Valencia Club de Fútbol: La SAD al borde del abismo
26 de octubre de 2024
Esta gloriosa institución española galardonada en 23 ocasiones, por la cual pasaron grandes figuras argentinas, está atravesando uno de los momentos más complicados de su historia por los desmanejos dirigenciales de la inversión privada.
El fútbol llegó a Valencia gracias a aquellos que, vinculados al comercio de cítricos, habían estado en Gran Bretaña, cuna de este deporte. Del mismo modo, era común ver a marineros británicos en los puertos valencianos jugando con un balón. En 1908, ya existían equipos en Valencia como Levante, Gimnástico, Hispania o Hispano, pero fue con la celebración de la exposición regional en 1909 cuando este deporte ganó gran popularidad en la ciudad.
Una década más tarde, el 1 de marzo de 1919, según consta en el acta de fundación, un grupo de aficionados al fútbol, compuesto por Augusto Milego, Gonzalo Medina, Andrés Bonilla, Pascual Gascó, Fernando Marzal, y Julio Gascó, se reunió en el centro de la capital del Turia y decidió crear un equipo que llevará el nombre de la ciudad: el Valencia Football Club.
El historial de títulos del Valencia Club de Fútbol lo convierte en una de las entidades deportivas más exitosas de España. Es el cuarto equipo español con más títulos internacionales (7 trofeos) y el quinto en cantidad de títulos oficiales, con un total de 23: 6 títulos de Liga, 8 Copas del Rey, 1 Supercopa de España, 1 Copa Eva Duarte, 1 Copa de la UEFA, 2 Copas de Ferias, 2 Supercopas de Europa, 1 Recopa de Europa y 1 Copa Intertoto. Además, alcanzó dos veces consecutivas la final de la Liga de Campeones de la UEFA, en 2000 y 2001.
Después de 105 años, el histórico club español vive una de sus crisis más relevantes que azotan a todos los valencianos. Pero ¿cómo se llegó a este presente? Comencemos a explicar cómo un equipo dos veces subcampeón de Europa está a punto de tocar fondo.
A principios de los años 2000, la presidencia del Club fue de Juan Bautista Soler quien presentó un proyecto para construir un estadio de primer nivel, el “Nou Mestalla”. Los planos de este gran escenario se presentaron el 10 de noviembre de 2006. La financiación del mismo iba a estar a cargo por un crédito de Bancaja y a la futura venta de las parcelas del “Mestalla”. Las obras comenzaron el 1 de agosto del 2007. Al culminarlas, una vez finalizado este estadio, la vieja casa del Valencia sería demolida.
El club enfrentaba una deuda que asciende a 547 millones de euros, la mayor parte con la entidad Bancaja, lo que obligó a anunciar la suspensión de las obras del estadio el 17 de febrero de 2009. Inicialmente, Juan Bautista Soler planeaba financiar la construcción mediante la venta de las parcelas del antiguo Mestalla, pero la crisis inmobiliaria española de 2008 hizo inviable la venta a los precios estimados.
En junio de 2009, se aprobó una ampliación de capital en el Valencia Club de Fútbol con el objetivo de equilibrar las cuentas y retomar la construcción del estadio lo antes posible. Gracias a esta ampliación, la mayoría accionaria cambió de propietario, y la Fundación Valencia Club de Fútbol se convirtió en el principal accionista al adquirir el 72% de las acciones (mediante un crédito de Bancaja, avalado por el Instituto Valenciano de Finanzas del gobierno valenciano). Así, Manuel Llorente asumió la presidencia del club y el control tanto de la Fundación como de la entidad.
Asimismo, la situación económica del club siguió empeorando y el sueño del “Nou Mestalla” se estaba convirtiendo en una pesadilla. Fue cuando se llamó a un concurso de acreedores para intentar salvar al Valencia de esta crisis sin precedentes para la institución. Es allí cuando Peter Lim entró en escena para obtener el 70% del club por 94 millones de euros. El 24 de octubre de 2014 firmó la compra del Valencia para convertirse en el principal accionista del club español. Los hinchas veían en Lim la salvación para salir del pozo en que habían caído por los pésimos manejos dirigenciales.
En su propuesta inicial, Peter Lim se comprometía a finalizar el estadio bajo ciertas condiciones pactadas con el arquitecto Mark Fenwick, que incluían una inversión mínima de 100 millones de euros. Además, debía cumplir con los acuerdos establecidos con el Ayuntamiento de Valencia, aportar 105 millones de euros para reducir la deuda total del club, y, en caso de no hallar comprador en un plazo de dos años, asumir esa responsabilidad.
Pero los manejos de Lim no fueron para nada exitosos, el histórico club que se jactaba de ser una piedra en el zapato para grandes clubes españoles, como el Real Madrid y el Barcelona, dejó de serlo para convivir y merodear durante estos años las posiciones más bajas de la tabla, y que en reiteradas veces estuvieron al borde del descenso.
El “Matador” Kempes no dejó pasar la oportunidad para expresarse sobre la situación del club en el cual brilló, por ello agregó que: "Sr. Lim le instó a asumir plenamente su responsabilidad como dueño, gestionando el club con compromiso y la dedicación que los aficionados y la historia del Valencia merecen. Si no está dispuesto a tomar las riendas de manera efectiva, le solicito de un paso al costado, permitiendo que otros con mayor pasión y visión para el club asuman el liderazgo".
Las inversiones no fueron las esperadas, es más: el club sigue estando en pérdida, con un estadio que todavía no retomaron las obras y que tampoco creen que llegue para el mundial 2030 a disputarse en suelo español. Asimismo, el fantasma del descenso acecha al Valencia año a año. Los hinchas de esta institución piden la renuncia de Lim al cargo de su glorioso club, ya que los resultados son abrumadores. Recordemos que por esta decisión el nombre completo de la institución es: Valencia Club de Futbol Sociedad Anónima Deportiva.