7/5/2022
Tendencias
Pequeños satélites para dar conectividad
La empresa Innova Space diseña y construye pequeños satélites que pueden brindar conectividad para industrias en zonas alejadas. El proyecto, que surgió en una escuela técnica de Mar del Plata, ya tiene un prototipo en órbita y recibió financiamiento del MINCYT. Planean realizar alrededor de 100 lanzamientos para el año 2024.

Matias Alonso
Publicado el 7 de Mayo de 2022

Cada vez son más las industrias que automatizan sus procesos
mediante el uso de sensores que permiten enviar señales para avisar de
desperfectos o cuando, por ejemplo, hay que reponer materia prima. Pero esa
conectividad que ya es algo común en las grandes ciudades no está disponible de
igual manera en áreas productivas como el agro, la minería o la actividad
marítima.
La proliferación de satélites de bajo costo está haciendo
que estas industrias ya no estén tan lejos de poder acceder a esa conectividad
a costos hasta hace poco muy altos, quizás no con la misma velocidad que en una
ciudad pero lo suficientemente confiable como para poder recabar la información
de sensores críticos que puedan ayudar a hacer más eficiente la producción. La
pyme argentina Innova
Space apunta a estos sectores mediante el desarrollo y el lanzamiento
de picosatélites, que tienen 10 centímetros de altura y pensan alrededor de
medio kilo.
El proyecto surgió en las aulas de la Escuela Técnica Número
5 de Mar del Plata, donde su actual director, Alejandro Cordero, se desempeña
como docente de electrónica. Los picosatélites de Innova Space orbitan la Tierra
a 500 kilómetros y podrían brindar conectividad en distintas partes del mundo.

Una constelación de estos satélites podría brindar una
conexión de un mega por segundo, bastante bajo en comparación a los estándares
de una ciudad pero suficiente para recabar información de sensores, con una
latencia de cinco minutos. La mayoría de sus potenciales clientes dijeron que
con tener un dato por día ya era suficiente pero hay algunos pocos, como los
sensores de seguridad de silobolsas, que requieren datos cada algunos minutos.
Para hacerlo deberán lanzar entre 75 y 100 de estos mini satélites, lo cual
proyectan para el año 2024.
Sobre el tiempo que estará en órbita cada uno de estos
picosatélites, Ignacio Pintos, jefe de Ingeniería de Innova Space, le dijo
a la agencia TSS: “Los primeros satélites estamos previendo que se
mantengan en órbita entre dos y tres años, y podríamos tener la posibilidad de
extender el plazo si mejoramos la plataforma. Eso dependerá de lo que requiera
el mercado y cúan rápida sea la renovación de las plataformas que necesitemos.
Hoy en día, con la renovación tecnológica que estamos viviendo, dos o tres años
ya es mucho”.
Los componentes con los que se hace el satélite están
disponibles comercialmente, es decir, se trata de sensores, memorias y antenas que
pueden conseguirse en el mercado y ya tienen certificación satelital. Esto
ahorra pasos y costos a la hora de armarlos. Ciertas plaquetas y el software son
diseñados y construidos por Innova Space. “Hoy en día hay una crisis
global de componentes en general, sobre todo en semicondutores, y eso nos
obliga a trabajar con los componentes que están disponibles y tienen una
provisión acorde con los tiempos con los que nos estamos manejando. Por suerte,
hasta ahora no hemos tenido que modificar demasiado la plataforma por estas
cuestiones. Trabajamos con componentes de este tipo porque si nos ponemos a
hacer componentes de grado espacial ultra certificados posiblemente los costos
se eleven demasiado y por la expectativa que tenemos del uso de cada satélite no
está justificado. Está previsto que la crisis de semiconductores se extienda y
muchas empresas están construyendo plantas para producirlos en otros
continentes debido a los problemas de abastecimiento”, explicó Pintos.

A principios de año, Innova Space lanzó en un cohete de la
empresa SpaceX el satélite MDQubesat-1 San Martín, que ya está enviando
información para probar su rendimiento. Y, en octubre, se lanzará el MDQSAT-1A
Juana Azurduy. La información que transmite es recibida en la estación terrena
que Innova Space tiene en Mar del Plata y, en pocos días, también en la
estación terrena de la UNSAM, en el Campus Miguelete. “Tenemos previsto
empezar a abrir otros lugares para bajada y subida de datos a medida que
tengamos las autorizaciones de la Unión Internacional de las Comunicaciones
(UIT). Igualmente, hay varios servicios que nos permitirían hacerlo mediante
contratos”, dijo Pintos.
El proyecto contó con financiación inicial de la aceleradora
de empresas marplatense Neutrón y en el año 2020 recibió un ANR (aporte no
reembolsable) del Ministerio de Ciencia por 14,5 millones de pesos, además de
diversos reconocimeintos.
Innova Space es parte de un conglomerado de empresas que se
están desarrollando tecnologías en el país con aplicación en el espacio. Un
ejemplo es la empresa Satellogic, que ya lanzó 22 satélites que proveen
imágenes de la Tierra para aplicaciones en áreas como agro y seguridad. También
hay numerosas empresas que hacen análisis de imágenes satelitales,
especialmente para la industria agropecuaria.
“La fortaleza de la Argentina es el capital humano, la
formación científica y tecnológica de muchos especialistas que están por todo
el mundo generando valor agregado y después trayéndolo de nuevo al país.
También es importante la cooperación internacional, que el país ha sabido
mantener para que esos lazos se mantengan”, destacó Pintos.
Matías Alonso es integrante de la agencia
TSS de la Universidad Nacional de San Martín