4/6/2022
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Lorca: Una pasión eternamente joven
A 124 años de su nacimiento. Un 5 de Junio nació. Vivió con pasión hasta ser acribillado a balazos en los albores de la guerra española. “Fusilado por rojo, por marica, por raro” dijo alguna vez Galeano y retrató un aplauso de a pie al gran Federico: “para que sepas, Federico, lo vivo que estás.”
Publicado el 4 de Junio de 2022

Nació en el municipio de Fuente Vaqueros, Granada (España),
en el seno de una familia de buena posición económica, el 5 de junio de 1898, y
fue bautizado con el nombre de Federico del Sagrado Corazón de Jesús García
Lorca; su padre fue Federico García Rodríguez, un hacendado, y su madre, Vicenta
Lorca, maestra de escuela que fomentó el gusto literario de su hijo.
Desde la edad de 2 años, según uno de sus biógrafos, Edwin
Honig, Federico García Lorca mostró su habilidad para aprender canciones
populares, y a muy tierna edad escenificaba en miniatura oficios religiosos. Su
salud fue frágil y no empezó a caminar hasta los cuatro años. Leyó en su casa
la obra de Víctor Hugo y de Miguel de Cervantes. Como estudiante fue algo
irregular. De niño lo pusieron bajo la tutela del maestro Rodríguez Espinosa,
en Almería, ciudad en la que residió con su familia entre 1906 y 1909.
Inició el bachillerato de vuelta a su provincia natal y
abandonó la Facultad de Derecho de Granada para instalarse en la Residencia de
Estudiantes de Madrid (1918–1928); pasado un tiempo, regresó a la Universidad
de Granada, donde se licenció en Derecho, aunque nunca ejerció la abogacía,
puesto que su vocación era la literatura. La ubicación meridional de Granada,
donde se encontraba viva la herencia mora, el folclore, el Oriente y una
geografía agreste, quedaron impresas en toda su obra poética, donde los
romanceros y la épica se funden de manera perceptible. Después de su madre, fue
Fernando de los Ríos quien estimuló el talento del entonces pianista en favor
de la poesía; así, en 1917 escribió su primer artículo sobre José Zorrilla, en
su aniversario.
La España de García Lorca era la de la Edad de Plata,
heredera de la Generación del 98, con una rica vida intelectual donde los
nombres de Francisco Giner de los Ríos, Benito Pérez Galdós, Miguel de Unamuno
y, poco después, Salvador de Madariaga y José Ortega y Gasset imprimían el
sello distintivo de una crítica contra la realidad de España.
Influyeron, además, en la sensibilidad del poeta en
formación Lope de Vega, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Manuel Machado,
Ramón del Valle-Inclán, Azorín y el Cancionero popular.
En 1918 publicó su primer libro Impresiones y paisajes,
costeado por su padre. En 1920 se estrenó en teatro su obra El maleficio
de la mariposa, en 1921 se publicó Libro de poemas, y en 1923 se pusieron
en escena las comedias de títeres La niña que riega la Albahaca y El
príncipe preguntón. En 1927, en Barcelona, expuso su primera muestra pictórica.
En esta época frecuentó activamente a los poetas de su
generación que permanecen en España, en torno a la Residencia de Estudiantes:
Jorge Guillén, Pedro Salinas, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Rafael Alberti, y
sobre todo Buñuel y Dalí, a quien después le dedicó la Oda a Salvador Dalí. El
pintor, por su parte, pintó los decorados del primer drama del granadino: Mariana
Pineda. En 1928 publicó la revista literaria Gallo, de la cual salieron
solamente dos números.
En 1929 marchó a Nueva York. Para entonces se habían
publicado, además de los antes mencionados, sus libros Canciones (1927)
y Primer romancero gitano (1928). Esta última es su obra más popular
y accesible. A García le molestaba mucho que el público lo viera como Gitano.
De su viaje y estancia en Nueva York surge el libro Poeta
en Nueva York. En 1930 fue a La Habana, donde escribió parte de sus obras Así
que pasen cinco años y El público. Ese año regresó a España, donde
fue recibido en Madrid con la noticia de que su farsa popular La zapatera
prodigiosa se estaba escenificando.
"Soy Federico García..." Diría a manera de
presentación a quienes le recibían a su llegada a La Habana. Desde entonces, 7
de marzo de 1930 y para siempre, el poeta andaluz se convertiría en una de los
más admirados y queridos intelectuales que visitarían a Cuba.
Federico García Lorca llegaba desde Nueva York invitado por
la Asociación Hispano Cubana de Cultura que dirigía Fernando Ortiz para dar una
serie de charlas y conferencias en la isla.
Su libro Poeta en Nueva York, que completa durante su
estancia en Cuba con su poema Son de negros en Cuba, recoge en sus versos
la fuerte impresión que dejaran en el poeta sus días cubanos, que en carta a
sus padres desde La Habana les dice: "Esta isla es un paraíso"
Desde su llegada a Cuba junto al poeta español estuvieron
sus amigos los hermanos Loynaz del Castillo; Flor, Carlos, Enrique y Dulce
María; otros amigos del poeta granadino que entonces le acompañaron fueron José
María Chacón y Calvo, que fuera instrumento de su viaje a Cuba, Emilio Roig de
Leuchsenring y los poetas Cardosa y Aragón, guatemaltecos, y Porfirio Barba
Jacob, colombiano.
Todo el mundo que le conoce queda hechizado de su gracia y
vitalidad, como dijera la escritora cubana Lydia Cabrera, que le conoció y a
quien el poeta dedica, escogida por ella misma, uno de sus más famosos poemas,
La casada infiel, que con razón el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante
considera entre los textos más eróticos escritos en español.
Además de sus reuniones literarias García Lorca gustaba de
escaparse a solas para así recorrer los barrios marginales de La Habana,
mezclándose con la población del país y desapareciendo por algún tiempo en las
provincias cubanas.
En sus escapadas a través de la isla visita las ciudades de
Sagua la Grande y Caibarien, Cienfuegos. Viaja a Santiago de las Vegas invitado
por la Asociación Cultural Euterpe, presidida por el dramaturgo Marcelo Salina.
Visita Varadero, el Valle de Viñales, el Valle de Yumurí, donde queda extasiado
por la belleza del paisaje. A fines del mes de mayo llega a Santiago de Cuba,
hospedándose en el Hotel Venus cerca del centro de una ciudad que oye admirada
su conferencia "Mecánica de la nueva poesía", que atrae un numeroso
público.
Al instaurarse la Segunda República española, Fernando de
los Ríos fue nombrado Ministro de Instrucción Pública. Bajo el patrocinio
oficial, se encargó a Lorca la codirección de la Compañía Estatal de
Teatro La barraca, donde disfrutó de todos los recursos para producir,
dirigir, escribir y adaptar algunas obras teatrales del Siglo de Oro español.
Escribió en este período Bodas de sangre, Yerma y Doña
Rosita la soltera.
En 1933 viajó a Argentina para promover la puesta en escena
de algunas de sus obras por la compañía teatral de Lola Membrives y para dictar
una serie de conferencias, siendo su estancia un éxito
Al estallar el motín militar contra la República lo
gobiernos de Colombia y México, cuyos embajadores previeron que el poeta
pudiera ser víctima de un atentado debido a su puesto de funcionario de la
República Española, le ofrecieron el exilio, pero Lorca rechazó las ofertas y
se dirigió a su casa en Granada para pasar el verano.
En esos momentos políticos alguien le preguntó sobre su
preferencia política y él manifestó que se sentía a su vez católico, comunista,
anarquista, libertario, tradicionalista y monárquico. De hecho nunca se afilió
a ninguna de las facciones políticas y jamás discriminó o se distanció de
ninguno de sus amigos, por ninguna cuestión política.
Tras una denuncia anónima, el 16 de agosto de 1936 fue
detenido en la casa de uno de sus amigos, el también poeta Luis Rosales, quien
obtuvo la promesa de las autoridades nacionales de que sería puesto en libertad
«si no existía denuncia en su contra». La orden de ejecución fue dada por el
gobernador civil de Granada, José Valdés Guzmán, quien había ordenado al
exdiputado de la CEDA, Ramón Ruiz Alonso la detención del poeta.
Las últimas investigaciones, determinan que fue fusilado la
madrugada del 19 de agosto de 1936, seguramente por cuestiones territoriales,
ya que algunos caciques, muy conservadores, tenían rencor al padre de Lorca
porque era un cacique progresista. En una entrevista al diario El Sol había
declarado que:
"en Granada se agita la peor burguesía de España"
Y eso fue su sentencia de muerte. Federico García Lorca fue
ejecutado en el camino que va de Víznar a Alfacar, y su cuerpo permanece
enterrado en una fosa común anónima en algún lugar de esos parajes con el
cadáver de un maestro nacional, Dióscoro Galindo, y los de los banderilleros
Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, ejecutados con él.
En 2009, gracias a la ley para la recuperación de la memoria
histórica (Ley de Memoria Histórica de España) aprobada por el gobierno de José
Luis Rodríguez Zapatero, se decide abrir la fosa donde supuestamente
descansaban los restos del poeta. Aun así, no se encontró nada.
El universo lorquiano se define por un palpable
sistematismo: la poesía, el drama y la prosa se alimentan de obsesiones -amor,
deseo, esterilidad- y de claves estilísticas constantes. La variedad de formas
y tonalidades nunca atenta contra esa unidad cuya cuestión central es la
frustración.

Los símbolos
De acuerdo con su gusto por los elementos tradicionales, Lorca utiliza frecuentemente
símbolos en su poesía. Se refieren muy frecuentemente a la muerte aunque,
dependiendo del contexto, los matices varían bastante. Son símbolos centrales
en Lorca:
- La luna: es el símbolo más frecuente en Lorca. Su significación más frecuente
es la de muerte, pero también puede simbolizar el erotismo, la fecundidad, la
esterilidad o la belleza.
- El agua: cuando corre, es símbolo de vitalidad. Cuando está estancada,
representa la muerte.
- La sangre: representa la vida y, derramada, es la muerte.
Simboliza también lo fecundo, lo sexual.
- El caballo y su jinete: está muy presente en toda su obra, portando siempre
valores de muerte, aunque también representa la vida y el erotismo masculino.
- Las hierbas: su valor dominante, aunque no único, es el de ser símbolos de la
muerte.
- Los metales: también su valor dominante es la muerte. Los metales aparecen
bajo la forma de armas blancas, que conllevan siempre tragedia.
La metáfora: es el procedimiento retórico central de su estilo. Bajo la influencia
de Góngora, Lorca maneja metáforas muy arriesgadas: la distancia entre el
término real y el imaginario es considerable. En ocasiones, usa directamente la
metáfora pura. Sin embargo, a diferencia de Góngora, Lorca es un poeta
conceptista, en el sentido de que su poesía se caracteriza por una gran
condensación expresiva y de contenidos, además de frecuentes Elipsis. Las
metáforas lorquianas relacionan elementos opuestos de la realidad, transmiten
efectos sensoriales entremezclados, etc.
El Neopopularismo
Aunque Lorca asimila sin problemas las novedades literarias, su obra está
plagada de elementos tradicionales que, por lo demás, demuestran su inmensa
cultura literaria. La Música y los Cantos tradicionales son presencias
constantes en su poesía. No obstante, desde un punto de vista formal no es un
poeta que muestre una gran variedad de formas tradicionales; sin embargo,
profundiza en las constantes del espíritu tradicional de su tierra y de la
gente: el desgarro amoroso, la valentía, la melancolía y la pasión.
La obra poética de Lorca constituye una de las cimas de la
poesía de la Generación del 27 y de toda la Literatura española. La poesía
lorquiana es el reflejo de un sentimiento trágico de la vida, y está vinculada
a distintos autores, tradiciones y corrientes literarias. En esta poesía
conviven la tradición popular y la culta. Aunque es difícil establecer épocas
en la poética de Lorca, algunos críticos diferencian dos etapas: una de
juventud y otra de plenitud.
Aquí se incluyen sus primeros escritos: Impresiones y
paisajes (en prosa, aunque sin embargo muestra procedimientos
característicos del lenguaje poético) y Libro de poemas, escrito bajo
el influjo de Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez; en este poema
García Lorca proyecta un amor sin esperanza, abocado a la tristeza.
La Diputación de Granada edita en 1986 una antología
poética, seleccionada, presentada y anotada por ANDREW A. ANDERSON (I.S.B.N.
84-505-3425-9). Esta antología aporta Suites (1920-1923) y Poemas
en prosa (1927-1928). En Suites se encuentra "Cancioncilla
del niño que no nació" pág. 71 , y en Poemas en Prosa "Degollación
de los Inocentes", pág. 150. En estos escritos el poeta hace referencia al
drama del aborto.
Comienza con el Poema del cante jondo (1921) que,
mediante la unidad temática, formal, conceptual y la expresión de los
sentimientos, debida en parte a su inspiración folclórica, describe la lírica
neopopularista de la Generación del 27.
En Primeras canciones (1927) , y Canciones (1936)
emplea las mismas formas: la Canción y el Romance. Los temas del tiempo y la
muerte se enmarcan en el alba, la noche, la ciudad Andaluza y los paisajes
lunares.
La muerte y la incompatibilidad moral del mundo Gitano con
la sociedad burguesa son los dos grandes temas del Romancero gitano. Destacan
los procedimientos habituales de poesía de origen popular, y la influencia del
compositor Manuel de Falla. No se trata de una obra folclórica; está basada en
los tópicos con que se asocia lo gitano y Andaluz. Lorca eleva al personaje gitano
al rango de Mito literario, como después hará también con el negro y el Judío
en Poeta en Nueva York. En el Romancero gitano emplea el Romance, en
sus variantes de novelesco, lírico y dramático; su lenguaje es una fusión de lo
popular y lo culto.
Lorca escribe Poeta en Nueva York a partir de su experiencia
en EEUU, donde vivió entre 1929 y 1930. Para Lorca la civilización moderna y la
naturaleza son incompatibles. Su visión de Nueva York es de pesadilla y
desolación, propia de un mal sueño. Para expresar la angustia y el ansia de
comunicación que lo embargan, emplea las imágenes visionarias del lenguaje
Surrealista. Su libertad expresiva es máxima, aunque junto al Verso libre se
advierte el uso del Verso medido (Octosílabo, Endecasílabo y Alejandrino).
El Diván de Tamarit (1940) es un libro de poemas de
atmósfera o sabor oriental, inspirado en las colecciones de la antigua poesía
arábigo-Andaluza. El tema central es el del amor sujeto a experiencias
frustrantes y amargas; su lenguaje está muy próximo al de Poeta en Nueva York.
Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías (1935)
es una elegía de incontenible dolor y emoción que actúa de homenaje al torero
sevillano que tanto apoyó a los poetas de la Generación del 27.
La obra poética de García Lorca se cierra con Seis
poemas gallegos y la serie de once poemas amorosos titulada Sonetos
del amor oscuro. Lorca siempre ha contado con el respeto y admiración
incondicional de los poetas de generaciones posteriores a la Guerra Civil.
Considerado un poeta Maldito, su influencia se ha dejado sentir entre los
poetas españoles del Malditismo.
Libros de poesía
Impresiones y paisajes (1918)
Libro de poemas (1921)
Poema del cante jondo (1921)
Oda a Salvador Dalí (1926)
Romancero gitano (1928)
Poeta en Nueva York (1930)
Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935)
Seis poemas gallegos (1935)
Diván del Tamarit (1936)
Sonetos del amor oscuro (1936)
Teatro
El teatro de García Lorca es, con el de Valle-Inclán, el de
mayor importancia escrito en castellano en el Siglo XX. Es un teatro poético,
en el sentido de que gira en torno a símbolos medulares —la sangre, el cuchillo
o la rosa—, de que se desarrolla en espacios míticos o presenta un realismo
trascendido, y de que, en fin, encara problemas sustanciales del existir. El
lenguaje, aprendido en Valle-Inclán, es también poético. Sobre Lorca influyen
también el drama Modernista (de aquí deriva el uso del Verso), el teatro
lopesco (evidente, por ejemplo, en el empleo organizado de la canción popular),
el calderoniano (desmesura trágica, sentido de la alegoría) y la tradición de
los Títeres. La producción Dramática de Lorca puede ser agrupada en cuatro
conjuntos: Farsas, Comedias «irrepresentables» (según el autor), Tragedias y
Dramas.
Entre las Farsas, escritas entre 1921 y 1928, destacan La
zapatera prodigiosa, en la que el ambiente Andaluz sirve de soporte al
conflicto, Cervantino, entre imaginación y realidad, y Amor de don
Perlimplín con Belisa en su jardín, complejo ritual de iniciación al amor, que
anuncia los «dramas irrepresentables» de 1930 y 1931: El público y Así
que pasen cinco años, sus dos obras más herméticas, son una indagación en el
hecho del Teatro, la Revolución y la presunta Homosexualidad —la primera— y una
exploración —la segunda— en la persona humana y en el sentido del vivir.
Consciente del éxito de los dramas rurales poéticos, Lorca
elabora las tragedias Bodas de sangre (1933) y Yerma (1934),
conjugación de mito, poesía y sustancia real.
Los problemas humanos determinan los dramas. Así, el tema de
la «solterona» española (Doña Rosita la soltera, 1935), o el de la represión de
la Mujer y la Intolerancia en La casa de Bernarda Alba, para muchos la
obra maestra del autor.
Obras teatrales
Mariana Pineda (1927)
La zapatera prodigiosa (1930)
Retablillo de Don Cristóbal (1928)
El público (1930)
Así que pasen cinco años (1930)
Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1933)
Bodas de sangre (Puesta en escena en 1933, pero publicada en enero de 1936 por
Ediciones del Árbol, Cruz y Raya)
Yerma (1934)
Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores (1935)
La casa de Bernarda Alba (1936)
La fuerza de la sangre (inacabada) (1936)
Filmografía sobre la vida de Lorca
Lorca, muerte de un poeta (1987), serie de televisión
dirigida por Juan Antonio Bardem
Muerte en Granada (1997), dirigida por Marcos Zurinaga. El actor Andy García da
vida al poeta
Lorca (1998), dirigida por Iñaki Elizalde
La luz prodigiosa (2003), dirigida por Miguel Hermoso
Lorca. El mar deja de moverse (2006), documental dirigido por Emilio Ruiz
Barrachina
Sin límites (Little ashes) (2008), dirigida por Paul Morrison semibiográfico
sobre las relaciones entre Dalí, Lorca y Buñuel.
El deseo y la realidad (2009), documental dirigido por Rafael Zarza y Fernando
García de Canales.
Mudanza (2009) , dirigida por Pere Portabella
Adaptaciones de su obra
Bodas de sangre (1981), de Carlos Saura
"Nanas de espinas" (1982) espectáculo de Salvador Távora inspirado en
"Bodas de sangre".
La casa de Bernarda Alba (1982), de Mario Camus
Proceso a Mariana Pineda (1984), de Rafael Moreno Alba, serie de la Televisión
Española (TVE)
Viaje a la Luna (1998), cortometraje de Frederic Amat.
Yerma (1998), de Pilar Távora
"Yerma mater" (2005) espectáculo de Salvador Távora inspirado en
"Yerma".
Bodas de sangre (2010), de José Carlos Plaza.
Óperas
La zapatera prodigiosa del compositor argentino Juan José Castro (1895-1968),
estrenada en Montevideo, 1949.
Bodas de sangre de Juan José Castro, 1952
Bodas de sangre (Bluthochzeit) del alemán Wolfgang Fortner (1907-1987)
Yerma de Heitor Villa-Lobos, estrenada en la Santa Fe Opera en 1971
La casa de Bernarda Alba del catalán Miquel Ortega
ópera basada en una ficción biográfica
Ainadamar de Osvaldo Golijov, estrenada en el Festival de Tanglewood,2003 y
Ópera de Santa Fe.
Fuente: Acercándonos Cultura