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Pelota, playa y sombrilla


25 de enero de 2025

La disputa por el futbol argentino no se detiene con el contexto vacacional. Javier Milei y Mauricio Macri (enemigos íntimos) continúan ocupando terreno en los clubes más representativos de Argentina mientras que algunos pocos seguimos luchando por la defensa de los modelos tradicionales que tienen los clubes. El rol de Claudio Tapia, Foster Gillet y Verón, el caso Riestra y una batalla que se torna cada día mas difícil, pero no es opción rendirse.

Sergio Agustin Vangelista

El mapa del futbol argentino puede parecer confuso, pero con el desarrollo de esta nota, intentaremos dejarlo lo más claro posible. Sin haberse realizado la asamblea donde el socio de Estudiantes de La Plata iba a definir si aceptaba la intromisión de capitales externos (gerenciamiento) en el futbol profesional, Foster Gillet opera con complicidad del Presidente pincha Juan Sebastián Verón haciendo uso de su billetera para incorporar jugadores en este mercado de pases. La novela de Cristian Medina mostro lo burdo que pueden ser estos “hombres de negocios” desconociendo reglamentaciones y abordando al futbol como una simple mercancía. La transferencia realizada del conjunto pincha al de la ribera para pagar su cláusula de salida, tuvo irregularidades como que la cuenta de donde salió el pago no era ni de Estudiantes, ni tampoco del jugador, sino del propio Gillet. El presidente xeneixe, Juan Román Riquelme, denuncio irregularidades en el pago, pero el jugador en los días siguientes soluciono el inconveniente.

El rol del Presidente de la AFA es como en el juego del don pirulero, el chiqui solo atiende su juego. No hubo sanción para Estudiantes por la mala transferencia del pago de Medina, fumo la pipa de la paz en Paraguay con LLA representados por Karina Milei y Manuel Adorni en pos de recibir apoyo para la realización del próximo mundial 2030 y el debilitamiento de Mauricio Macri. Por otro lado, ocupa cargo en el Gobierno de Axel Kicillof en la Provincia de Buenos Aires y logro salvar a la AFA de la intervención nacional cambiando el domicilio de capital federal a Ezeiza. Por otro lado, llego la tan ansiada sanción contra Deportivo Riestra (SAD encubierta) dictada por el Tribunal de Ética y disciplina por la incorporación de Ivan “Spreen” Buhajeruk, el influencer que jugo un minuto en el partido contra Vélez del torneo pasado.  Con un comunicado pidiendo disculpas públicas y pagando $20.000.000, el equipo de Víctor Stinfale deberá pensar 2 veces si quiere ser un club de futbol o una plataforma publicitaria para vender latitas.

Mauricio Macri sigue bien parado dentro del futbol argentino, logro ocupar Avellaneda con Grindetti en Independiente y la victoria de Milito y Lacunza en Racing. El rojo es el experimento para luego volcar el resultado en la academia. El vaciamiento se genera por medio de los representantes y los cómplices dirigentes. La venta de juveniles por migajas a clubes como Defensa y Justicia (Bragarnik) y la adquisición de jugadores medio pelo traídos por representantes que les hacen firmar fortuna para luego cuando fracasen y se vayan, sigan acrecentando la deuda del rey de copas. Un claro modelo de vaciamiento que siempre será tapado por resultados deportivos.

Por el lado de San Lorenzo, la situación es similar. Un presidente que ni el mismo sabe cómo está ocupando el cargo, duplico la deuda con la que se encontró cuando llego y desde el día uno hasta hoy, fue deschabando cada una de sus mentiras. En ningún lado cierra que el conjunto azulgrana busque refuerzos como Keilor Navas mientras remata pibes para pagar sueldos. Con un vicepresidente radicado en Uruguay, el modelo de Moretti es sencillo, acrecentar la deuda hasta que la única solución que se le va a presentar a los hinchas va a ser la privatización, y así la consigna que implementaran será: “privatización o desaparecer”.

En algunos de los casos que estamos describiendo existen responsables que legitiman por acción u omisión estas tretas burdas. Primero los periodistas partidarios que por una “pautita” elijen callar y mirar para otro lado. También las oposiciones a estos oficialismos, cómodos en sus sillas sin representar a los socios ni a la defensa del club, como el ejemplo más palpable de una clase política en organizaciones intermedias del pueblo.

El verano es corto, el torneo se avecina, el panorama es oscuro, pero habrá motivos para seguir defendiendo las asociaciones civiles de lucro y al futbol como herramienta cultural de las mayorías, como dicen los piojos “Yo sé que vendrán nuevos tiempos”.

Sergio Agustin Vangelista

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