poder mal vender más divisas. Esa corrida se
refleja en la suba generalizada de los precios (básicamente exportamos
alimentos) y de allí la pobreza y los serios problemas para llegar a fin de mes
de la mayor parte del pueblo argentino.
Notas:
1) El otro 50% pertenece a las empresas canadienses Goldcorp
y Yamana Gold cuentan con 37,5% y 12,5% respectivamente del capital.
2) Debería haber ya una ley que anule esa facultad que tiene
le BCRA y prohibir expresamente que venda dólares que es deuda del Tesoro de la
Nación.
Horacio Rovelli es Licenciado en Economía por la Universidad
de Buenos Aires. Profesor a cargo de la asignatura Política Económica de la
Facultad de Ciencias Sociales (UBA), y de Instituciones Monetarias e
Integración Financiera Regional en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA).
Miembro de la Comisión de Economía de la Fundación Estado, Trabajo y Producción
(FETyP).