Todo aquello de Perón que no es Perón
06 de julio de 2024
Compartimos la columna editorial de La RaÃz del Grito, programa radial que se emite los miércoles de 21 a 22 horas por el Sistema Integrado de Radios de la Universidad Nacional de Entre RÃos. A continuación, el texto y el fragmento del audio, para escuchar cuando y donde quieras.
Acá el Viejo sonaba a viejo. La voz se le resbala un poco en algún tramo del discurso. Después de miles de discursos en miles de plazas rebalsadas por la muchedumbre.
El 12 de junio de 1974 el entonces presidente Juan Domingo Perón pronunciaba su último discurso desde el balcón de la Casa Rosada ante una multitud reunida en la Plaza de Mayo. El discurso quedó en la historia como aquel de “la más maravillosa música que es la palabra del pueblo”.
A los pocos días, el 1ero de julio de aquel 1974, a las 13:15, hace 50 años, moría el hombre más importante de la política argentina del siglo XX. Miles de textos se han escrito y se escribirán sobre él. Miles de interpretaciones. En estos días lo volvimos a ver.
Lo que nos interesa decir en estas líneas es que lo más importante de Perón era, es y será todo aquello que no es Perón y que en el barro de la historia y la política se va enredando con su nombre.
Nos referimos a cada una de las personas que integraron las muchedumbres. Esas que pusieron en marcha la historia, marcando mojones, construyendo bisagras. Muchedumbres como las del 17 de octubre del 45 o las del 17 de noviembre del 72. Todas esas personas movilizadas que no son Perón y que sin embargo lo constituyen.
Esto que resulta relativamente obvio, no lo es.
Traigamos una vez más aquella idea de Rodolfo cuando decía que "Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores. La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las cosas"
Peronizar en Perón la historia del Peronismo es parte de esa misma operatoria que desoculta Walsh. Donde la experiencia colectiva se pierde. Los dueños de todas las cosas individualizan en líderes carismáticos, buenos y malos, no importa, pero individuos al fin.
Así nos han enseñado la historia, así se discute política, así se piensa.
Y ahí nace la fantasía de que todo este dolor que estamos padeciendo como sociedad, se llama Milei. Y entonces el capitalismo no tiene nada que ver, sólo es un sistema que produce eficazmente bienes y servicios. Y el neoliberalismo pareciera que solo es una cosa de los malos y no nos constituye en estas subjetividades donde todo vínculo se mira desde el punto de vista del valor de cambio y la transacción, el punitivismo, la bronca, el odio al otro. Odio al otro que hoy gobierna.
Los dueños de todas las cosas nos van a contar de nuevo el mismo cuento. Ese que pone el punto de gravedad en otro lado. Ese que nos consuela y por el cual no tendríamos que hacernos cargo de nada o casi nada, más que sobrevivir. Sin historia y sin política, o sea, sin horizonte.
Por eso hoy, en estas líneas, recordando los 50 años de la muerte del General, queremos reivindicar todo aquello de Perón que no fue Perón. Porque no fue el Viejo quien inició o convocó a las muchedumbres a movilizarse aquel 17 de octubre del 45 o ese 17 de noviembre del 72. Fue otra cosa, que movió todo de lugar. Eso, que aún no tiene nombre, es lo que queremos reivindicar recordando al General.