10/12/2022
Cultura
"Los inoportunos", humor cordobés para reírse de uno mismo y de su ego
Cómo reírse de uno mismo, de las trabas que nos pone el ego y el reflejo de nosotros en los demás es lo que propone "Los inoportunos", ópera prima del director cordobés Ismael Zgaib, que se estrenó en la semana en salas del país y en Cine.ar Estrenos.
Publicado el 10 de Diciembre de 2022

"'Los
inoportunos' nace por una necesidad de reírse de uno mismo, de mis propias
fallas. Con el correr de los años, un conflicto que se me ha presentado muchas
veces y al que le he dedicado más de una sesión de terapia es poder ubicar el
propio ego. Más de una vez me ha pasado de perderme en mis propios mambos, en
mis propios problemas y pierdo la posibilidad de registrar a las personas que tengo
al lado", dijo a la agencia pública de noticias Télam el realizador.
José María es el hijo
de un encumbrado banquero que acaba de fallecer. Instalado en un trabajo no
deseado, el deceso de su padre, sumando al regreso de su hermano a la empresa
familiar, le dan las ínfulas para dejar el empleo y buscar algo nuevo, aunque
no sabe qué.
"Creo que cuando
une se acerca a los 30 se replantea muchas cosas, al menos a mí y a Nicolás
(Abello, coguionista) nos pasó eso. Y una de las cosas que se ataca primero
ahí, son los vínculos y la manera en que une elige vincularse; incluso con la
propia soledad. José María está en ese momento bisagra de su vida, está
intentando seguir adelante, dejar el pasado en el pasado y ver la manera de
construirse una nueva realidad, una con la que él se sienta feliz, incluso si
no sabe bien qué es, tiene el deseo de salir a buscarlo", comentó Zgaib
sobre el protagonista.
En su último día
laboral, José María invita a salir a Laura, una compañera del banco a la que le
costaba acercase, perseguido por el fantasma de su exnovia. Ya en el
departamento, que comparte con su madre, José María comienza a arreglarse para
el cita, pero la llega de un grupo de amigos, el consumo de sustancias, la
presión de los hermanos y la sorpresiva aparición de su ex se complotan para que
el encuentro amoroso se empiece a complicar.
"Que la película
haya sido filmada en estudio nos permitió movernos con libertad, hacer que cada
traslado cuente, que las coreografías de los personajes sumen a la comedia
desde otro lugar y a su construcción como individuos. La película no deja de
tener un artificio muy grande, siempre buscado", agregó.

La película se
proyectará en el Cine Gaumont, además de salas en Unquillo, Villa Regina y en
el Complejo Cinerama Córdoba.
¿Por qué decidiste
que el protagonista quedara encerrado en su casa durante toda la película?
Ismael Zgaib: La idea
era la de un protagonista que queda aprisionado en su propia casa, perdido
entre el ego de todos sus vínculos. Si bien ninguno de los personajes tiene un
impedimento real por el que no puede irse, todos sienten la necesidad de
quedarse porque deben resolver un problema que perciben como urgente. No hay
nada más personal que el hogar y no hay nadie mejor que la familia para
transgredir ese espacio y cooptar la libertad de uno.
¿Por qué José María se dedica a mentir con cosas que, al final, se demuestra que no eran necesarias?
IZ: José María no sólo tiene una dificultad para marcar límites, sino también para hacerse cargo. Ocultar la verdad de lo que sucede, en este caso, una casa llena de personas, si bien parece algo simple, también implica algo que va un poco más allá, es desnudarse un poco, es cómo decir: "Mirá lo que soy". Cada uno de los personajes de la película funciona como una ventana al pasado de José María, viene a contarnos algo más sobre él, ya sea un hecho específico o la manera en que se vincula y, sobre todo para una primera cita, esa información puede llegar a ser muchísimo.
En esta etapa de la
vida, la familia y los amigos parecieran ser un estorbo para el protagonista
¿Por qué?
IZ: Hay veces que los vínculos son justamente los que nos retienen y hay que aprender a dejarlos ir porque responden a un estar en el mundo que ya no nos identifica. Por supuesto que con esto no digo que los demás sean el problema, los vínculos son nuestro espejo y nosotros somos quiénes ayudamos a construirlos y decidimos apostar a ellos y ser parte de esa lógica. Simplemente sucede que cambiamos, crecemos. Y muchas veces en esas modificaciones, en esos crecimientos, hay desencuentros.