26/11/2022
Economía
La estafa de la deuda externa y el irracional ajuste fiscal
Horacio Rovelli analiza el origen ilícito de la deuda externa de nuestro país y en particular el préstamo obtenido por Mauricio Macri ante el FMI. A partir de ello, pone en evidencia el irracional ajuste fiscal emprendido por Sergio Massa desde el Ministerio de Economía.

Horacio Rovelli
Publicado el 26 de Noviembre de 2022

Se considera estafa cuando por ardid o engaño
se provoca un perjuicio patrimonial. En este sentido, la sala IV de la Cámara
Nacional en lo Criminal de la Capital Federal afirmó que: "La estafa descansa
en tres pilares: el fraude, la inducción a error a través de aquél, y una
disposición patrimonial disvaliosa, consecuencia directa de la actividad del
primero y de la sumersión en el segundo”[1].
Bien, no es otra cosa la deuda tomada por el
gobierno de Cambiemos por más de 100.000 millones de dólares, de los cuales 24.000
millones se usaron para pagar deuda vieja, entre ellos los 9.300 millones de
dólares que se le abonó a los fondos buitres encabezados por NML Capital y Elliot
Management Corporation de Paul Singer.
Pero hubo otra parte de la deuda en divisas que tomó el Tesoro de la
Nación en la gestión de Cambiemos, por 86.200 millones de dólares (que incluye
el crédito del FMI por 44.559,9 millones de dólares), y como el Tesoro de la
Nación paga sus gastos operativos en pesos, le vendió esos dólares al BCRA y,
el BCRA se lo vendió a los bancos y, éstos
los compraron para sí o para sus clientes.
La deuda con el Fondo Monetario Internacional no
fue autorizada por el Congreso de la Nación, como lo determina el Artículo 75
Inciso 4 de la Constitución Nacional que dice que es atribución del Congreso: “Contraer
empréstitos sobre el crédito de la Nación” y, fue tomada en forma arbitraria e
inconstitucional, incluso violando el Inciso a) del Artículo 6°del Convenio
Constitutivo del FMI[2] que obliga a la institución a realizar un
monitoreo para ver el destino de los fondos y, no solo no se hizo, sino que se
le prestó al gobierno de Cambiemos en plena corrida cambiaria, cuando el BCRA
de esa gestión vendía sin límite las reservas internacionales, hecho que de por
sí, tornaba más previsible que se endeudaba al país para posibilitar la fuga.
Es más, como ni el Poder Judicial, ni la AFIP
en cumplimiento de sus misiones y funciones, investigaron la deuda, esto es,
saber si los balances presentados por las empresas y las DDJJ de impuestos de
las personas, contemplaban las compras de dólares realizadas, el Senador Oscar Parrilli
presentó un proyecto de ley que faculta al Congreso de la Nación para realizar
esa tarea. Proyecto que fue aprobado por
la Cámara de Senadores de la Nación y que cuenta con dictamen favorable por la
mayoría de los miembros de las dos comisiones que le competen el tema en la
Cámara de Diputados de la Nación (Legislación General y Presupuesto y
Hacienda), sin embargo, duerme el sueño de los justos y no se lleva el dictamen
al recinto de esa Cámara para su tratamiento.
Paralelamente, sin haber llevado a cabo esa
imprescindible investigación, religiosamente se pagan los intereses del total
de esa deuda a costa del presupuesto de la Administración Nacional, que se
realiza a través de un irracional ajuste, que reduce el gasto total sobre el
Producto Bruto Interno.
Es más: el Ministro Sergio Massa se
presentó el jueves 24 de noviembre 2022 en el Capítulo Argentino del Consejo
Interamericano de Comercio y Producción (CiCyP), en la que habló ante representantes
del autodenominado G6 (Sociedad Rural Argentina, Unión Industrial
Argentina, Cámara Argentina de Comercio y Servicios, Bolsa de Comercio de
Buenos Aires y Cámara Argentina de la Construcción y Asociación de Bancos
Argentinos, además de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos
Argentinos), y ponderó como un logro evidente de sus 113 días de gestión, la
reducción del déficit
fiscal, consecuencia del orden fiscal prometido cuando asumió esa función,
en que dijo que el Tesoro Nacional no
se financiaría más en el Banco Central. Prefiriendo colocar títulos de deuda
mayoritariamente ajustados por inflación y/o por dólar oficial a opción de su
tenedor, esto es pagar intereses en bonos públicos y ante una corrida
inflacionaria y/o cambiaria, el que corre riesgo es el Estado Nacional.
La irracionalidad es mayúscula cuando
observamos que en mayor o menor medida todos los países se financian con su
banco central, siendo la emisión monetaria un recurso no menor, la prueba, en 2021 la Argentina tuvo un déficit
financiero total del 4,52 % del PBI, muy por debajo de países como Estados
Unidos (16,7 %), Bolivia (9,5 %), Japón (7,6%), Islandia (8,9 %), Australia
(7,8 %), Chile (7,5 %), Italia (7,2 %), Colombia (7,1 %), España (6,9 %),
Francia (6,5 %) o el Reino Unido (6 %). Con el 4,52 % del PIB de déficit
registrado en 2021, la inflación en Argentina fue ese año del 50,9 por ciento,
mientras que en los países mencionados la inflación fue: 7 % anual en EEUU; 0,9
% en Bolivia; 0,8 % en Japón; 5,1 % en Islandia; 3,5 % en Australia; 7,2 % en
Chile; 6,5 % en España; 2,8 % en Francia; y 5,4 % en Reino Unido. Entonces la emisión no es la principal causa de
la misma, el Tesoro deja de financiarse con el BCRA (con un límite muy severo
del 1% del PIB para este año 2022 y del 0,6% del PIB para el año 2023) para
generar negocios al capital financiero.
Pero lo más importante es lo que afirmó en esa
reunión el ministro: “Más allá de la opinión política que cada uno de nosotros
puede tener respecto de cómo se tomó el crédito y cuál fue el resultado de ese
endeudamiento, los compromisos que toma un país no son de una fuerza
política; son de un Estado que es una continuidad. Quienes tenemos la
responsabilidad de administrar, tenemos la obligación de hacer respetar y
cumplir la palabra que empeña nuestro país o nuestra Nación en cada uno de los
foros internacionales”. Y esa es la estafa,
está reconociendo toda la deuda y se la hacen pagar al pueblo argentino (“…la
obligación de hacer respetar y cumplir la palabra que empeña nuestro país o
nuestra Nación en cada uno de los foros internacionales”), pero no considera obligación
saber a dónde se fue esa deuda, quienes compraron los dólares y lo fugaron. Deuda
que benefició a una minoría parásita y rentista, que incluso son los que le
prestan al Estado argentino comprándole los “bonos dual” y demás títulos de
deuda de la administración nacional.
Irracional ajuste fiscal
El gasto primario (contempla todos los gastos,
excluido expresamente los intereses de la deuda) del Sector Público Nacional en
octubre 2022 fue de $ 1,6 billones y presentó una suba de 63,5% con respecto al
mes de octubre 2021 y, el gasto primario acumulado en los 10 meses del año fue
de $ 13 billones que significa un acrecentamiento interanual de 72,4%, cuando
la inflación en dicho lapso fue del 88%, por ende, la reducción del gasto
acumulado del Sector Público Nacional en los primeros diez meses del año fue en
términos reales del 15,6%. Y el ajuste es cada vez mayor, dado que si tomamos
solo el mes de octubre 2022 contra octubre 2021 la reducción del gasto es del
24,5% (al porcentaje de aumento nominal se le descuenta la inflación).
Quiere decir que el gasto real desciende,
primero con respecto al año 2021, cuando el Ministro Martín Guzmán realizó a su
vez, una exacerbada reducción del gasto público, donde el acumulado de los
primeros 10 meses del año 2021 el gasto primario fue de $ 7,6 billones significando un acrecentamiento de solo el
38,18% en términos nominales con
respecto a los 10 meses del año 2020 y, la inflación en igual período fue de 51,2%.
(El ajuste del gasto fue del 13%).
Segundo, se profundiza el ajuste mes a mes
desde agosto 2022, que el 3 de ese mes
asumió Sergio Massa como ministro, dado que el gasto en octubre 2022 es menor en
términos reales que el de septiembre y éste, que el de agosto 2022.
Finalmente, la recaudación tributaria de
octubre aumentó con respecto a octubre 2021 en un 92,8% y la recaudación total
acumulada de enero a octubre 2022 contra
igual período de 2021 lo hizo en un 78,8% anual.
El buen desempeño de la recaudación tributaria
de octubre 2022 se debe fundamentalmente a los derechos de exportación por la
liquidación tardía de 8.143 millones de dólares en septiembre y, porque el
Impuesto a las Ganancias, que presentó un incremento del 128,5% interanual,
para sumar algo más de $ 507.000 millones en el mes de octubre, es porque las
sociedades pagaron la primera cuota adelantada del año 2023[3].
El ajuste fiscal se produce por la reducción
del gasto y el déficit fiscal en términos reales fijados por las Decisiones
Administrativas 826 y 827 de agosto 2022[4] y, porque la
recaudación crece más que el gasto. De
esa manera, el
déficit primario cayó en octubre un 89,3% interanual, y a su vez la mayor
reducción del gasto se realizó en subsidios a la energía, en transporte, y en
el gasto social.
Las prestaciones sociales (que es el mayor
porcentaje del gasto público) acumuladas
en los 10 primeros meses del año 2022 fueron de $ 7,1 billones, incrementándose
en un 71,6% con respecto a igual lapso del año 2021 (que sumó $ 4,2 billones),
contra una inflación interanual del 88%.
Dentro de ella, las jubilaciones y pensiones contributivas aumentaron en
un 67,6% (quiere decir que el pago de las jubilaciones y pensiones en promedio,
desde enero a octubre 2022 contra igual
lapso de 2021 cayeron en un 20%) para
pasar a ser de un total de $ 4,3 billones contra los $ 2,6 billones de igual
período del año 2021.
Semejante ajuste fiscal, disminuyendo los
haberes los jubilados y pensionados, para poder contar con más pesos y pagar
los intereses de la deuda que, de enero a octubre 2022 fue por $ 679.329,5
millones (el 4,9% del presupuesto nacional).
En síntesis
El gobierno nacional se aferra al FMI y lleva
a delante un severo plan de ajuste del gasto público, con lo que además de
injusto para la población, implica una menor demanda agregada, convirtiéndose
en un mecanismo desaceleración del nivel de actividad.
En la Argentina cuando se reduce el gasto
público impacta sobre el consumo y, con ello se entra a frenar la economía
interna, siendo próspera la externa, y
con ello la extranjerización y la concentración en actividades rentables
(petróleo, gas, litio, agro negocios, sector financiero) en desmedro de la
población que mayoritariamente está ligada al peso (a la moneda nacional).
Es más, la presión constante a la depreciación del peso se logra para que sea
cada vez más costoso pagar la deuda (cada vez es más cara en pesos las
divisas). Máxime que básicamente se está
pagando solamente los intereses de una deuda que, en octubre 2022 suma 384.804
millones de dólares y, en el segundo semestre de 2024 comienzan los primeros vencimiento del capital de la misma.
Y allí se cierra el circuito que Jorge Luis
Borges relata en su Poema Conjetural: “Al fin he descubierto la recóndita clave
de mis años, la suerte de Francisco de Laprida, la letra que faltaba, la
perfecta forma que supo Dios desde el principio”.
Que para nuestro país significa ceder nuestros
recursos naturales (agua, tierra, petróleo, gas, litio, Río Paraná, etc.) en el
altar de una deuda que no se investigó y
que es la estafa del siglo XXI, como otras deudas lo fueron en el siglo
XIX y en el siglo XX.
[1] Kamenzein", 12/2/91, LA LEY, 1991-C, 269. En idéntico sentido,
sala I, "Guetzugutchikian, E,", 30/10/95; Id. "Cuttat, J.",
28/8/97; "La Rosa, J.", 22/10/97; "Ruiz, E.", 18/2/98.
[2] Artículo 6to. Inciso a) …
ningún país miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer
frente a una salida considerable o continua de capital, y el Fondo podrá pedir
al país miembro que adopte medidas de control para evitar que los recursos
generales del Fondo se destinen a tal fin. Si después de haber sido requerido a
ese efecto el país miembro no aplicara las medidas de control pertinentes, el
Fondo podrá declararlo inhabilitado para utilizar los recursos generales del
Fondo
[3] En lugar del Impuesto a la renta extraordinaria, se acordó con las
grandes empresas que paguen en el año 2022 a cuenta de la liquidación del
Impuesto a las Ganancias del año 2023
(que significa menor ingreso para ese año)
[4] La Decisión Administrativa 826
del 22/08/2022 disminuye el presupuesto
vigente en $ 210.000 millones (esencialmente en salud, educación, vivienda y
otras obras públicas) y la DA 827 del 22/08/2022 dispone el congelamiento de
los puestos públicos.
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