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¿Quiénes mueven los hilos de la marioneta Milei? El verdadero gobierno de la Argentina neocolonial


06 de abril de 2024

“Cada día que pasa, queda más demostrado que los hilos que mueven a la dirigencia política nacional se manejan desde afuera y están completamente desligados al interés nacional y popular. Unos más, y otros menos, tributan a la misma corona y no salen de los parámetros impuestos de una argentina neocolonial” plantea el autor de la nota.

Rodolfo Pablo Treber

Como nunca antes, con un mandatario con clara fragilidad y desequilibrio mental que se entera de decisiones gubernamentales luego de, supuestamente, haberlas firmado, queda brutalmente expuesto lo decorativo de la figura presidencial y lo obsceno del dominio del poder económico transnacional sobre la política local.

El gobierno de Javier Milei lleva adelante una serie de medidas políticas delirantes que de ninguna manera se pueden explicar desde la lógica del interés nacional, ni de cualquier teoría económica, por más liberal y absurda que sea.

Liberación de precios, quita de subsidios, devaluación de la moneda local, apertura indiscriminada de importaciones, encarecimiento de la energía… explican una batería de acciones destinadas a licuar el ingreso del trabajador, reducir la capacidad de consumo interno, destruir lo que queda de industria nacional y, en consecuencia, aumentar los saldos exportables de materias primas y energía.

Claramente, estos sucesos representan un veloz proceso de reprimarización de la economía nacional que, en poco tiempo, ya ocasionó miles de despidos y un brutal aumento de la pobreza, superior al 10% (llegando al 60% de la población total).

En paralelo, continua en pie su demencial plan de dolarización, nutriendo al BCRA con las divisas que los ahorristas argentinos se ven obligados a vender como producto del cruel ajuste a su poder adquisitivo; cuestión que, de cumplirse, agravaría significativamente los problemas estructurales de la economía local y solo facilitaría el giro de dividendos (fuga de capitales) de las grandes corporaciones transnacionales.

Sin adentrarnos en los enormes problemas que conlleva usar una moneda que se emite y controla desde otras latitudes, la idea de dolarización se plantea en un marco donde esa divisa ha perdido un 20% de participación en el comercio global en los últimos 10 años y, actualmente, se deprecia a un ritmo del 3% anual.

Sumado a esto, se está llevando adelante un giro en las relaciones comerciales de Argentina, priorizando los acuerdos entre privados, totalmente a contramano de la clara tendencia global hacia el aumento de la intervención de los estados, el proteccionismo, y los tratados de cooperación y desarrollo entre naciones.  Este cambio sin ningún rasgo de sentido nacional, pone en peligro los acuerdos vigentes del Mercosur que, actualmente, con Brasil como principal actor, representa el 25% de las exportaciones argentinas mientras que, si se suman los acuerdos entre estados con Brasil e India, el conjunto de las exportaciones suma el 40% del total y más de 30 mil millones de dólares. Sin lugar a dudas, esto aleja a la Argentina de la posibilidad de aumentar el intercambio comercial con una gran parte del mundo, que hoy se organiza en torno a los BRICS, y nos cercena a vínculos, desparejos y altamente desfavorables, únicamente con Estados Unidos y sus socios.

Sin embargo, y teniendo en cuenta que Estados Unidos es un gran productor de alimentos, las exportaciones argentinas se focalizarán en el plano de las materias primas, minerales y bienes comunes naturales para la energía (principalmente gas, petróleo y litio), con la intención de explotar y adueñarse del potencial productivo de las zonas de Vaca Muerta, el Mar argentino y la Cordillera de los Andes.

Como si todo esto fuera poco, mientras que existe un ajuste real en la circulación monetaria interanual (la sumatoria del dinero en circulación de todos los argentinos y empresas), se siguen abonando abultados intereses diarios a los bancos por sus tenencias netamente especulativas. En detalle, la circulación monetaria actual, 10,8 billones de pesos, creció un 106% interanual mientras que la inflación en el mismo período fue del 220%. Esto marca que hubo un fuerte ajuste, superior al 50%, en la economía real.

Al mismo tiempo, continua la incesante dolarización de ganancias locales junto con su consecuente fuga de capitales, mientras que la plata que poseen los bancos y fondos de inversión asciende a unos 32 billones de pesos (tres veces el total de la circulación monetaria) y se les abona diariamente 70,000 millones de pesos de renta especulativa, mientras se denuncia que no hay plata para la inversión social.

Con las aristas anteriormente mencionadas, podemos identificar quiénes son los mayores beneficiados de este proceso de reprimarización y saqueo de la economía argentina.

Teniendo en cuenta las sociedades del actual gobierno y la tendencia del modelo extractivista que intenta profundizar, el grupo especulativo BlackRock (presidente Larry Fink), de claro alineamiento con los intereses geopolíticos de Estados Unidos en la región, aparece como el principal beneficiario de las políticas de Javier Milei.

El mantenimiento del negocio especulativo financiero, cuyo gasto supera ampliamente todas las partidas presupuestarias de la inversión social, en absurda convivencia con el discurso de ajuste y escasez de fondos, se explica porque BlackRock tiene fuerte participación accionaria en los principales bancos privados del país (Galicia; Santander-Río; BBVA; Macro; y HSBC). Adicionalmente, es el principal interesado en la privatización, y adquisición, del Banco de la Nación Argentina para lograr financiar sus negocios en la Argentina con los depósitos del banco que alberga la mayor parte del ahorro nacional.

Pero, el área de negocios donde más fuerte es el fondo especulativo no es la financiera sino la extractivista. Es por esta razón, que promueve la orientación exportadora y primarizada de la producción argentina.

Actualmente, BlackRock cuenta con posición dominante sobre la riqueza generada en el yacimiento petrolífero Vaca Muerta (el más grande del país) por la mayoritaria participación accionaria de sus socios en Pampa Energía y Chevron, como también el 5,7% de la empresa petrolera de bandera nacional, YPF.

Lo mismo sucede en el caso en el caso de la extracción del litio mediante la empresa NewCo, (fusión de Allkem y Livent) y en oro, cobre y plata a través de la transnacional Glencore PLC.

Respecto a la exportación de materias primas alimenticias, BlackRock condiciona a las políticas del sector por su gran participación accionaria en Viterra y Bunge, entre las cuales se explica el 22% del total de la exportación de granos de la Argentina.

En materia de comunicación, también se vislumbra un aumento de la injerencia norteamericana como consecuencia de una desregulación total del negocio y la habilitación para el arribo del servicio de telecomunicación satelital de Starlink (Elon Musk). De esta manera, Estados Unidos, de la mano del “empresario exitoso” hijo del proyecto de intervencionismo de Silicon Valley, tendría acceso pleno a información detallada sobre la población argentina, como también activaría una fuerte herramienta de dominación cultural para consolidar su el proyecto de sobrecolonización en nuestro suelo.

El plan de miseria planificada que se profundiza en la Argentina con el gobierno de Javier Milei, el ajuste sistemático al trabajador, tiene como único fin la profundización del saqueo y la explotación de nuestros bienes comunes en beneficio extranjero.

Cada día que pasa, queda más demostrado que los hilos que mueven a la dirigencia política nacional se manejan desde afuera y están completamente desligados al interés nacional y popular. Unos más, y otros menos, tributan a la misma corona y no salen de los parámetros impuestos de una argentina neocolonial.

Cada día que pasa, se hace más necesaria, urgente, la organización política popular que haga parir una alternativa patriótica que lleve adelante, decididamente, un proyecto de liberación nacional como bandera hacia la victoria.

Rodolfo Pablo Treber

Rodolfo Treber, analista económico, secretario político de la agrupación  Social XXI e integrante del espacio Encuentro Patriótico

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