Volver a pensar en nacional
16 de noviembre de 2024
Desde el 2004, cada 13 de noviembre se festeja el Día del Pensamiento Nacional en homenaje a Arturo Jauretche.
Don Arturo militó políticamente en la UCR sin dudar sumarse al levantamiento cívico para enfrentar el golpe de Uriburu en 1930, por lo que sufrió persecución y cárcel. Como miembro de FORJA denunció la condición subordinada de nuestro país al enemigo histórico anglosajón proclamando “Somos una Argentina colonia, queremos ser una Argentina Libre”. Magistralmente, su pluma denunció la convivencia de los intereses oligárquicos con el capital extranjero señalándolo como “Estatuto Legal del Coloniaje”. Luego, cuando el subsuelo de la Patria humilde irrumpió en la escena política para defender a un coronel nacionalista, se sumó definitivamente al peronismo naciente en octubre de 1945. Diez años después, cuando la Fusiladora derroca a Juan Perón debió exiliarse, tiempo que usó para batallar desde el pensamiento y la escritura por la Patria y la causa popular.
El presente político que nos toca transitar muestra una doble cara.
Por un lado, se nos presenta la crueldad hecha gobierno con un presidente que, con graves carencias psíquicas y afectivas, ha servido como mascarón de proa de los grupos económicos extractivos para interpelar el voto popular y llevar adelante un programa económico de saqueo y una política exterior de sumisión a la entente Estados Unidos – Gran Bretaña – Israel.
Por otro, nos encontramos ante un progresismo que no da cuenta que son sus propios miedos y límites los que nos han traído hasta acá. Es que hace años que se cree que lo popular es aumentar el poder de consumo de las masas y expandir derechos ciudadanos sin comprender que eso en el sistema capitalista solo se mantiene en los países centrales que explotan a otras naciones. Por el contrario, el nacionalismo popular, el peronismo histórico, basó su política redistributiva en la Justicia Social y su construcción social en la Comunidad Organizada, distante ambas de liberalismos por derechas e izquierdas que ven ciudadanos en vez de pueblo y autopercepciones en vez de comunidad. Perón transitó un camino de insubordinación ante los poderes fácticos del mundo llevando adelante un desarrollo industrial autocentrado. En el peronismo histórico la diversidad de sectores y las plurales proveniencias ideológicas se saldaron en un mismo eje doctrinario expresado en “la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación”.
En tal sentido no existe el Campo Nacional cuando quienes deciden pararse desde su tradición no miran al horizonte en clave de liberación nacional y redención social; el peronismo, justamente fue eso: un movimiento de liberación que llevó adelante un proceso revolucionario como el que nuestra patria no había visto desde su independencia en el siglo XIX. Sin dar cuenta que la Revolución popular quedó trunca en 1955, lo que se haga podrás ser más o menos bueno, se acercará más o menos a algunas de sus banderas históricas cual eco de un pasado vuelto folclore, pero si no se vuelve a denunciar la situación de coloniaje en la cual Argentina está inmersa, se volverá a fallar una y otra vez preguntándose sobre el por qué de esto. No pueden proclamarse razones correctas sin acciones conducentes a concretarlas.
Es imprescindible volver a pensar en nacional, que no es ni más ni menos que ver la realidad mundial desde nuestros propios ojos y de pararnos sobre nuestros mismos pies, sin pedirle upa a ningún imperialismo de turno o buscar atajos en la politiquería vuelta tik tok. Solamente así, el pueblo encontrará verdaderas conducciones que levanten las banderas donde otros las han dejado.
“Hasta que un día el paisano acabe con este infierno, y haciendo suyo el gobierno, con solo esta ley se rija: o es pa' todos la cobija, o es pa' todos el invierno”. Arturo Jauretche