infoNativa

El hundimiento del ARA General Belgrano: Crimen de guerra


27 de abril de 2024

La recuperación de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur el 2 de abril de 1982 desencadenó una serie de acontecimientos que aún siguen presentes en la retina de la memoria de nuestro pueblo.

David Acuña

Este 2 de mayo se cumplen exactamente 42 años de uno de los crímenes de guerra más aberrantes cometido por tropas británicas en nuestro suelo. Ese día, a un mes de la recuperación de la soberanía argentina sobre las islas australes, siendo las 16 hs, el crucero ARA General Belgrano recibe el impacto de un primer torpedo que dio directamente en su zona de máquinas. Quince minutos después, un segundo impacto provoca que la embarcación de 185 metros de largo y 21 metros de ancho, se inclinara en un ángulo de tal forma que, una hora después, se hundiera para siempre en las profundidades del mar llevándose consigo la vida de 323 compatriotas.

Estos dos torpedos habían sido disparados por el submarino nuclear británico HMS Conqueror, que venía siguiendo al Belgrano desde hacía 30 horas. Era la primera vez que un submarino de estas características se involucraba en un conflicto bélico a nivel internacional.

Los restantes 770 marinos que completaban la dotación de tripulantes fueron rescatados por el intrépido accionar de las embarcaciones ARA Gurruchaga, ARA Bouchard, ARA Bahía Paraíso y ARA Piedra Buena que no dudaron en arriesgarse para ir en auxilio de sus compatriotas.

La posición del Belgrano al momento de su hundimiento estaba por fuera de la zona de exclusión impuesta por los británicos de 360km con centro en Malvinas. Su dirección de navegación en ese mismo momento era rumbo sur y al continente. Ergo, no representaba ningún tipo de amenaza para las tropas británicas.

Este episodio se desarrolla en un marco político internacional más amplio que el escenario bélico.

Por un lado, se encontraba presentada ante la ONU la propuesta de paz del presidente peruano Fernando Belaúnde Terry, que llamaba a un alto el fuego para negociar la paz entre ambos bandos con la mediación de Perú, Brasil, Alemania Occidental y los Estados Unidos. De prosperar esta iniciativa, seguramente hubiera cambiado todo el escenario geopolítico regional en el marco de la Guerra Fría y la avanzada conservadora en Estados Unidos y Gran Bretaña.

Por otro lado, nos encontramos ante el cuestionamiento que el Partido Conservador británico venía realizando a la figura de la primera ministra Margaret Thatcher, en la forma del ejercicio de su liderazgo; en su capacidad de lograr un cierre favorable al conflicto con la Argentina; en la pérdida de poder de Gran Bretaña hacia el interior de la OTAN; y, sobre todo, cuestionada también por la opinión pública por sus políticas de ajuste liberal.

Margaret Thatcher, tomando nota de su delicada situación tanto en el plano internacional como en el de la política interna, no podía aceptar un alto el fuego con una salida diplomática al conflicto. No podía hacerlo sin riesgo a que se le abrirá un veto de censura definitivo a su conducción y fuera eyectada tanto del gobierno como de la dirección del Partido Conservador, del cual era miembro. Por tales motivos, da la orden directa de proceder al hundimiento del ARA General Belgrano como forma de obturar la salida diplomática y generar un efecto triunfalista ante el pueblo británico. De esta forma, Gran Bretaña toma como objetivo militar a una embarcación en actitud pasiva y que se encontraba por fuera de la zona de exclusión impuesta por ella misma, lo cual convierte el hecho en un verdadero crimen.

Hay otras miradas que consideran al hundimiento del Belgrano como un acto de guerra lícito, no es la nuestra. Pero suponiendo que haya sido así, no deja de ser un acto realmente pérfido por ser realizado bajo las condiciones descriptas y mientras se negociaba un alto el fuego en las Naciones Unidas.

En un contexto donde el gobierno de Javier Milei elije posicionarse decúbito dorsal hacia la Casa Blanca y se jacta de querer relacionarse con el Reino Unido en forma racional, es bueno recordar que nuestros Héroes caídos no murieron para que se haga la vista gorda sobre que en nuestras Islas Malvinas existe una base militar operacional de la OTAN y de la cual el Presidente quiere que nuestro país sea miembro.

Esto es una incongruencia histórica, una traición política, cuando no una complicidad con nuestro enemigo histórico. Ser coherentes con la memoria histórica y reivindicar a nuestros héroes, es accionar por todos los medios para volver imposible la situación colonial británicas en nuestras islas y desplazar a un gobierno que es, también, enemigo del pueblo de la Patria.

David Acuña

David Acuña, historiador, profesor y militante peronista. 

Compartir esta nota en