17/12/2022
Internacionales
La violencia y el acoso en el trabajo afectan a más de una persona de cada cinco
La primera encuesta mundial sobre experiencias de violencia y acoso en el trabajo tiene por objetivo brindar una mejor comprension y conocimiento de un problema que tiene origen en factores económicos, sociales y culturales complejos.

Eduardo Camin
Publicado el 17 de Diciembre de 2022

Más de una de cada cinco personas empleadas
(casi 23 por ciento) ha experimentado violencia y acoso en el trabajo, ya sea
en forma física, psicológica o sexual, según un nuevo análisis conjunto, el
primero de este tipo, realizado por la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), la Lloyd’s Register Foundation (LRF) y Gallup.
Experiencias de violencia y el acoso en el
trabajo: Primera encuesta mundial proporciona una visión sobre la
magnitud del problema y sus diferentes formas. Además, analiza los factores que
pueden impedir a las personas hablar sobre sus experiencias, como la vergüenza,
la culpa, la falta de confianza en las instituciones, o porqué este tipo
conductas inaceptables son consideradas “normales”.
El informe constató que la violencia y el
acoso en el trabajo son difíciles de medir, ya que sólo la mitad de las
víctimas a nivel mundial ha revelado sus experiencias a otras personas y, con
frecuencia, sólo cuando han sufrido más de una forma de violencia y acoso. Las
razones más comunes de reticencia son “pérdida de tiempo” y “temor por su
reputación”. Las mujeres eran más propensas a compartir sus experiencias que
los hombres (60,7 frente a 50,1 por ciento).
A nivel mundial, 17,9 por ciento de las
mujeres y hombres asalariados respondieron que habían sido víctimas de
violencia y acoso psicológico durante su vida laboral, y 8,5 por ciento que
habían enfrentado violencia y acoso físicos, los hombres en mayor número. De
los encuestados, 6,3 por ciento informó que había enfrentado violencia y acoso
sexuales, siendo las mujeres las más expuestas.
Los grupos con mayores probabilidades de
verse afectados por diferentes tipos de violencia incluyen a los jóvenes,
trabajadores migrantes y mujeres y hombres que ocupan un empleo remunerado y
asalariado. Las mujeres jóvenes tenían el doble de probabilidades que los
hombres jóvenes de haber enfrentado violencia y acoso sexuales, y las mujeres
migrantes casi el doble de probabilidades que las no migrantes de declarar que
habían sido víctimas de violencia y acoso sexuales.
Más de tres de cada cinco víctimas
informaron que habían experimentado violencia y acoso en el trabajo múltiples
veces y, para la mayoría, el más reciente episodio había tenido lugar durante
los últimos cinco años. “Es doloroso saber que las personas enfrentan violencia
y acoso no sólo una vez sino muchas veces durante su vida laboral”, declaró
Manuela Tomei, Subdirectora General del Nodo de Gobernanza, Derechos y Diálogo
de la OIT.
“La violencia y el acoso psicológicos son
los más predominantes en todos los países, y las mujeres están particularmente
expuestas a la violencia y el acoso sexuales. El informe nos habla sobre la
magnitud de la tarea que tenemos por delante para poner fin a la violencia y el
acoso en el mundo del trabajo. Espero que este estudio acelere las acciones
sobre el terreno y hacia la ratificación e implementación del Convenio núm. 190
de la OIT”, añadió.
El Convenio sobre la violencia y el
acoso, de 2019, y la Recomendación sobre la violencia y el acoso de
la OIT, son las primeras normas internacionales que proporcionan un marco
común para prevenir, reparar y eliminar la violencia y el acoso en el mundo del
trabajo, incluida la violencia y el acoso basados en el género. Contiene el
reconocimiento específico, por primera vez en la legislación internacional, del
derecho de todos a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso, y establece
la obligación de respetar, promover y asegurar el disfrute del mismo.
Andrew Rzepa, de Gallup señaló que “durante
demasiado tiempo, las empresas y organizaciones han ignorado la violencia y el
acoso en el trabajo o no han querido combatirlos. Este conjunto de datos
proporciona una base de referencia que todos podemos utilizar para hacer un
seguimiento de los tan necesarios progresos en esta cuestión de seguridad
vital”.
“Para hacer frente a desafíos de seguridad
mundiales tan difíciles y enraizados, como la violencia y el acoso en el
trabajo, es fundamental disponer de datos fiables a fin de comprender la
dimensión del problema e identificar a las personas que están expuestas a
mayores riesgos, sobre todo en los lugares donde existían pocos datos
confiables”, afirmó por su parte Sara Cumbers, Directora de Evidence and
Insight de la Lloyd’s Register Foundation.
El informe formula una serie de
recomendaciones, entre ellas:
Recopilación regular de datos
sólidos sobre la violencia y el acoso en el trabajo a nivel nacional,
regional y mundial, a fin de informar las leyes y los mecanismos, las políticas
y los programas de prevención y reparación, así como la investigación y la
promoción.
Ampliación y actualización de los
mecanismos dirigidos a prevenir y gestionar la violencia y el acoso en el
lugar de trabajo de manera eficaz, incluyendo a través de los sistemas de
inspección laboral y de las políticas y los programas sobre seguridad y salud
en el trabajo.
Sensibilización sobre la violencia y el
acoso en el trabajo, incluidas sus diferentes manifestaciones, con miras a
modificar las percepciones, los estigmas, las actitudes y conductas que pueden
perpetuar la violencia y el acoso, sobre todo aquellos basados en la
discriminación.
Mejora de la capacidad de las
instituciones en todos los niveles a fin de ofrecer prevención, reparación
y apoyo eficaces, para fortalecer la confianza de las personas en la justicia y
garantizar que las víctimas reciban apoyo.
El estudio de la OIT-LRF-Gallup se basó en
entrevistas realizadas en 2021 a cerca de 75.000 personas empleadas mayores de
15 años en 121 países y territorios, como parte de la Encuesta Mundial de
Riesgo de la Lloyd’s Register Foundation
Claroscuros del sistema capitalista
Nos despertamos y el mundo nos sorprende
enredado en la posibilidad de algo peor. Cada informe internacional de los
organismos de la ONU, en líneas generales actúa como un mecanismo de denuncia.
Nos advierte de una realidad y genera un mecanismo jurídico en forma de
Recomendación hacia la adopcion de un Convenio, posteriormente ratificado o no
por los Estados miembros.
Es obvio que desde hace mucho tiempo estos
temas, acuden frecuentemente al debate en la OIT, no obstante el abordaje para
su resolución se vuelca más hacia la transformación de los principios
morales y de la conductas éticas.
Pero este diálogo de alto nivel se
transforma hacia una dicotomía entre los hechos y las palabras. A pesar
de que somos concientes que el arte de narrar es tan antiguo como la humanidad,
pasando de las leyendas populares a las normas de buena educación de los
relatos históricos y las leyes.
Adquieren un valor especial los informes
sobre diferentes temas que implican un conjunto de teorías intuitivas
relacionadas con el funcionamiento de la humanidad. La perpectiva o el
enfoque de la violencia es una categoría de análisis de los hechos e
instituciones sociales que inciden en el examen de las relaciones entre poder,
sexo y género, sus distintas manifectaciones y los procesos a través de los
cuales se originan, reproducen y se transforman.
La violencia y el acoso en el trabajo adoptan
diversas formas y causan un perjuicio físico, psicológico, sexual o económico.
Es claro que el Convenio numero 190 – de eso se trata- exhorta a todos
los Estados Miembros de la OIT a erradicar del mundo del trabajo la violencia y
el acoso en todas sus formas. Pero visto lo visto, no habría que conformarse
solo con eso.
No se debe olvidar que la relación entre el
Estado capitalista y sus instituciones benefician la legitimación de la
violencias machistas, ya sea a través de las reformas laborales y los recortes
de sanidad, educación y leyes de dependencia, que se suman a las ofensivas que
defienden el papel de la mujer como ama de casa y cuidadora dentro del hogar.
Y todo esto -recortes y roles de género-
también beneficia al sistema con el ahorro de las tareas domésticas y de
cuidados, es decir el trabajo de reproduccion del trabajo, que llevan
esencialmente las mujeres dentro de los hogares y que es indispensable para el
mantenimiento de la fuerza de trabajo de la que se nutre el capitalismo.
Por eso es necesario mostrarse cautos
frente a la parafernalia de Convenios. En este sentido creemos que los
convenios vinculantes avalados por los Estados pueden servir …. siempre que se
apliquen.
Eduardo Camin es periodista uruguayo
residente en Ginebra, fue miembro de la Asociacion de Periodistas de Naciones
Unidas (ACANU).
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