El 28 de febrero, la gestión del IUPA comunicó a los docentes Gustavo Lesgart y Carla Speciale que no se les renovaría su contrato laboral, sin dar justificación alguna. Dos días después, representantes de todos los claustros encabezados por el gremio docente ADIUPA se movilizaron a la oficina de Recursos Humanos. El fin de la manifestación era elevar una nota reclamando que se restituya a los docentes despedidos en sus cargos. La semana pasada, estudiantes contaron a InfoNativa que la comunidad educativa del IUPA esperaba que se despidiera personal durante la gestión de este nuevo rector.

La problemática que terminó desencadenando los despidos tiene que ver con la “eterna normalización de IUPA”. La ausencia de un consejo superior provoca que no se realicen concursos docentes regulares. Fuentes cercanas contaron a InfoNativa que “no hay concursos, se maneja todo por gestión y secretarios de área”, además hicieron alusión a una definición de la asamblea interclaustro: “nosotros en la asamblea interclaustro le pusimos ‘dedocracia’ porque todo lo definen a dedo”.

Previo a los despidos, la asamblea interclaustro de IUPA ya se había reunido en rechazo de la designación del nuevo rector normalizador Félix San Martin, a casi 25 años de conformación de la universidad: “Además de antidemocrática y anti estatutaria, esta designación no cumple con lo establecido en el artículo 49 de la Ley 24.521 que define que el proceso de normalización no puede demorar más de 4 años desde la creación de la casa de estudios”, declararon en una conferencia de prensa. “El gobierno de Weretilneck se alinea con las políticas del actual presidente electo Javier Milei, quien propone una serie de ajustes al pueblo y las instituciones estatales. La falta de un cogobierno en nuestra institución no nos permite ser parte de las decisiones”. Esa misma asamblea, antes de la designación del nuevo normalizador, había dado un primer paso para la conformación de un consejo superior provisorio con una Comisión Interina de cinco integrantes (tres con voz y voto, dos con voz y sin voto).

El interés del poder legislativo

A principios de este año, siete legisladores rionegrinos hicieron varios pedidos de informes al gobierno provincial. Entre ellos, se encontraba uno referido a la cantidad de empleados con los que cuenta el IUPA. El pedido dice textual:

“Sin embargo, desde entonces, se plantearon dudas sobre la forma en que se alcanzó este tipo de estabilidad, no cuestionando la situación laboral de los trabajadores, sino poniendo en evidencia la no existencia de un concurso público, como ocurre en otros organismos del Estado, se advirtió que este tipo de acciones puede poner en riesgo la autonomía universitaria, y se solicitó también (aunque sin ser aceptado) que se contemple la posibilidad de elaborar un convenio colectivo de trabajo que regule el acceso y las condiciones laborales de los trabajadores.”

El pedido de los legisladores se condice con los cuestionamientos planteados por los distintos claustros del IUPA. Otra sección del pedido de informes dice: 

“Hoy la cantidad de trabajadores dependientes del IUPA excede largamente este número [635 en planta permanente], y también es cuestionada la forma en que se designan los nuevos trabajadores del Instituto, como así también los cargos escalafonarios con que se los nombra y sus consecuentes variaciones salariales que, como se cuestionaba al momento de sancionar la Ley, permite acudir al manejo discrecional en estas circunstancias cuando no existe un convenio colectivo de trabajo que regule y permita mayor transparencia en los criterios de selección e ingreso de los trabajadores del Instituto.”

El frente universitario

En el marco del paro nacional universitario del 14 de marzo, los gremios de IUPA se movilizaron en reclamo por las problemáticas que atraviesan a todas las universidades del país, pero también para visibilizar sus propias problemáticas. Por primera vez, las tres universidades públicas de la ciudad de General Roca se manifestaron en coordinación. Al respecto, Fabián Bergero, docente de la Universidad del Comahue, comentó al medio Insurgentxs: “Esta es la primera vez que nos manifestamos todas [las universidades] juntas y hasta que esto no se revierta, no vamos a parar”. Por su parte, Marcelo Sewald, profesor de IUPA, dijo al mismo medio: “Esta conformación del frente universitario es para hacer frente a los atropellos que estamos viviendo. Quieren arrasar con el presupuesto universitario, las designaciones docentes, becas de los estudiantes y sueldos docentes.” Además, agregó que la conformación del frente “es un gran paso adelante”.

El claustro docente, de manera similar y en concordancia con los estudiantes, comenzó a generar espacios de coordinación entre las distintas universidades públicas de la ciudad de General Roca. El impacto del contexto nacional y provincial en la educación está provocando que la comunidad educativa en su totalidad se movilice para intentar paliar las dificultades generales y particulares de cada casa de estudios.

Podes leer la primera nota de la serie, en este link: Dedocracia, la eterna normalización del IUPA