10/12/2022
Tendencias
Pronóstico climático: Verano extremo
Dos informes elaborados por expertos y expertas de diferentes instituciones pronostican una temporada estival abrumadora. Uno de ellos prevé para los meses de diciembre, enero y febrero temperaturas medias superiores a las normales para buena parte del país. Otro anticipa temperaturas extremas.

Gabriel Rocca
Publicado el 10 de Diciembre de 2022

La polémica en las redes sociales suele ser
encarnizada y, por supuesto, nunca tendrá un ganador definitivo. Es que la
disputa entre el “team” verano y el “team” invierno enfrenta a fanáticos del
calor con “hinchas” del frío y se reaviva ante cada jornada en la que se
registra una temperatura extrema, ya sea por lo alta o por lo baja.
En ese escenario, podríamos decir que el
pronóstico climático trimestral desarrollado por un amplio grupo de
profesionales de diversas instituciones (ver recuadro) no plantea un panorama
alentador para los adoradores del fresco e incluso desafiará a los más
fanáticos amantes del calor. Es que, de acuerdo con las previsiones para esta
temporada estival, se espera una mayor probabilidad de ocurrencia de
temperaturas medias superiores a las normales en buena parte del país. Sobre
todo en la zona centro y en el oeste de la Patagonia. Particularmente, la
Provincia de Buenos Aires y el este de La Pampa es donde esas probabilidades
son mayores.
Por otro lado, el mismo informe estima para
diciembre, enero y febrero un déficit de precipitaciones para amplias zonas de
la Argentina, que abarcan parte de la Provincia de Buenos Aires, el oeste de la
Patagonia y todo el NEA. Específicamente, las mayores probabilidades de que
haya lluvias por debajo del nivel normal se concentran en la Mesopotamia. De
concretarse este vaticinio podrían agravarse las condiciones actuales de sequía
que afectan a amplias regiones del país.
“Estamos frente a un déficit importante de
precipitaciones y, lamentablemente, seguimos bajo la influencia de un fenómeno
Niña que se va a extender, por lo menos, hasta el final del verano. Se trata de
una Niña muy rara, justamente se la llamó la ‘triple Niña’ porque nunca se
había dado durante tres años seguidos como viene ocurriendo ahora. Habrá que
tener mucho cuidado ante la posibilidad de que se produzcan nuevos incendios”,
alerta la climatóloga Matilde Rusticucci, quien forma parte del grupo de
especialistas que elaboró el informe.
Este pronóstico se realiza sobre la base
del análisis de las previsiones numéricas experimentales de los principales
modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos nacionales,
sumado al análisis de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas.
El resultado final refleja un consenso consolidado a partir de esas diversas
fuentes.
De extremo a extremo
Como si todo esto no fuera suficiente, otro
informe confeccionado por la propia Rusticucci y Soledad Collazo, desde el
Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de
Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, le pone más presión aún a la olla y al
sistema eléctrico nacional que va a tener que soportar más acondicionadores de
aire prendidos durante más tiempo.

El mapa muestra a más de la mitad del
país con grandes propabilidades de una mayor ocurrencia de temperaturas máximas
por encima de lo habitual (marcado en color rosa).
Es que, el “Pronóstico de extremos de temperatura”, indica la probabilidad de una mayor ocurrencia de extremos cálidos de la temperatura máxima en toda la región de estudio -que abarca el centro y norte del país-, con excepción de una parte de San Juan y el norte de Jujuy.
“Este pronóstico otorga una alta
probabilidad de tener temperaturas máximas muy extremas y temperaturas mínimas
muy altas. Muy altas las dos, es decir, mucho calor. Esto significa que, si
bien en algunos casos el aumento de la temperatura media puede no ser tan
significativo, sí vamos a tener días con temperaturas máximas y mínimas muy
superiores a lo normal”, detalla Rusticucci.
Si bien la presencia del fenómeno de La
Niña, que tiende a jornadas de bajas precipitaciones y humedad, podía hacer
suponer que vendrían días con una amplitud térmica marcada, no es eso lo que
anticipa el informe. “Es cierto que en esas condiciones podría darse una mayor amplitud
térmica, de hecho, es lo que vino ocurriendo en los meses anteriores. Sin
embargo, ahora los cálculos nos dan muy altas tanto la mínima como la máxima”,
sostiene la investigadora del CONICET.
Casi todo el país, con excepción de la
Patagonia, fue puesto bajo este análisis en base a los registros de
temperaturas máximas y mínimas recolectados a lo largo de tres décadas. Estos
datos, junto con modelos computacionales, ciertos algoritmos y predictores,
arrojaron este pronóstico probabilístico.
Ahora bien, ¿tiene alguna relación este
pronóstico extremo con el fenómeno del cambio climático? Para Rusticucci si
bien no se puede adjudicar de manera directa al cambio climático lo que ocurra
puntualmente este verano en Argentina, “sí es cierto que estamos en el marco de
una tendencia a que las temperaturas aumenten cada vez más y cada vez más
rápido. Por lo tanto, si uno lo mira en el largo plazo, sí está
relacionado con el cambio climático”, sostiene y completa: “Al analizar lo
ocurrido en los últimos 50 años, está claro que antes estas temperaturas no
eran tan frecuentes y que ahora hay una mayor probabilidad de que ocurran este
tipo de eventos extremos como las olas de calor”.
Todas las instituciones
El pronóstico trimestral es elaborado por
profesionales del Servicio Meteorológico Nacional (SMN); del Instituto Nacional
del Agua (INA), de la Cátedra de Climatología Agrícola de la Facultad de
Agronomía (UBA); del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos
(DCAO UBA); personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA);
de la Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas de los Ríos Limay, Neuquén y
Negro (AIC); del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET); de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación (SSRH), y de
la Comisión Regional del Río Bermejo (COREBE).
Gabriel
Rocca es integrante de NexCiencia, organo de divulgación de la Facultad de
Ciencias Exactas de la UBA