Fortalecimiento de reservas y estabilidad cambiaria: Las mentiras mejor vendidas de Milei
20 de abril de 2024
El brutal ajuste sobre el poder adquisitivo de la enorme mayorÃa del pueblo argentino tiene como supuesta finalidad, y fundamento oficial, recomponer y estabilizar algunas de las principales variables económicas, como reservas internacionales, inflación y estabilidad en el frente cambiario. Sin embargo, y aunque se esfuercen denodadamente en disimularlo, el análisis de los datos verdaderos sobre estos Ãndices demuestra que, el gobierno de Milei, no ha podido resolver ninguno de los puntos débiles de la economÃa nacional; por el contrario, los agravó.
Ajuste y reservas internacionales del BCRA
Sin necesidad de ingresar en un detalle sectorial y pormenorizado sobre la afectación del histórico ajuste ejercido en estos cuatro meses de gestión, solo basta analizar un dato general para comprender la magnitud del mismo. La base monetaria total (la sumatoria del dinero en circulación más depósitos de todos los argentinos y empresas) ha crecido, del 10/12/24 al 15/04/24, un 27%, de 9,7 a 12,3 billones de pesos. En el mismo período, la inflación fue del 91% según cifras oficiales (mayor a 150% en bienes básicos de consumo masivo y alimentos). Esto demuestra que el dinero en manos del pueblo argentino perdió, en promedio, un 60% de su valor real.
La motivación y excusa del “inevitable esfuerzo” que debía sufrir nuestro pueblo era fundamentado por la urgencia de, entre otras cosas, fortalecer la raquítica reserva internacional que dejó la pésima administración de Alberto Fernández. En rigor de verdad, las reservas al 10/12/2023 sumaban USD 21,017 millones y al pasado 15/04 USD 29,240 millones. A simple vista, las reservas internacionales sumaron un total de USD 8,223 millones en tan solo 4 meses (compras directas de dólar menos giros de dividendos / fugas de capitales). Sin embargo, no es correcto ni cierto dejar en ese punto el análisis sobre la cantidad de divisas en poder del Estado Nacional.
En primer lugar y teniendo en cuenta que la adquisición estatal de dólares se llevó adelante gracias al ajuste sobre el pueblo, que en gran medida se vio obligado a liquidar sus ahorros en dólares o deprimir su consumo (lo que ocasionó una caída de las importaciones del 70% en el período); vale la pena resaltar que un 30% de lo adquirido se utilizó para permitir giros de ganancias que, en otras palabras, es fuga de capitales de las mismas corporaciones extranjeras que aumentaron los precios en la economía local.
Luego, hay que decir que el gobierno de Milei no ha pagado ni un dólar de las importaciones adeudadas y que, a cambio, emitió un bono (BOPREAL) pagadero en dólares a una tasa del 5% anual en esa moneda (superior a la tasa internacional) por un total de USD 8,000,000,000. Es decir que, para lograr el ahorro en dólares que simule un aumento de las reservas en el BCRA, el gobierno se endeudó en una alta tasa en dólares. Como si fuera poco, aún queda un aproximado de dos mil millones de dólares de importaciones impagas sin colocar en bonos.
En síntesis, es una absoluta mentira que aumentaron las reservas internacionales del BCRA. Acá el detalle:
En consecuencia, el ajuste brutal que ejerció el gobierno de Milei sobre el bolsillo del laburante argentino, solo sirvió para permitir la fuga de capitales y para concentrar las ganancias de las corporaciones económicas extranjeras que remarcaron precios luego de la devaluación de inicio del mandato.
Inflación y estabilidad cambiaria
Por el lado de la tendencia a la baja de la inflación y la estabilidad cambiaria que intenta vender el gobierno, ambas caminan por la delgada soga de la existencia de dólares en el BCRA.
Resulta que el tipo de cambio que surge de la división entre los pesos totales de la base monetaria, más pasivos del BCRA y los dólares en reservas da, a valores de hoy, aproximadamente $1,500/dólar. El aumento artificial de reservas, la expectativa del ingreso de dólares por mayor deuda o inversiones extranjeras y la permanencia del ajuste que permite el ahorro de divisas anteriormente explicado, hace que no existan fuertes expectativas devaluatorias y el tipo de cambio permanezca inmóvil. Esto también arrastra a la baja al índice de inflación, dado que la economía argentina tiene un altísimo grado de extranjerización.
Sin embargo, la extrema fragilidad del volumen de dólares en manos del Estado Nacional y la insostenibilidad de un mecanismo de colocación de deuda para no pagar importaciones (más temprano que tarde nadie va a aceptar un Bopreal dado que no existirán posibilidades ciertas de pago), generan que la estabilidad cambiaria y el cese de la inflación sean algo más parecido a una burbuja temporal que a la consecuencia de una política monetaria exitosa.
Lo único que puede salvar a este esquema de saqueo que no tiene ninguna arista positiva para el interés nacional, es el ingreso de un mayor caudal de deuda externa, a modo de tubo de oxígeno, para estirar su agonía. Sin lugar a dudas, esto generaría un enorme daño a la ya dependiente economía local, pero es la única vía de escape que puede encontrar este desquiciado plan de saqueo para no terminar en una nueva estampida devaluatoria e inflacionaria que acabe definitivamente con el gobierno.
Es tarea de la militancia nacional popular, impedir ese clima de estabilidad política y poca conflictividad social que habilite un nuevo empréstito y la consecuente profundización de este esquema de saqueo neocolonial.